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Louis, quien estaba acostado en la cama, escuchó el toque suave en la puerta de su habitación, seguido de la voz familiar de Harry. Se sentía cansado, pero la presencia de Harry siempre lograba darle una sensación de confort y seguridad.

—¿Lou? —repitió Harry con un tono suave, casi susurrando—. ¿Estás despierto? ¿Puedo pasar?

Louis suspiró, sabiendo que Harry ya estaba allí, probablemente preocupado. Con un esfuerzo, se giró en la cama y miró hacia la puerta, aunque sus ojos apenas se mantenían abiertos.

—Sí, pasa, Harry —respondió Louis con voz ronca, sintiendo cómo el cansancio lo invadía pero aún así queriendo ver a su alfa.

La puerta se abrió lentamente, y Harry asomó la cabeza, con una expresión de alivio al ver a Louis despierto. Sus pasos fueron suaves mientras se acercaba a la cama, casi como si temiera molestarlo.

—Solo quería asegurarme de que estuvieras bien —dijo Harry mientras se acercaba a la cama, su voz llena de preocupación y ternura.

Louis asintió débilmente—. Estoy bien, solo un poco cansado —murmuró.

Harry sonrió suavemente, y se acercó con pasos ligeros, poniendo uno de los bowls en la mesa de noche al lado de Louis y manteniendo la cajita en la otra mano.

—Pensé que tal vez tendrías hambre, así que traje algo de ensalada con pollo y... bueno, un poco de comida china por si te apetece —dijo Harry, sonriendo con una mezcla de esperanza y timidez.

Louis se incorporó un poco en la cama, apoyándose en las almohadas—. Gracias, Harry. La verdad es que estaba pensando en pedir algo, pero no tenía fuerzas para levantarme —admitió con una pequeña risa.

—¿Ensalada o china? —preguntó Harry con una sonrisa, sosteniendo ambos recipientes.

—China —respondió Louis sin dudarlo, sus ojos brillando con un poco más de vida.

Harry dejó el bowl de ensalada en la mesa y le entregó la cajita de comida china a Louis—. Aquí tienes. No es mucho, pero al menos es algo ligero —dijo con suavidad.

Louis tomó la cajita, agradecido—. Es perfecto. De verdad, gracias por pensar en mí, Harry —murmuró, sintiendo una oleada de afecto hacia él.

Harry se sentó en el borde de la cama, abriendo su propio bowl de ensalada—. Siempre pienso en ti, Lou. Y además, no puedes dormir bien con el estómago vacío.

Louis asintió mientras destapaba la cajita, disfrutando del aroma de la comida. Después de un bocado, levantó la vista hacia Harry—. ¿Cómo fue el show? —preguntó, interesado.

Harry parpadeó ligeramente, como si la pregunta lo hubiera tomado por sorpresa—. Bien... sí, no fue tal vez el mejor show. Pero estuvo bien —dijo, algo dubitativo mientras abría la ensalada.

Louis lo observó un momento, notando la leve sombra de preocupación en los ojos de Harry—. ¿Estás seguro de que todo está bien? —preguntó suavemente, queriendo asegurarse de que Harry no le ocultaba nada.

Harry sonrió, pero la sonrisa no alcanzó del todo sus ojos—. Sí, Lou. Todo está bien. Solo... me preocupaba dejarte solo. Pero ahora que estoy aquí, contigo, todo parece estar mejor.

Louis sintió un nudo en la garganta al escuchar esas palabras, reconociendo cuánto significaba para Harry. Asintió lentamente, llevando otro bocado a su boca, agradecido de tenerlo a su lado.

—¿Quieres unirte al nido? —murmuró Louis, casi como si no estuviera seguro de si debía decirlo en voz alta.

Harry, que estaba en medio de un bocado de ensalada, se detuvo. Parpadeó, mirando a Louis desde el sillón donde estaba sentado, sorprendido por la invitación inesperada. Tragó la ensalada con un poco de dificultad, sintiendo que su corazón latía más rápido.

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora