LVI

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El viaje había sido bastante largo, aunque exitoso. Louis había soportado el trayecto con la ayuda de los médicos, quienes no se separaron de él en ningún momento. Las camionetas que los esperaban en el aeropuerto los llevaron directamente al hotel. Harry, siempre pendiente de cada detalle, se disculpó para hablar con el equipo de seguridad y asegurarse de que todo estuviera bajo control. Mientras tanto, Louis fue llevado a su habitación, donde finalmente pudo descansar.

Una vez en el hotel, los médicos siguieron a Louis en cada paso que daba, asegurándose de que no hubiera ningún problema. Estaba visiblemente cansado y adolorido, sus movimientos lentos y cuidadosos. Al llegar a la cama, se dejó caer con un suspiro, sintiendo cómo el dolor en su espalda se intensificaba por haber estado tanto tiempo sentado.

Desde el balcón, Zayn observaba la ciudad, fumando en silencio. Parecía perdido en sus pensamientos, sus ojos fijos en un punto distante mientras liberaba el humo del cigarrillo con un suspiro.

—Puedes dejar de hacer eso, por favor? —murmuró Louis, sus ojos cerrados mientras intentaba encontrar una posición cómoda en la cama.

—No estoy haciendo nada —gruñó Zayn desde el balcón, sin girarse para mirarlo.

—Sabes exactamente lo que estás haciendo, puedo leer tu mente —dijo Louis, su voz algo cansada pero firme.

Zayn frunció el ceño, apagando el cigarrillo en un cenicero antes de girarse para mirar a Louis.

—No, no puedes hacerlo —respondió, tratando de mantener su tono neutral, pero sabiendo que Louis estaba en lo cierto.

—Sí, y no me deja dormir... vete o simplemente deja de hacer eso —Louis no abrió los ojos, pero su incomodidad era palpable.

Zayn dejó escapar un suspiro profundo. Sabía que Louis no estaba físicamente bien, pero también podía ver que la tensión entre ellos era más emocional que física. No había manera de esconder su preocupación y frustración por la situación, pero tampoco quería seguir siendo una carga para Louis.

Finalmente, asintió, aunque Louis no pudo verlo, y se dirigió hacia la puerta.

—Lo siento, Lou. No quería molestarte. Solo... necesito un poco de tiempo para procesar todo esto —murmuró Zayn antes de salir de la habitación, cerrando la puerta suavemente detrás de él.

Louis suspiró aliviado cuando la habitación quedó en silencio, permitiéndose finalmente relajarse un poco. Sabía que la situación era complicada para todos, pero en ese momento, todo lo que deseaba era poder dormir y recuperarse. Pero, por mucho que intentara, los pensamientos seguían revoloteando en su mente, impidiéndole descansar por completo.

Pasaron un par de minutos hasta que Louis escuchó un suave toque en la puerta de la habitación, seguido por la voz de Harry preguntando si podía entrar.

—¿Lou? —se oyó a Harry decir, mientras la puerta se abría lentamente.

Louis sintió una punzada de irritación mezclada con una ligera sorpresa. Harry tenía una llave de su habitación. ¿Por qué? La pregunta flotó en su mente mientras mantenía los ojos cerrados, fingiendo estar dormido.

—¿Estás aquí...? —Harry continuó, su voz disminuyendo cuando vio a Louis acostado en la cama, con los ojos cerrados y la respiración tranquila—. Oh, omega —murmuró Harry con ternura, dejando una pequeña caja en la mesita de noche.

Louis, por supuesto, no estaba dormido. Sentía el peso de todo lo que habían evitado discutir, la tensión entre ellos que aún no se había disuelto. Sabía que Harry estaba preocupado, pero la herida que aún no sanaba lo mantenía distante.

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora