Ahora estaban allí, en la casa de los padres de Harry, rodeados por el cálido ambiente familiar que Anne siempre lograba crear. La comida había sido un auténtico banquete, lleno de los platos favoritos de Harry y algunos nuevos que Anne había querido probar, con Desmond ayudando a servir y a charlar animadamente. Louis se sentía cómodo, aunque sabía que era un día importante, una especie de presentación oficial, pero no como simples amigos. Después de comer, ambos estaban tan llenos que decidieron recostarse en el césped del patio trasero, disfrutando de la tranquilidad y el suave susurro del viento entre los árboles.
El sol de la tarde acariciaba la piel de ambos, y Harry, aprovechando el momento de calma, deslizó su mano suavemente debajo de la camisa de Louis, recorriendo su piel con una ternura que contrastaba con la intensidad de sus sentimientos.
Louis se tensó un poco, no por incomodidad, sino por el contexto, y susurró, tratando de sonar desapercibido mientras miraba hacia la casa: —Hazz, están tus padres—.
Harry sonrió con picardía, sus dedos trazando pequeños círculos en la espalda baja de Louis mientras inclinaba su cabeza hacia él, susurrando con una risa suave. —¿Y qué? No pueden vernos desde aquí...—
—Detente, me harás pasar vergüenza nuevamente— susurró Louis, tratando de apartar con suavidad la mano de Harry que seguía trazando líneas en su piel. —No quiero que tus padres me odien.
—Ellos te aman— respondió Harry con una sonrisa segura, deteniéndose un momento pero manteniendo su cercanía.
Louis dejó escapar una risa ligera, aunque había una ternura detrás de sus palabras. —Lo sé...— dijo, su mirada perdiéndose por un segundo en el cielo, mientras sus recuerdos lo llevaban de vuelta a una época más simple. —Anne siempre estuvo allí, tengo recuerdos muy lindos de ella y mi madre...—
Harry, al escuchar eso, se quedó en silencio, dejando que el peso de las palabras de Louis se asentara entre ellos. Sabía lo mucho que significaba para él recordar a su madre, y el hecho de que Anne hubiese sido una figura importante en su vida sólo reforzaba lo especial de ese momento. Louis giró levemente hacia Harry, sonriendo con cierta nostalgia.
—Cuando éramos niños, solían reírse juntas en la cocina, siempre con alguna receta nueva que querían probar. A veces me parecía que competían para ver quién hacía el mejor pastel— agregó, su risa suave pero llena de emoción.
Harry apretó suavemente su mano, besando su mejilla con cariño. —Siempre fue así. Mamá te quiere como si fueras suyo, Lou. Y ahora más que nunca, ya lo sabes.
Louis asintió, sintiéndose reconfortado por las palabras de Harry.
Louis soltó una carcajada ligera, echando la cabeza hacia atrás. —¿Tener sexo con mi hermano?— bromeó, divertido por su propio comentario.
Harry lo miró con una sonrisa juguetona y respondió con calma. —Nosotros no tenemos sexo.
Louis arqueó una ceja, sin poder contener otra risa. —¿Ah, no? ¿Y entonces por qué me duele el trasero cada vez que me siento?
Harry lo miró a los ojos, tomando su rostro con ambas manos, inclinándose hacia él con una expresión suave pero seria. —Nosotros hacemos el amor— corrigió con firmeza, su tono profundo y lleno de cariño.
Louis, aún con una sonrisa en los labios, no pudo evitar sentir un calor en su pecho ante las palabras de Harry. Se quedó en silencio por un momento, dejando que el significado detrás de esas palabras se asentara, antes de responder en un tono más suave. —Siempre tan romántico...
—Pero me amas— afirmó Harry con una sonrisa segura mientras sus ojos brillaban con picardía.
Louis suspiró suavemente, sintiendo el peso de la verdad en sus propias palabras. —Sí, lo hago... y mucho— respondió, deslizando sus dedos con delicadeza por los rizos de Harry, disfrutando de la suavidad entre sus manos.
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Erotic Melancholia
RomanceHarry Styles se había convertido en la estrella pop del momento, con una voz angelical y una apariencia divina. Louis Tomlinson, un fotógrafo talentoso, recibió la oportunidad de su vida: ser el fotógrafo oficial de la nueva gira de Harry. Para Loui...