Erotic Melancholia

XL

Las pastillas hicieron su trabajo de manera sorprendente, permitiendo que Louis tuviera una noche de sueño profundo y reparador. Al despertar, se sintió renovado y listo para enfrentar el nuevo día.

Durante el desayuno con el equipo, Louis le envió un mensaje a Zayn y compartió con su terapeuta lo que había sucedido con Harry. Habló sobre la caja roja, el regalo y el dolor que sintió al ver a Harry. Sus palabras ayudaron a procesar sus emociones y a encontrar una nueva perspectiva.

Una vez vestido y con su equipo fotográfico listo, Louis decidió salir del hotel. La mañana estaba fresca y clara, ideal para capturar la esencia del momento. Se dirigió hacia la valla frente al hotel, donde un grupo de fans esperaba emocionadas para ver a Harry.

Louis observó a las fans, sus rostros llenos de entusiasmo y expectativa, y comenzó a tomar fotografías. Se concentró en capturar la pasión y el fervor en sus expresiones, sabiendo que esas imágenes serían parte del recuerdo de la gira. Las cámaras de los fans parpadeaban a su alrededor, pero él estaba enfocado en su tarea, inmortalizando los momentos más auténticos y espontáneos.

Mientras fotografiaba, Louis decidió hablar con algunas de las fans. Se acercó a un grupo que estaba especialmente emocionado.

—¡Hola! ¿Cuánto tiempo llevan esperando aquí? —les preguntó con una sonrisa amable.

Una de las fans, con una camiseta de Harry, respondió entusiasta:

—¡Desde muy temprano! No podíamos perdernos la oportunidad de ver a Harry y, por supuesto, conocerte a ti también. ¡Nos encanta tu trabajo!

Louis sonrió, agradecido por el apoyo.

—Me alegra mucho escuchar eso. ¿Cuál es tu canción favorita de Harry?

Otra fan, con una bufanda en la mano, respondió:

—¡"Sign of the Times"! La escuchamos en bucle. Es increíble cómo transmite emoción.

Louis asintió, tomando nota de la pasión en sus rostros.

—Es una gran canción, definitivamente una de mis favoritas también. Gracias por compartir eso conmigo.

Mientras conversaba con ellas, se dio cuenta de que interactuar con las fans le proporcionaba un sentido de conexión y normalidad. Habló con varios grupos, escuchó sus historias y risas, y tomó muchas fotografías espontáneas.

Aunque el regalo de Harry seguía en su mente, decidió dejar la cámara que le había enviado en su caja, en un rincón de su habitación. No estaba listo para usarla aún; tal vez más adelante. Por ahora, se concentraba en su trabajo, en capturar la esencia de los fans y en mantenerse enfocado en el presente.

Cada clic de la cámara era un recordatorio de su pasión por la fotografía, y mientras se movía entre la multitud, sintió una renovada determinación de seguir adelante, independientemente de los sentimientos complicados que aún tenía hacia Harry.

La hora pasó volando, y antes de que Louis pudiera darse cuenta, el momento de dirigirse hacia el estadio se había acercado. La mañana había sido productiva, pero ahora era el momento de prepararse para el evento principal del día.

Louis terminó de empacar su equipo fotográfico, asegurándose de tener todo lo necesario para capturar el espectáculo de Harry.

El bullicio alrededor del estadio era palpable; los fans ya se encontraban en las cercanías, algunos esperando ansiosos para entrar, otros con banderas y pancartas que mostraban su apoyo incondicional a Harry. Louis respiró profundamente, absorbiendo la energía vibrante del lugar. A medida que se acercaba, la emoción en el aire era contagiosa.

Dentro del estadio, el equipo estaba ocupado preparando el escenario y ajustando los detalles finales. Louis se dirigió al área de prensa, donde preparó su equipo para las fotos del espectáculo. Aunque su mente seguía procesando todo el tema de Harry, se centró en el trabajo que tenía delante.

Mientras el lugar se llenaba de fans y el ambiente se cargaba de expectativa, Louis se movió con agilidad entre la multitud, capturando la esencia del evento antes de que comenzara. Ajustó su cámara y se preparó para el momento en que Harry saldría al escenario, listo para inmortalizar cada instante del espectáculo.

La mezcla de nervios y anticipación estaba en el aire. Louis sabía que, a pesar de todo lo que había pasado, su pasión por la fotografía y el compromiso con su trabajo lo mantenían en marcha. Mientras el estadio se llenaba de luces y sonidos, se preparó para el show, esperando que este fuera un nuevo comienzo, tanto en su vida personal como profesional.

Harry salió al escenario con la energía y el carisma que siempre lo habían caracterizado. Su cabello estaba cortado a los costaba. El conjunto que llevaba puesto destacaba por ser ajustado, mostrando con orgullo todos sus tatuajes que adornaban su piel. La iluminación del escenario realzaba cada detalle, desde los tatuajes hasta los matices de su atuendo.

El público estalló en vítores y aplausos en cuanto lo vieron, creando una ola de entusiasmo que parecía imparable. Harry, con su característico brillo en los ojos, se movía con confianza y gracia, saludando a la multitud mientras comenzaba el espectáculo. La música comenzó a sonar, y las luces del escenario crearon un espectáculo visual impresionante, complementado por la presencia magnética de Harry.

Louis, desde su posición, ajustó su cámara para capturar cada momento. La forma en que Harry interactuaba con la audiencia, su energía y su talento en el escenario, todo estaba listo para ser inmortalizado. Aunque había una parte de él que seguía procesando lo que había sucedido con Harry, el profesionalismo y la pasión por su trabajo tomaron el control.

Cada clic de la cámara era un testimonio del espectáculo y de la habilidad de Harry para conectar con su audiencia. Louis se movía entre las áreas designadas, capturando las expresiones de los fans, las emociones del propio Harry y la magia del evento. El concierto, una vez más, era un recordatorio del impacto que Harry tenía sobre sus seguidores y del poder que tenía la música para unir a las personas.

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