Erotic Melancholia

XLVI

Louis pasó dos días pensando cuidadosamente si debía contactar a Harry. Finalmente, al no sentirse mejor y con la preocupación de que su lobo y su parte humana pudieran desalinearse, decidió que era necesario. Zayn estaba a su lado, ofreciéndole su apoyo mientras él marcaba el número de Harry.

El teléfono sonó varias veces antes de que Harry contestara. La voz al otro lado sonaba cansada y molesta.

—¿Louis? —preguntó Harry, su tono cargado de irritación—. ¿Por qué me llamas después de todo este tiempo? ¿Qué pasa?

Louis tomó una respiración profunda, sintiendo el peso de las palabras que debía decir.

—Hola, Harry. Lo siento por contactarte así. He estado pasando por un momento difícil y...— Louis dudó un momento—. Necesito hablar contigo.

—¿Necesitas hablar conmigo? —interrumpió Harry, su tono volviéndose más áspero—. ¿Después de lo que hiciste? Renunciaste sin decir una palabra, dejaste de contestar mis llamadas y mensajes. Me siento usado, Louis.

—Harry, no es eso en absoluto —dijo Louis, su voz temblando ligeramente—. La razón por la que renuncié es porque me estaba dañando. Estaba pasando por un episodio muy doloroso y no podía seguir así.

—¿Entonces me usaste para escapar de tus problemas? —dijo Harry, con evidente frustración—. ¿Cómo esperas que me sienta al respecto?

Louis sintió una punzada en el pecho al escuchar las palabras de Harry. Su voz temblaba mientras trataba de explicar su situación.

—No fue mi intención, Harry. Simplemente estaba abrumado —dijo, sus palabras saliendo entrecortadas—. Necesitaba alejarme para poder sanar. Los medicamentos no están funcionando y el médico me dijo que mi lobo y yo... están temiendo que mi lobo me rechace, que mi omega termine por matarme.

Sus mejillas comenzaron a mojarse con lágrimas, y podía sentir su corazón latiendo fuerte contra su pecho. El dolor en su voz era palpable.

Harry permaneció en silencio por un momento, procesando la gravedad de las palabras de Louis. Su enojo se desvaneció, reemplazado por una preocupación sincera.

—¿Qué dices? —preguntó Harry, su voz un susurro de confusión.

—Estoy en el hospital —murmuró Louis, sintiendo cómo su cuerpo temblaba contra los brazos de Zayn—. Y tú... tú eres mi destinado. No lo sé, me duele mucho y nada hace efecto.

—¿Soy tu destinado? —cuestionó Harry, su voz cargada de incredulidad—. ¿Qué demonios estás diciendo? ¿Es esto una broma?

Louis intentó responder, pero las palabras se quedaron atascadas en su garganta. El dolor y la confusión lo abrumaban. La sensación de no tener control sobre su propio cuerpo, como si tuviera un parásito interno que lo consumía, era insoportable. Cada intento de hablar era un desafío, su voz temblaba y se quebraba, y las lágrimas seguían fluyendo sin cesar.

Zayn tomó el celular de las manos de Louis, su expresión grave y cargada de frustración. Llevó el teléfono a su propia oreja, su tono era severo y firme.

—¿Te parece una broma, imbécil? —explotó Zayn—. No sé qué demonios crees que está pasando, pero Louis no está para tus estúpidos juegos. Él está en el hospital con una condición médica grave y extraña que nadie sabe cómo tratar. Está sufriendo mucho, y la situación es crítica. Pero tú tienes algo que ver en esto, así que tienes que arreglarlo.

Harry, claramente impactado y confundido, intentó procesar la información. Su voz sonaba aturdida.

—¿Arreglarlo? ¿Qué se supone que debo hacer?

—Harry, el omega de Louis podría matarlo si no se resuelve la situación —dijo Zayn, su tono se volvió aún más grave—. Este no es un maldito juego. Necesitas volar al hospital, hablar con el médico y con la terapeuta de Louis. Ellos te dirán qué está pasando realmente y cómo puedes ayudar. Tu presencia podría ser crucial para su recuperación.

—¿Pero por qué yo? —preguntó Harry, su voz un susurro de desesperación.

—Porque tú eres su destinado, y según el médico, tu conexión con él es esencial para tratar su condición —respondió Zayn con un tono que no dejaba lugar a dudas—. No estamos pidiendo una explicación, estamos pidiendo acción. Vuela aquí lo antes posible. Louis necesita tu ayuda, y esta vez, no puedes dar marcha atrás.

Harry estaba en shock. La urgencia en la voz de Zayn lo había sacudido profundamente. No podía comprender completamente la magnitud de lo que estaba ocurriendo, pero las palabras de Zayn estaban llenas de un miedo palpable, y eso lo hizo reaccionar.

—Está bien, está bien —dijo Harry, intentando calmarse mientras procesaba la información—. Voy a buscar el primer vuelo que pueda. ¿Dónde está exactamente Louis?

—En el Hospital Saint George en Londres —dijo Zayn—. Estaré aquí para informarte de cualquier actualización. Pero no pierdas tiempo. Cada minuto cuenta.

—Sí, lo haré —respondió Harry, colgando el teléfono sin más preámbulos.

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