XXXI

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Louis se dedica a sacar fotos, concentrándose en capturar cada detalle del ensayo: Harry y la banda en el escenario, la energía vibrante del lugar, y los momentos íntimos en los camerinos. Zayn se mantiene a unos metros de distancia, una presencia tranquilizadora en medio del caos.

Todo parece ir mejor de lo que Louis esperaba. Las luces del escenario parpadean, la música resuena, y el equipo trabaja en perfecta sincronía. Sin embargo, un gran estruendo interrumpe la armonía del momento, haciendo que todos dirijan su mirada hacia el escenario.

Allí, parado en medio del escenario, está Harry. El alfa tiene los puños cerrados y su guitarra yace en el suelo. El ambiente se vuelve inmediatamente pesado, cargado con el penetrante olor a café, eliminando cualquier rastro del dulce aroma a chocolate. Todo es enojo, enojo y más enojo.

Louis siente cómo su corazón se acelera y su cuerpo responde instintivamente. El deseo de correr hacia Harry, de colgarse de su cuello y liberar sus feromonas para calmar al dulce alfa rizado, se apodera de él.

Todo gira a su alrededor, y Louis se mueve, su omega toma el control. Con pasos decididos, se dirige hacia el escenario, sus pensamientos nublados por la necesidad de consolar y calmar a Harry.

—Harry —grita Louis, su voz apenas audible sobre el murmullo del equipo.

Harry levanta la mirada, sus ojos oscuros y llenos de rabia. Pero al ver a Louis acercándose, algo en su expresión cambia. El alfa da un paso hacia él, su respiración pesada y sus puños aún cerrados.

Louis se detiene frente a Harry, su propio cuerpo temblando de emoción y adrenalina. No sabe exactamente qué hacer, pero su omega lo impulsa a actuar. Sin pensarlo dos veces, se acerca más, sus manos temblorosas tocando suavemente el pecho de Harry.

—Estoy aquí —susurra Louis, sus ojos llenos de preocupación y necesidad.

Harry respira hondo, sus ojos clavados en los de Louis. El ambiente pesado parece aligerarse un poco, pero el olor a café sigue siendo dominante.

—Lou... —murmura Harry, su voz ronca y llena de conflicto.

Louis asiente, sus manos moviéndose suavemente por el pecho de Harry, intentando calmarlo.

—Tranquilo, Harry. Estoy aquí contigo —dice Louis, su voz suave y reconfortante.

Harry cierra los ojos por un momento, tratando de controlar su respiración. Louis siente la tensión en el cuerpo del alfa y se acerca más, sus feromonas mezclándose con el aroma de Harry.

—No puedo... —comienza Harry, pero Louis lo interrumpe, susurrando suavemente.

—Sí puedes. Solo respira, por favor —dice Louis, su voz un susurro suave contra la piel de Harry.

Lentamente, el alfa comienza a relajarse, su respiración volviéndose más lenta y regular. Louis siente cómo el ambiente se aligera aún más, y el olor a café comienza a mezclarse nuevamente con el dulce aroma a chocolate.

—Gracias, Lou —murmura Harry finalmente, sus ojos abriéndose para encontrarse con los de Louis.

Louis sonríe ligeramente, sus manos todavía sobre el pecho de Harry.

Por un momento, todo parece detenerse a su alrededor. El equipo, el ensayo, el lugar... todo se desvanece, dejando solo a Louis y Harry en su pequeño mundo.

Finalmente, Harry respira hondo y asiente, su mano encontrando la de Louis y apretándola suavemente.

—¿Podemos hablar? —pide Harry.

Louis asiente, sintiendo que el momento que tanto había temido finalmente ha llegado. Sabe que no puede postergarlo más. Sin decir una palabra, sigue a Harry mientras este se aleja del escenario, guiándolo hacia un rincón más tranquilo del estadio.

El silencio entre ellos es pesado, cargado de emociones no dichas y tensiones acumuladas. Louis puede sentir el corazón latiéndole con fuerza en el pecho, mientras su mente repasa todo lo sucedido en los últimos días.

Finalmente, llegan a un pasillo vacío. Harry se detiene y se vuelve hacia Louis.

—Louis, necesito que me escuches —comienza Harry, su voz baja pero firme—. Lo que pasó entre nosotros... No podemos simplemente ignorarlo.

Louis asiente de nuevo, sin saber qué decir. Sus manos tiemblan ligeramente, y siente un nudo en la garganta que le dificulta respirar.

—Sé que fue el celo, sé que... fue una situación extrema —continúa Harry, dando un paso más cerca de Louis—. Pero no puedo negar lo que siento. No puedo negar lo que pasó.

Louis levanta la mirada, encontrándose con los ojos de Harry. En ellos, ve la misma confusión y el mismo dolor que siente él mismo.

—Yo... Harry, no quería que las cosas fueran así —responde Louis finalmente, su voz apenas un susurro—. Todo se salió de control, y ahora no sé qué hacer.—

Harry asiente, entendiendo el dilema de Louis. Se acerca más, tomando las manos del omega entre las suyas.

—No te estoy pidiendo que tengamos todas las respuestas ahora mismo —dice Harry suavemente—. Solo quiero que sepas que estoy aquí, que esto significó algo para mí. No quiero que lo ignores o lo entierres.—

Harry se toma un momento, respirando profundamente antes de hablar, su voz firme pero cargada de emoción.

—Louis, dime lo que sientes. Dime por qué corres, porque no puedo aguantarlo más. La verdad es que verte con Zayn me vuelve jodidamente loco. Y es que no puedo evitarlo, tu omega me reclamó como su alfa y mi alfa lo hizo con tu omega, y sé que tú gustas de mí. Sé que te gusto, y no lamento haber escuchado tu conversación.—

Louis se queda en silencio, sorprendido por la intensidad de las palabras de Harry. Su corazón late con fuerza en su pecho, y siente cómo sus emociones se arremolinan dentro de él.

—Harry, yo... —comienza Louis, pero las palabras se le atascan en la garganta. Mira a Harry, viendo la sinceridad y la vulnerabilidad en sus ojos, y sabe que no puede seguir ocultando la verdad.

—Yo también te gusto, Lou. Y esto... esto no es solo el celo hablando. Esto es real. —Harry da un paso más cerca, su mirada fija en la de Louis—. No puedo seguir fingiendo que no siento lo que siento por ti.

Louis siente que las lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas de nuevo. Todo lo que ha estado reprimiendo, todo el dolor y la confusión, finalmente sale a la superficie.

—Tengo miedo, Harry —admite Louis, su voz quebrándose—. Tengo miedo de lo que esto significa. Tengo miedo de lo que pasará si nos arriesgamos.

Harry asiente, entendiendo perfectamente el temor de Louis. Levanta una mano, acariciando suavemente la mejilla de Louis, limpiando las lágrimas con su pulgar.

—Yo también tengo miedo, Lou —responde Harry, su voz suave pero decidida—. Pero prefiero enfrentar ese miedo contigo a seguir viviendo sin saber lo que podríamos tener. No quiero arrepentirme de no haberlo intentado.

Louis cierra los ojos por un momento, respirando profundamente mientras siente el calor de la mano de Harry en su mejilla. Sabe que este es un momento crucial, un punto de inflexión en su relación.

Finalmente, abre los ojos y mira a Harry, encontrando en su mirada la fuerza y la determinación que necesita.

—Está bien, Harry —dice Louis, su voz firme—. Vamos a intentarlo. No sé qué pasará, pero no quiero seguir corriendo.

Harry sonríe, una sonrisa llena de alivio y esperanza. Se inclina hacia delante, presionando un suave beso en la frente de Louis.

—Gracias, Lou —murmura Harry contra su piel—. No te arrepentirás.

Louis se permite relajarse en el abrazo de Harry, sintiendo que, por primera vez en mucho tiempo, están en el camino correcto. Tienen un largo camino por delante, lleno de desafíos y obstáculos, pero juntos, saben que pueden superarlo todo.

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora