Louis se había quedado sentado en la primera fila del escenario, su cámara en mano, capturando cada movimiento de Harry con la dedicación y el amor de alguien que no solo estaba trabajando, sino que también estaba admirando a la persona que amaba. Se sentía completamente en su elemento, buscando el ángulo perfecto que resaltara la fuerza y la pasión de Harry en cada foto. Su enfoque era total hasta que, de repente, notó a dos chicos con cámaras profesionales acercándose, haciendo exactamente lo mismo que él.
Parpadeó, desconcertado, sin entender qué estaba sucediendo realmente. ¿Por qué alguien más estaba fotografiando a su alfa? Su ceño se frunció ligeramente, el instinto protector de su omega despertando de inmediato.
—Hola —una voz femenina interrumpió sus pensamientos. Louis levantó la vista para encontrarse con una omega de pie frente a él, también con una cámara en mano—. ¿Te molesta correrte hacia un costado? Estamos fotografiando el ensayo y nos gustaría tomar desde este ángulo.
Louis la miró fijamente, procesando sus palabras. Sintió una punzada de irritación en su interior. No, claro que no lo iban a sacar de allí. Este era su lugar. Sabía con certeza que este ángulo capturaba perfectamente cada detalle de Harry, desde la intensidad en su voz hasta la forma en que sus músculos se tensaban con cada movimiento. Nadie iba a desplazarlo del lugar que había elegido para inmortalizar esos momentos.
La omega se dio cuenta de la resistencia de Louis y repitió, esta vez con un tono más impaciente:
—¿Puedes moverte?
Louis la miró a los ojos, su expresión se endureció, y un destello de determinación brilló en sus pupilas. No había ninguna duda en su mente; este era su espacio, su territorio, y no iba a cederlo.
—Lo siento —respondió con una voz firme pero serena—, pero este es mi lugar. Pueden intentar desde otro ángulo.
La chica lo miró con sorpresa, quizás esperando una respuesta más complaciente, pero Louis ya había vuelto su atención a Harry, levantando su cámara nuevamente y enfocando. Sabía que la mejor manera de proteger y honrar a su alfa era capturarlo de la manera más poderosa posible, y no iba a permitir que nada ni nadie lo desviara de su objetivo.
Mientras el sonido de la cámara de Louis resonaba, capturando cada instante con precisión, los demás fotógrafos se movieron incómodos, buscando otro lugar desde donde trabajar. Pero Louis permaneció impasible, completamente concentrado en su tarea, su conexión con Harry reforzada con cada clic del obturador. Era su alfa, su motivo, y no había nada que lo hiciera apartarse de ese lugar.
La omega frunció el ceño con evidente molestia, dirigiéndose rápidamente hacia su compañero, murmurando algo que Louis no logró escuchar. Aunque no podía oír las palabras exactas, la irritación en su tono era inconfundible. Louis sintió un nudo en el estómago, consciente de que probablemente intentaban conseguir que lo movieran de su lugar. Sin embargo, no se inmutó, continuando con su labor, capturando cada expresión de Harry desde su perspectiva privilegiada.
Minutos después, la omega y su compañero regresaron, esta vez acompañados de un hombre de seguridad. El guardia parecía incómodo, y cuando llegaron hasta donde estaba Louis, la chica habló con un tono de queja apenas disimulado.
—Este joven no nos deja hacer nuestro trabajo —dijo, señalando a Louis con la barbilla alzada, como si esperara que el guardia tomara acción inmediata.
El hombre de seguridad parpadeó varias veces, claramente incómodo, como si estuviera enfrentando una especie de crisis existencial. Miró a Louis y luego de vuelta a la chica, su rostro se volvió aún más pálido cuando comprendió la situación.

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Erotic Melancholia
RomanceHarry Styles se había convertido en la estrella pop del momento, con una voz angelical y una apariencia divina. Louis Tomlinson, un fotógrafo talentoso, recibió la oportunidad de su vida: ser el fotógrafo oficial de la nueva gira de Harry. Para Loui...