Erotic Melancholia

L

La noche llegó rápido y Harry seguía allí, al lado de Louis, observándolo dormir. Su cuerpo estaba completamente sedado, con una pequeña cánula en su nariz, varios tubos conectados a sus venas suministrando suero y uno que limpiaba su sangre.

Zayn se había dormido hacía un par de horas en un pequeño sillón al lado de Louis. Parecía incómodo, ya que el sillón era duro, pero el alfa nunca se quejó en todo el tiempo que estuvo allí.

Harry suspiró, su mirada fija en el rostro tranquilo de Louis. Sentía una mezcla de culpa, preocupación y una profunda necesidad de protegerlo. Sabía que tenía mucho por hacer para ganarse nuevamente la confianza de Louis y demostrarle que estaba allí para quedarse.

De repente, Louis se movió ligeramente, un pequeño gemido escapando de sus labios. Harry se inclinó hacia él, susurrando suavemente.

—Estoy aquí, Lou. No te preocupes, todo estará bien —murmuró, tomando la mano de Louis entre las suyas.

El contacto parecía calmar a Louis un poco, y Harry sintió un pequeño alivio. Miró hacia Zayn, quien dormía en el sillón, y se dio cuenta de cuánto había hecho Zayn por Louis.

La puerta se abrió suavemente y una enfermera entró, revisando los monitores y los tubos conectados a Louis.

Harry la observó en silencio, hasta que hablo en un susurro. —¿Cómo está? —preguntó en voz baja, sin querer despertar a Zayn.

—Está estable por ahora. La sedación está ayudando a calmar a su lobo, pero necesitaremos monitorearlo de cerca —respondió la enfermera con una sonrisa comprensiva. —Tu presencia lo calma.—

Harry asintió, apretando suavemente la mano de Louis.

—Gracias —murmuró —. Haré todo lo que sea necesario para que se recupere.

La enfermera asintió y salió de la habitación, dejando a Harry con sus pensamientos y el sonido rítmico de los monitores.

—Lou, mi vida —susurró Harry, apartando el cabello de la frente del omega—. Te he escrito una canción... bueno, mi lobo la estuvo escribiendo en realidad.

Se quedó en silencio por un momento, observando el rostro sereno de Louis, aunque aún bajo los efectos de la sedación. Harry sintió que necesitaba desahogarse, decir todo lo que llevaba dentro.

—He sido un imbécil, Lou —empezó, su voz temblando ligeramente—. Desde el principio. Desde el momento en que respondí a tu celo sin siquiera pensar en las consecuencias. Y después, después de esa noche... fui un cobarde por no enfrentar mis sentimientos y por no hablar contigo.

Tomó aire, sintiendo cómo su corazón se apretaba al recordar esos momentos.

—Esa cena... —dijo, cerrando los ojos con fuerza—. Te llevé a esa cena y te hice creer que todo estaba bien, solo para ignorarte después. Fui un idiota por salir con Olivia cuando sabía en mi interior que no era a ella a quien quería. Era a ti, siempre has sido tú.

Una lágrima cayó por su mejilla mientras seguía hablando.

—La cámara... esa maldita cámara. Debí estar allí para ti, para protegerte, pero no lo hice. Y he ignorado a mi propio lobo cuando me decía que tú eras mi omega. Estaba tan cegado por el miedo y la confusión que no escuché.

Se inclinó y besó suavemente la frente de Louis.

—Lo siento, Lou. Te he fallado de tantas maneras y no mereces eso. Pero voy a cambiar, voy a hacer todo lo posible para ser el alfa que necesitas. No puedo prometer que será fácil, pero prometo que no voy a rendirme contigo.

Se quedó allí, en silencio por un momento, observando cómo la respiración de Louis se mantenía constante gracias a la máquina.

—Lou—susurro, su voz quebrándose ligeramente—. aunque ahora no puedas escucharme, quiero que sepas que voy a estar aquí, a tu lado, hasta que despiertes. Y cuando lo hagas, prometo que nunca más te dejaré solo.

Harry se quedó allí, susurrando palabras de amor y arrepentimiento, dejando que su aroma calmante llenara la habitación, esperando que, de alguna manera, Louis pudiera sentir su presencia y su sinceridad.

—Te quiero, Louis. En serio lo hago.—

670 palabras

¿Ustedes le creen a Harry?