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Harry había hablado extensamente con los médicos sobre el estado de Louis. Aunque la decisión de llevar a Louis a otro lado del mundo no era ideal debido a su debilitado estado de salud, también sabían que separarse no era la mejor opción para su recuperación. Finalmente, después de muchas conversaciones y ajustes, se llegó a un acuerdo: Harry y Louis viajarían juntos, con todas las precauciones necesarias para proteger la salud de Louis.

Todo estaba meticulosamente organizado para garantizar que Louis recibiera el mejor cuidado posible durante el viaje. Para evitar la atención no deseada y mantener el proceso discreto, saldrían por la puerta trasera del hospital. Una camioneta especialmente equipada, con sistemas médicos avanzados, los esperaría para llevarlos al aeropuerto. Esta camioneta estaba equipada con todo el equipo necesario, incluidos sistemas de monitoreo y emergencia, para asegurar la estabilidad de Louis en el trayecto.

En el aeropuerto, abordarían el avión privado de Harry, que también había sido preparado para atender las necesidades médicas de Louis durante el vuelo. El avión estaba adaptado con una sala médica, completa con equipos para administrar medicamentos, monitorear signos vitales y gestionar el suero intravenoso. Todo estaba dispuesto para proporcionar un entorno seguro y cómodo durante el vuelo.

Harry había contratado un equipo médico completo para acompañarlos. Esto incluía médicos especializados en cuidados intensivos, enfermeras experimentadas y personal de apoyo capacitado para manejar cualquier situación que pudiera surgir. Los profesionales se encargarían de administrar los medicamentos de Louis a intervalos regulares, gestionar su suero intravenoso y manejar la sangre de Harry, que estaba conectada a Louis como parte de su tratamiento. El equipo médico estaba instruido para monitorear continuamente el estado de Louis y responder de inmediato a cualquier cambio en su condición.

Sin embargo, Zayn no estaba del todo de acuerdo con el plan. A pesar de reconocer que era importante mantener a Louis cerca de Harry, tenía serias reservas sobre la idea de trasladar a Louis a Dinamarca en lugar de permitirle descansar y recuperarse en un entorno más controlado. Zayn expresó sus preocupaciones varias veces, advirtiendo que el olor a otros alfas y el cambio en el entorno podrían afectar negativamente el proceso de recuperación de Louis.

Pero ya sería así, viajarían a Dinamarca.

El día del viaje llegó rápidamente. Harry estaba ansioso, con un nudo en el estómago que no se iba. Sabía que la decisión de llevar a Louis a Dinamarca era arriesgada, pero también sabía que necesitaban estar juntos para que Louis se recuperara por completo.

El equipo médico llegó temprano para preparar a Louis. Zayn, aunque todavía preocupado, ayudó en lo que pudo, asegurándose de que Louis estuviera cómodo y tranquilo. Mientras tanto, Harry se encargaba de coordinar los últimos detalles del traslado, hablando con los guardias de seguridad y asegurándose de que la camioneta estuviera lista.

—Louis, ¿cómo te sientes? —preguntó Harry, inclinándose sobre la cama para acariciar suavemente el cabello de su omega.

—Estoy bien, un poco nervioso —admitió Louis, sus ojos buscando los de Harry en busca de consuelo.

—Todo va a salir bien —prometió Harry—. Estaremos juntos y te cuidaré. Nada malo va a pasar.

La camioneta llegó a la puerta trasera del hospital, y el equipo médico ayudó a trasladar a Louis en una camilla, conectando todos los monitores y el suero intravenoso. Harry se quedó al lado de Louis todo el tiempo, sosteniendo su mano y murmurando palabras de aliento.

—Vamos, Louis. Solo un poco más y estaremos en el avión —dijo Harry cuando finalmente llegaron al vehículo.

Zayn siguió de cerca, sus ojos siempre atentos, listo para intervenir si algo salía mal. Aunque no estaba de acuerdo con el plan, sabía que lo más importante era el bienestar de Louis.

El trayecto al aeropuerto fue tranquilo, con el equipo médico monitoreando constantemente el estado de Louis. Cuando llegaron, los guardias de seguridad formaron un cordón alrededor de ellos para mantener a los paparazzi a raya. La situación afuera era un caos, con fotógrafos y periodistas intentando obtener una foto de Harry.

—Rápido, tenemos que subir al avión —dijo Harry, apretando la mano de Louis mientras se dirigían hacia el jet privado.

Una vez a bordo, el equipo médico se aseguró de que Louis estuviera cómodamente instalado en la sala médica adaptada. Harry se sentó a su lado, sin soltar su mano ni un momento.

—Vamos a despegar en unos minutos —informó una de las enfermeras—. Por favor, manténganse tranquilos.

Louis asintió, sus ojos cerrándose lentamente debido al agotamiento. Harry se inclinó y besó suavemente su frente.

—Descansa, Louis. Yo me encargaré de todo —murmuró, su voz llena de cariño y promesas no dichas.

Mientras el avión despegaba, Harry miró a Zayn, quien estaba sentado cerca, todavía con una expresión de preocupación en su rostro.

—¿Estás seguro de que esto es lo correcto? —preguntó Zayn en voz baja, sus ojos fijos en Louis.

—Sé que es arriesgado, pero no puedo dejarlo solo. Necesita estar cerca de mí para recuperarse completamente. Haré todo lo que esté en mi poder para asegurarme de que esté bien —respondió Harry, su determinación firme.

Zayn suspiró, asintiendo ligeramente.

—Solo asegúrate de no cometer los mismos errores de antes, Harry. Louis confía en ti más de lo que te imaginas.

Harry asintió, sabiendo que Zayn tenía razón. Este viaje era más que solo una necesidad médica; era una oportunidad para demostrarle a Louis que había cambiado y que estaba dispuesto a hacer todo lo posible por él. Con esa resolución en mente, se acomodó en su asiento, decidido a cuidar de Louis durante todo el trayecto y más allá.

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora