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—Lou, creo que me matará. Me está deseando la muerte —murmura Zayn al oído del omega, su voz cargada de preocupación.

—Mhm —susurra Louis, presionando su nariz contra el cuello del alfa, tratando de calmarse a sí mismo tanto como a su amigo.

Estaban allí, en el medio del comedor del hotel, Louis sentado en el regazo de Zayn. Cada pierna en sus costados, presionando su rostro en el pecho del pelinegro. Sentía el calor reconfortante del cuerpo de Zayn, su familiaridad le daba un pequeño respiro en medio del caos emocional.

—No es broma, él me arrancará la garganta —insiste Zayn, su mirada fija en Harry, que estaba parado a unos metros de distancia.

Louis levantó ligeramente la cabeza y siguió la dirección de la mirada de Zayn. Harry estaba allí, con su figura imponente y su aroma a chocolate y café llenando el aire. Sus ojos, oscuros y penetrantes, no se apartaban de ellos. Había una mezcla de emociones en su expresión: confusión, celos y algo más que Louis no podía identificar del todo.

—Él no te arrancará nada, Zayn —Louis responde con un tono tranquilizador, aunque su propio corazón latía con fuerza al ver la intensidad en los ojos de Harry.

—Ese alfa me matará y será tu culpa —repite Zayn, más para sí mismo que para Louis, sus brazos apretando ligeramente alrededor del omega como un acto reflejo de protección.

Louis respiró hondo, tratando de calmarse. Sentía una mezcla de emociones: la seguridad en los brazos de Zayn y la atracción inevitable hacia Harry. Sabía que la situación era delicada y que necesitaba encontrar una manera de equilibrar las cosas sin herir a nadie.

—¿Puedes dejar de ser tan melodramático y calmarte? —ríe Louis.

El aroma de Harry se intensificó, mezclándose con el de Louis. Chocolate y café, miel, canela y jengibre. Los olores se entrelazaban, creando una atmósfera cargada de tensión y deseo.

—¿Lo ves? Él me matará —insiste Zayn, sus ojos mostrando un destello de miedo genuino mientras miraba de reojo a Harry.

—Zayn, solo relájate. Harry no te va a hacer nada —Louis le asegura, aunque en el fondo sabe que la situación es complicada. Sentía el peso de la mirada de Harry sobre él, una mirada que le decía que las cosas no habían terminado, que había mucho que aún no se había dicho.

Los músculos de Louis estaban tensos, su cuerpo reaccionando al conflicto interno entre su mente y su corazón. Necesitaba hablar con Harry, aclarar las cosas, pero también necesitaba el apoyo de Zayn en ese momento.

—Vamos, Zayn. No hagamos una escena. Solo actúa normal —murmuró Louis, tratando de sonar convincente, mientras en su interior, las mariposas revoloteaban con una mezcla de miedo y deseo.

—¿Qué haces? —cuestiona Zayn, tomando la cintura de Louis con preocupación en su mirada.

—Necesito buscar mis cámaras. Acompáñame —responde Louis, su voz temblando ligeramente mientras trataba de mantener la compostura.

Zayn asiente, aunque su preocupación no disminuye. Ambos se levantan del asiento y comienzan a caminar hacia el ascensor, dejando atrás el comedor. Louis siente la mirada de Harry clavada en su espalda, como una presencia física que no puede ignorar.

—¿estas bien, Lou? —pregunta Zayn mientras esperan el ascensor, su mano aún firmemente en la cintura de Louis.

—No, pero no puedo evitarlo.—responde Louis, intentando no dejar que su voz temblara demasiado. —No debo de preocuparme—

El ascensor llega y ambos entran. Louis se apoya contra la pared, tratando de ordenar sus pensamientos. Zayn permanece a su lado, su presencia reconfortante pero también preocupada.

Al entrar, Louis se dirige directamente a donde guarda sus cámaras, su mente aún enredada en los eventos recientes. Zayn lo sigue, manteniéndose cerca, listo para apoyar a su amigo.

—Lou, si esto se vuelve demasiado... —comienza Zayn, pero Louis lo interrumpe.

—Lo sé. Solo... dame un momento. —Louis toma una de sus cámaras y la examina, más como una forma de ocupar sus manos que por necesidad real.

Zayn observa en silencio, respetando el espacio de Louis.

—Vamos, tenemos que llegar al estadio —dice Louis finalmente, su voz más firme.

Zayn asiente y ambos salen de la habitación, caminando rápidamente hacia el vestíbulo. Afuera, una camioneta los espera para llevarlos al estadio donde Harry y la banda se preparan para su concierto.

—¿Listo? —pregunta Zayn mientras abren la puerta de la camioneta.

—Listo —responde Louis, aunque su estómago sigue dando vueltas.

Suben a la camioneta y, al acomodarse en los asientos, Zayn se da cuenta de algo.

—Oye, Harry y los chicos no están aquí —observa, mirando alrededor del vehículo vacío.

—¿Qué? —Louis se asoma para mirar. La camioneta comienza a moverse y la realidad lo golpea—. Parece que ya se fueron en otra camioneta.

Zayn suelta un suspiro de alivio que intenta disimular.

—Bueno, eso nos da un poco de espacio para hablar, supongo —dice Zayn, tratando de sonar positivo.

—Sí, supongo que sí —responde Louis, aunque en su interior se siente dividido entre el alivio y la inquietud.

Mientras la camioneta se dirige al estadio, Louis mira por la ventana, su mente enredada en una maraña de pensamientos y emociones. El hecho de que Harry ya se haya ido le da un respiro temporal, pero sabe que eventualmente tendrá que enfrentarlo.

Llegan al estadio y se preparan para otro día de trabajo, sabiendo que las conversaciones difíciles y las emociones intensas aún están por venir. Pero por ahora, Louis se concentra en lo que puede controlar: su cámara y su trabajo, mientras intenta encontrar un equilibrio en medio del caos emocional.

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora