Pasó un día así; cuando Louis dormía, Harry aprovechaba esos momentos de vulnerabilidad para acercarse. Se sentaba a su lado, lo besaba suavemente, dejando marcas de amor sobre su piel, lo abrazaba con desesperación, como si de alguna forma sus gestos pudieran sanar las heridas invisibles entre ambos. Lloraba en silencio mientras rezaba, rogando al cielo que todo mejorara, que el dolor se desvaneciera y que el amor que compartían pudiera sanar los estragos de los últimos eventos.
Harry, un alfa fuerte por fuera, era ahora una figura rota. Y Zayn, quien lo observaba en esos momentos de soledad, nunca había visto a nadie llorar como lloraba Harry. Nunca, en toda su vida, había presenciado algo tan desgarrador. Era un dolor que te atrapaba, un sufrimiento tan palpable que daba pena. Un alfa, tan poderoso y dominante, reducido a un mar de lágrimas que no cesaban.
Pero cuando Louis despertaba, Harry desaparecía. No se atrevía a quedarse en la misma habitación, temeroso de ser rechazado una vez más. En lugar de eso, se sentaba fuera de la puerta, pegando su oreja contra la pared, escuchando cada palabra, cada pequeño sonido que Louis hacía. Era su única conexión en esos momentos, y lloraba en silencio, tratando de ahogar el sollozo desesperado que amenazaba con romper su ya frágil compostura.
Y ahora, era uno de esos momentos.
—Lou —llamó Zayn, acercándose al omega con un cuenco de gelatina en mano, tratando de ayudarlo a comer.
Louis, con los ojos pesados y la mirada cansada, apenas levantó la cabeza. Sus movimientos eran lentos, cada gesto parecía estar cargado de una tristeza insondable. No sabía que estaba en cinta, los médicos habían decidido no decírselo aún. Querían esperar a que la vida del cachorro estuviera fuera de peligro. Sabían que si Louis llegara a perder al bebé sabiendo de su existencia, el dolor sería tan grande que probablemente no podría sobrellevarlo.
—Mhm... —respondió Louis débilmente, observando a Zayn con esos ojos apagados que apenas reflejaban el brillo que alguna vez tuvieron.
Zayn lo observó por un momento, sabiendo que tenía que decir lo que venía a su mente, aunque no fuera fácil.
—Lou... —comenzó Zayn, su voz cargada de seriedad—. ¿Lo amas? ¿Sigues amando a Harry?
Louis se quedó en silencio, sus manos temblaban ligeramente mientras apartaba la mirada.
—No lo sé —murmuró al fin, con voz quebrada.
Zayn no se dejó vencer por esa respuesta vaga, necesitaba que Louis enfrentara lo que sentía, aunque fuera difícil.
—¿Aún sientes esa conexión en tu pecho? —preguntó con suavidad, refiriéndose al lazo que los unía como alfa y omega.
Louis respiró hondo, con los ojos cerrados por un momento.
—Sí, aunque duele. Se siente pesada... —admitió, sin poder ocultar la tristeza que lo embargaba.
Zayn asintió, aunque sabía que Louis no quería escuchar lo que iba a decir a continuación, era necesario.
—Sabes que es Harry, ¿verdad? Es él, intentando reconstruir su lazo contigo desde el dolor, tratando de repararlo.
Louis frunció el ceño y lo miró con enojo, un rayo de frustración iluminando su mirada apagada.
—Cállate, Zayn. No quiero escuchar nada sobre él —respondió, con un tono cortante.
Pero Zayn no retrocedió, su mirada permaneció firme. Sabía que decir la verdad era lo que Louis necesitaba, aunque le doliera.
—Lo sé, sé que te dañó, Louis. Sé mejor que nadie el dolor que te causó, y créeme, no soy alguien que perdona fácilmente. Pero también sé la verdad. Y la verdad es que Harry está tan lastimado como tú, tal vez más. —Zayn hizo una pausa, buscando las palabras correctas—. Debes escucharlo, Lou. Debes escuchar su lado de la historia.
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Erotic Melancholia
RomanceHarry Styles se había convertido en la estrella pop del momento, con una voz angelical y una apariencia divina. Louis Tomlinson, un fotógrafo talentoso, recibió la oportunidad de su vida: ser el fotógrafo oficial de la nueva gira de Harry. Para Loui...