CIX

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La habitación del hospital se iluminó con la llegada de la familia. Anne, entró primero, seguida de Desmond y Mark, así como las hermanas de Louis, quienes estaban emocionadas y ansiosas por conocer al nuevo miembro de la familia.

—¿Dónde está nuestro pequeño? —preguntó Anne con una sonrisa radiante, su voz llena de amor maternal.

Harry, aún sosteniendo a Oliver en sus brazos, se puso de pie con un gesto protector, como si estuviera listo para defender a su hijo de cualquier cosa. Su mirada se posó en cada uno de ellos, evaluando sus intenciones. Aunque sabía que todos amaban a Louis y al bebé, la paternidad había agudizado su instinto protector.

—Aquí está —dijo Harry, su voz suave pero firme mientras presentaba a Oliver—. Este es Oliver.

Los ojos de Anne se llenaron de lágrimas al ver al pequeño. Se acercó con delicadeza, su expresión llena de ternura.

—Oh, cariño, es precioso —exclamó, extendiendo las manos para acariciar la cabecita del bebé—. Se parece a ti, hijo.

Mark y Desmond se acercaron, sonriendo ampliamente. Mark, siempre el bromista, hizo una mueca divertida.

—Parece que le ha tocado el cabello de su padre —dijo, señalando la pequeña mata de pelo oscuro en la cabeza de Oliver.

Las hermanas de Louis, emocionadas, se acercaron a ver a su sobrino. Lottie, se inclinó hacia el bebé, con los ojos brillando de alegría.

—¡Es tan pequeño y perfecto! —susurró, sus dedos rozando la suave piel de Oliver.

Harry mantuvo su posición protectora, observando cada movimiento de su familia, asegurándose de que todos fueran suaves y cuidadosos. No podía evitar sentirse ansioso; este era su hijo, y quería asegurarse de que Oliver siempre estuviera seguro y amado.

—Recuerden que es muy pequeño, así que sean suaves —advirtió Harry, su tono lleno de cuidado y autoridad. Aunque sabía que su familia no haría nada para lastimarlo, la protección sobre su hijo era instintiva.

Louis, aunque un poco agotado por la recuperación, sonrió al ver a su familia reunida. Se sentía agradecido de tener a todos cerca, pero al mismo tiempo, no podía evitar sentir un poco de tensión en el aire. La forma en que Harry se posicionaba cerca de Oliver era una clara señal de su deseo de proteger a su hijo a toda costa.

—Está bien, amor, todos son familia aquí —dijo Louis, mirando a Harry con ternura. Luego se dirigió a su familia—. Gracias por venir a conocer a Oli.

La sala se llenó de risas suaves y palabras dulces mientras todos admiraban al bebé. Sin embargo, Harry permanecía en su lugar, siempre alerta y observador, como un león cuidando de su cachorro. Cada vez que alguien se acercaba demasiado o hacía un movimiento brusco, su mirada se volvía intensa, y Louis sabía que Harry haría cualquier cosa por proteger a su hijo.

El amor en la habitación era palpable. Todos estaban enamorados de Oliver, pero Harry era el primero en recordarles que, aunque el bebé era una alegría para todos, su seguridad y bienestar eran su prioridad número uno.

Zayn llegó al hospital varias horas después, justo cuando la habitación se llenaba de murmullos alegres y risas suaves. La familia de Louis había estado compartiendo anécdotas y riendo mientras admiraban a Oliver, quien dormía plácidamente en los brazos de su madre. Harry seguía en su posición protectora, observando cada interacción con un ojo atento.

Cuando Zayn entró, su expresión cambió de sorpresa a pura alegría. A pesar de los meses que habían pasado sin verse, su conexión era inmediata. Al ver a Louis acunando a Oliver, sus ojos se llenaron de lágrimas.

—¡Louis! —exclamó Zayn, acercándose rápidamente, sin poder contener la emoción—. ¡No puedo creer que ya esté aquí!

Sin pensarlo dos veces, Zayn envolvió a Louis en un abrazo apretado, dejando escapar un pequeño sollozo de felicidad. Louis, sorprendido pero contento, le devolvió el abrazo con calidez.

Sin embargo, el abrazo de Zayn provocó un gruñido bajo de Harry, que se plantó entre ellos, con una mirada protectora y un poco celosa.

—¡Ey! —dijo Harry, alzando una ceja—. ¡Cuidado con mi omega!

Zayn se separó rápidamente, limpiándose las lágrimas de los ojos, riéndose un poco por la reacción de Harry.

—Lo siento, Harry. No puedo evitarlo. ¡Es tu culpa por tener un bebé tan adorable! —respondió Zayn, aún con la emoción desbordando de su voz.

Harry, aunque todavía un poco a la defensiva, no pudo evitar sonreír ante la alegría de Zayn. El abrazo había sido sincero, y el amor que Zayn sentía por Louis y el pequeño Oliver era evidente.

—Pasa —dijo Harry, apartándose un poco para que Zayn pudiera acercarse a Oliver—. Pero ten cuidado.

Zayn se acercó con cuidado, mirando al bebé con adoración.

—Hola, pequeño. Soy tu tío Zayn —dijo, casi en un susurro, mientras acariciaba suavemente la cabecita del pequeño. Las lágrimas de felicidad volvían a asomarse a sus ojos.

Louis sonrió, sintiéndose agradecido de tener a su amigo cerca en este momento tan especial.

—No sé cómo decirlo, pero les ha salido un cachorro muy hermoso... y no tomes el crédito, Styles, que ni se parece a ti —dijo Zayn, soltando una risita mientras miraba a Oliver, quien seguía dormido, ajeno a las bromas de su tío.

Pero todos sabían que mentía. A pesar de su intento de desviar el mérito, Oliver era un mini Harry en todos los sentidos. Desde la forma en que sus labios eran ligeramente curvados hasta la forma en que sus cejas comenzaban a dibujarse en un arco delicado, era evidente que el pequeño llevaba consigo la esencia de su padre.

Harry, con un brillo de orgullo en sus ojos, no pudo evitar sonreír ante el comentario de Zayn.

—Oh, ven, Zayn, ¡eso es pura envidia! —respondió Harry, riendo mientras se acomodaba en su asiento—. Es obvio que se parece a mí. Hasta ahora, no ha mostrado ni una pizca de tu encanto.

Zayn alzó las manos en señal de rendición, riendo con los demás.

—Está bien, está bien. Pero al menos le he dado mis habilidades en la música, ¿verdad? —dijo, guiñando un ojo.

Y es que Zayn apenas podia tararear una canción de cuna sin reírse.

Louis sonrió, disfrutando de la banter entre sus amigos. La atmósfera era ligera, llena de amor y risas, lo cual le hacía sentir agradecido. Mientras tanto, Harry seguía observando a Oliver con una mezcla de adoración y protección, como si cada pequeño movimiento del bebé fuera un recordatorio de lo que habían creado juntos.

—Lo mejor de todo es que ahora tenemos dos cachorros en la familia —bromeó Louis, mirando a Harry, quien fingió mirar a su alrededor confundido.

—¿Dos? Solo uno, amor —respondió Harry, sacudiendo la cabeza con una sonrisa—. No necesito que te sientas más presionado.

Louis le lanzó una mirada divertida antes de reírse suavemente, sabiendo que en el fondo, Harry siempre tendría esa protección sobre su familia.

1150 palabras

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora