Definitivamente, ese día el bebé estaba inquieto. Louis apenas podía moverse sin quejarse, cada pequeño movimiento le recordaba lo pesado y incómodo que se sentía. Su vientre abultado se movía de un lado a otro, y a cada patada del pequeño, una expresión de incomodidad cruzaba su rostro.
Harry, por su parte, estaba al borde de un ataque de nervios. Su instinto protector estaba en plena alerta; el solo hecho de pensar que alguien podría acercarse demasiado a Louis lo ponía en un estado de agitación. Cada vez que una de las hermanas de Louis o incluso Mark intentaban acercarse para preguntar cómo se sentía, Harry se interponía entre ellos, con una mirada de advertencia en sus ojos.
—¡No te acerques demasiado! —les advertía, haciendo un gesto con la mano para mantenerlos a raya.
Louis lo miraba con una mezcla de exasperación y cariño, pero también sabía que Harry solo estaba actuando por amor. A veces, era un poco demasiado protector, pero también le hacía sentir seguro.
—Harry, estoy bien, solo un poco incómodo —intentó calmarlo Louis, aunque un ligero quejido salió de sus labios al cambiar de posición.
—No, no estás bien. Necesitas descansar —respondió Harry, moviéndose para acomodar a Louis en el sofá, colocando un par de almohadas detrás de su espalda para ofrecerle más soporte.
Louis suspiró, sintiéndose un poco mejor pero aún frustrado. Sabía que la llegada del bebé estaba muy cerca, y su cuerpo estaba comenzando a darse cuenta de ello.
—¿Puedes hacer algo para que se calme? —preguntó Louis, acariciando su vientre con una mano, mientras la otra se apoyaba en la pierna de Harry.
—Voy a intentar —dijo Harry, bajando su mano a la panza de Louis, poniendo su otra mano en la parte superior, casi como si estuviera tratando de conectar con el bebé.
Harry cerró los ojos y concentró su energía, tratando de transmitir una sensación de calma. Aunque aún se sentía un poco inquieto, la presencia de Harry siempre tenía un efecto tranquilizador en él.
Después de unos momentos, el movimiento en el vientre de Louis comenzó a suavizarse.
—Ahí, lo has hecho —dijo Louis, sonriendo al sentir la tranquilidad que poco a poco se apoderaba del bebé.
Harry sonrió, sintiéndose satisfecho por el pequeño logro. Sin embargo, su mirada seguía alerta, protegiendo a su omega como si fuera su tarea más sagrada. Porque, para Harry, nadie podría acercarse a su familia sin su permiso.
Toda la familia quería tocar la panza de Louis, claro que sí. Sus hermanas y Mark se acercaban con sonrisas brillantes y ojos llenos de emoción, ansiosos por sentir las patadas del bebé y compartir ese momento tan especial. Pero Harry no estaba dispuesto a ceder. La idea de que alguien más pusiera sus manos en el vientre de su omega lo hacía sentir incómodo, como si estuvieran invadiendo un espacio que solo le pertenecía a él y a Louis.
—¡Deja que lo toquen, Harry! —exclamó una de las hermanas, su voz llena de entusiasmo—. Solo queremos sentirlo.
Harry frunció el ceño, cruzando los brazos sobre el pecho mientras miraba a Louis, que intentaba sonreír aunque un poco incómodo por la atención.
—No, no es una buena idea —respondió Harry, su tono firme—. Louis necesita descansar, y no quiero que nadie lo incomode más de lo necesario.
—¡Pero solo es un toque! —protestó Anne, levantando las manos en un gesto de rendición—. Quiero sentir a mi nieto también.
—Lo entiendo, pero este es un momento entre nosotros —replicó Harry, sin apartar la mirada de Louis, quien a pesar de todo parecía disfrutar de la idea de compartir su embarazo, aunque la incomodidad era evidente.

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Erotic Melancholia
عاطفيةHarry Styles se había convertido en la estrella pop del momento, con una voz angelical y una apariencia divina. Louis Tomlinson, un fotógrafo talentoso, recibió la oportunidad de su vida: ser el fotógrafo oficial de la nueva gira de Harry. Para Loui...