CXVI

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Harry había ingresado a la ducha hacía unos minutos, buscando relajarse después de un largo día de decisiones y emociones intensas. El agua tibia caía sobre su piel, aliviando la tensión de sus músculos mientras cerraba los ojos y dejaba que el sonido del agua llenara el espacio. Oliver dormía plácidamente en su cuna en la habitación contigua, y Harry estaba completamente absorto en sus pensamientos. No se dio cuenta de lo que estaba a punto de suceder.

Louis, por otro lado, tenía otras ideas en mente. Se había propuesto darle una sorpresa a Harry esa noche, planeando esperarlo en la cama con una elegante lencería que había comprado especialmente para él. Se había imaginado el rostro de Harry al verlo, la chispa de deseo en sus ojos, y cómo se perderían el uno en el otro. Pero al notar que Harry se estaba tardando demasiado en la ducha—quizás solo un par de minutos, pero suficientes para que la impaciencia y el deseo comenzaran a arder en su interior—Louis decidió cambiar sus planes.

Con determinación, se desnudó sin pensarlo dos veces. Su piel se erizaba ante la anticipación, y un cosquilleo de emoción recorrió su cuerpo mientras abría con sigilo la puerta del baño. El vapor envolvía el ambiente, y el sonido del agua sobre la piel de Harry era hipnotizante. Louis sonrió para sí mismo antes de deslizarse dentro de la ducha.

—Hey, ¿qué haces aquí? —rió Harry al sentir las manos de Louis recorrer lentamente su espalda, con ese toque familiar y lleno de intención.

Louis no respondió de inmediato, sino que presionó su cuerpo contra el de Harry, permitiendo que la calidez de la ducha y el calor que sentía en su interior los envolviera a ambos. Sus manos viajaron por la espalda de Harry, bajando lentamente, explorando con suavidad pero con firmeza.

—Te estabas tardando demasiado... —susurró Louis finalmente, su voz cargada de deseo y diversión—. Pensé que podría unirme a ti.

Harry rió suavemente, pero su risa pronto se apagó al sentir la intensidad del toque de Louis. El agua seguía cayendo, pero ahora había algo mucho más eléctrico en el ambiente.

—No podía esperar más... —confesó Louis mientras sus manos se movían con más confianza, acariciando el pecho y el abdomen de Harry—. Joder, Harry, te extrañé hoy.

Harry giró ligeramente, lo suficiente para poder mirar a Louis a los ojos, sus cuerpos aún pegados bajo el chorro de agua. La mirada que intercambiaron estaba cargada de promesas no dichas, de un entendimiento mutuo que solo ellos dos podían compartir.

—¿Me extrañaste, eh? —murmuró Harry, su voz ronca mientras bajaba la mirada al cuerpo desnudo de Louis, que relucía bajo el agua—. ¿Y qué piensas hacer al respecto?

Louis sonrió, mordiendo suavemente su labio inferior antes de inclinarse para besar a Harry, un beso profundo y lleno de pasión que dejó claro cuáles eran sus intenciones.

—Todo lo que quieras, alfa —susurró Louis contra sus labios, su tono provocador pero lleno de cariño.

El deseo entre ellos creció rápidamente, sus manos explorando y redescubriendo cada rincón del otro. El agua seguía cayendo, pero el calor que sentían no tenía nada que ver con la temperatura de la ducha. Louis lo besaba con un hambre contenida, y Harry respondió con la misma intensidad, atrayendo a su omega más cerca, perdiéndose en el momento.

—Me encanta esta nueva parte de ti, omega —murmuró Harry, su voz baja y llena de deseo, mientras pasaba suavemente sus dedos por los pezones de Louis, que estaban más sensibles y rojos por amamantar a su cachorro.

Louis soltó un suave suspiro al sentir el toque de Harry en esa parte de su cuerpo. Desde que Oliver había nacido, su cuerpo había cambiado, y aunque al principio había sido difícil adaptarse a esas nuevas sensaciones, ahora no podía evitar sentir una conexión aún más profunda con Harry cuando lo tocaba de esa manera. Esos pequeños cambios que simbolizaban la vida que habían creado juntos lo hacían sentir increíblemente vulnerable, pero también más amado.

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora