LXXXVII

211 19 1
                                        

Cuando la noche cayó, decidieron que sería mejor idea quedarse allí. Desmond estaba preparando carne a la parrilla, mientras Anne jugaba con su nieta en un juego de mesa. Mientras tanto, Harry y Louis se encontraban en la habitación de Harry.

No era la misma casa donde habían crecido; Harry se había mudado cuando lo aceptaron en X Factor, eligiendo un lugar más cercano a la ciudad. Sin embargo, los recuerdos de su adolescencia seguían impregnando las paredes. Ambos estaban recostados en la cama de Harry, disfrutando de la comodidad del momento y esperando a que la comida estuviera lista.

—¿Puedo preguntarte algo?— cuestionó Louis, pasando sus manos por su vientre plano, sintiendo una mezcla de nerviosismo y curiosidad.

Harry lo miró con interés, notando la chispa de seriedad en sus ojos. —Claro, pregúntame lo que quieras, omega.

—¿Tú... quieres cachorros?— inquirió Louis, su voz casi un susurro. —¡No ahora! No estoy embarazado— añadió rápidamente, al ver cómo Harry abría los ojos con sorpresa.

Harry soltó una risa, intentando procesar la pregunta. —¿Cachorros? Es un poco prematuro, ¿no crees?

Louis sonrió, sintiendo que la tensión se disolvía. —Sí, claro. Solo pensaba en cómo sería todo... tener una familia.

Harry se quedó en silencio por un momento, contemplando la idea. —Me encantaría, algún día. Creo que contigo sería maravilloso.

—¿De verdad?— preguntó Louis, sintiendo que su corazón se aceleraba.

—Sí, pero quiero que sea en el momento adecuado, cuando estemos listos— respondió Harry, acariciando suavemente el brazo de Louis. —Lo más importante es que estemos juntos, como estamos ahora.

Louis sonrió, sintiendo una calidez en su pecho. —Eso suena perfecto.

—¿Por qué lo preguntas, omega?— cuestionó Harry, pasando la mano suavemente por el vientre de Louis, imaginándose cómo sería un día tener a su cachorro ahí.

—Es que ver a Gemma en estado simplemente me hace ponerme emocional... son las estúpidas hormonas de omega— respondió Louis, sintiendo que sus mejillas se sonrojaban.

—No son estúpidas— Harry sonrió, mirándolo con ternura. —Me encantaría tener cachorros contigo. En serio, cuando te vi junto a Ana no pude evitar pensar en cómo sería si tuviéramos una cachorra como ella.

Louis sonrió al escuchar esas palabras, su corazón se aceleró con la idea. —¿De verdad piensas eso?

—Claro— dijo Harry, acariciando el vientre de Louis con más cariño. —Imagino un pequeño que tenga tu sonrisa y tu forma de ser. Sería perfecto.

Louis se sintió abrumado por la calidez de los sentimientos que compartían. —Me encantaría... crear una familia juntos. Pero, ¿estás seguro de que estás listo para eso?

—Cuando llegue el momento, lo estaré. Solo quiero asegurarme de que estemos completamente felices y preparados— respondió Harry, mirando profundamente a los ojos de Louis. —Tú eres mi prioridad.

—Joder, te amo, Styles— declaró Louis, sintiendo cómo el amor lo invadía. Sus palabras flotaron en el aire entre ellos, llenando la habitación de una calidez que apenas podían ignorar.

Harry sonrió, sus ojos brillando con sinceridad. —Y yo a ti, Lou. Eres todo lo que siempre quise.

Louis se acercó, apoyando su frente contra la de Harry, disfrutando de la conexión que compartían. —No puedo esperar a construir un futuro contigo.

—Tampoco yo— susurró Harry, atrapando los labios de Louis en un beso suave, lleno de promesas y sueños compartidos.

—Mhm, ¿cuántos cachorros te imaginas?— murmuró Louis con una sonrisa traviesa, observando a Harry de reojo.

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora