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CAPITULO 100 😭😭😭🫶🫶🫶
Gracias por tanto apoyo

~❤️~

Louis ya estaba entrando en el octavo mes de su embarazo, y las patadas del bebé se habían vuelto tan constantes que a veces lo despertaban en medio de la noche. El cansancio se acumulaba en su cuerpo, haciendo que los días fueran cada vez más pesados, pero Harry siempre estaba ahí, cuidándolo y asegurándose de que estuviera cómodo.

—Mamá vendrá en una semana —informó Harry suavemente, mientras pasaba su mano por el vientre abultado de Louis, sintiendo un pequeño movimiento bajo sus dedos—. Vendrá la abuela, cachorro —susurró con ternura, apoyando su cabeza contra la piel tensa del vientre de Louis, como si ya pudiera comunicarse con el bebé.

Louis observó a Harry, viendo la forma en que se derretía ante la simple idea de que su madre estuviera cerca. Sabía lo importante que era para él, cómo ese vínculo con Anne siempre había sido tan fuerte. Y verlo así, tan atento y lleno de ilusión, le hizo preguntarse si tal vez era hora de hacer lo mismo.

—Debería llamar a mi familia, ¿no es así? —preguntó Louis en voz baja, casi como si no quisiera admitirlo. Habían pasado tantos meses sin hablar con ellos, tantos silencios cargados de preguntas sin respuesta. Era el período más largo que había estado sin comunicarse con su padre, y la simple idea de escucharlo ahora le causaba una mezcla de miedo y culpa.

Harry levantó la cabeza, sus ojos verdes llenos de comprensión. Sabía lo difícil que era para Louis enfrentarse a ese dilema.

—Creo que lo entenderán, amor —murmuró Harry, subiendo una mano para acariciar el rostro cansado de su omega—. Sabes que te quieren, y... tal vez también te han extrañado.

Louis suspiró, cerrando los ojos por un momento, dejando que las palabras de Harry se asentaran en su mente. Sabía que tenía razón, pero el miedo al rechazo o a la decepción lo hacía dudar. ¿Qué pasaría cuando supieran lo que había estado ocultando durante todo este tiempo? ¿Y si no lo aceptaban?

—Probablemente mi padre me odie ahora —murmuró Louis, aunque una pequeña sonrisa amarga apareció en sus labios—. O tal vez no... No lo sé.

Harry negó con la cabeza, sonriendo de manera tranquilizadora.

—No creo que te odie, Lou. Nadie puede odiar a alguien tan increíble como tú.

Louis dejó escapar una risa suave, aunque todavía había una pizca de inseguridad en sus ojos. Miró hacia abajo, donde las manos de Harry seguían acariciando suavemente su vientre, y dejó que el contacto lo calmara.

—Siempre tan positivo —murmuró Louis, agradecido por la presencia constante de Harry. Sabía que había sido difícil para ambos, pero Harry siempre encontraba la manera de hacerle sentir que todo iba a estar bien, incluso cuando las dudas lo acechaban.

—Solo cuando se trata de ti —respondió Harry con una sonrisa traviesa, inclinándose para besar la piel tensa de su vientre una vez más. Podía sentir los pequeños movimientos del bebé, y eso lo llenaba de una calidez que no podía explicar con palabras.

Louis suspiró, apoyando la cabeza contra el respaldo del sofá mientras sus pensamientos giraban en torno a su familia. Había tantas preguntas sin respuesta, tantos silencios que llenar. Desde que había quedado en estado, todo había sido tan rápido que apenas había tenido tiempo de procesarlo todo. Ahora, con Anne llegando pronto, sabía que era inevitable enfrentar esa parte de su vida que había dejado de lado.

—Supongo que no puedo postergarlo más —dijo finalmente, su voz resignada pero decidida. Se pasó una mano por el rostro, agotado por el simple hecho de pensarlo—. Llamaré a mi familia mañana.

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora