Capítulo 6

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CAPÍTULO 6

*narra Marco*

Aimar: Vamos, tío, sal ya de la cama, hace media hora que ha sonado el despertador.

Marco: Odio el instituto. - respondo, tapándome la cabeza con la sábana.

Aimar: Pero en tu anterior instituto no estaba yo. Ya verás qué bien nos lo pasaremos este año. - me destapa y pone cara de sorprendido al verme - ¿Duermes vestido?

Marco: Es una táctica para apurar hasta el último minuto en la cama.

Aimar: Pensaba que yo era alguien muy friki, pero acabo de descubrir que existe alguien todavía más. Nos llevaremos muy bien, compi de habitación, estoy convencido. - nos chocamos la mano y me obliga a salir de la cama. Acabo de arreglarme en menos de diez minutos y ya hemos salido de nuestro cuarto.

Recorremos juntos el trayecto hasta que toca separarnos, porque Aimar va a 4 ESO D y yo a 3 ESO D.

Lo que más temía de venir a este instituto está a punto de llegar, el inevitable reencuentro con Ana y todos los recuerdos de estos dos últimos años. Bueno, sobre todo los del último año... Me fijo en ella, sin que todavía me vea, y no puedo evitar volver a pensar en lo que ocurrió aquel día del frío febrero de este año, ese recuerdo que intento olvidar, pero es misión imposible.

FLASHBACK

Ana: UEEEE, TE HE VUELTO A MACHACAR. SOY UN AS CON LA WII. - empieza a saltar, moviendo el mando de la Wii como una loca.

Marco: Ya, ya... - intento quitarle importancia al asunto. Estoy quedando como un perdedor delante de ella.

Ana: Oye, ¿no me estarás dejando ganar?

Marco: ¿Por qué iba a hacer eso?

Ana: Últimamente no paran de compadecerse de mí y estoy harta...

Marco: Eso son idiotas que no saben lo fuerte que eres.

Ana: Gracias por apoyarme. Siempre.

Marco: Gracias por invitarme a tu casa este fin de semana, Ana.

Ana: Ni me las des. No nos veíamos desde diciembre y ya tocaba...

Noto que su mirada se vuelve ausente por unos segundos, pero se da cuenta y no deja que su mente se traslade a otro lugar. Se sienta en el sofá, coge los palitos que hay en la mesa y los unta en el enorme pote de Nutella. Yo me uno. La Nutella es una de las pocas cosas a las que no me puedo resistir. Y Ana es otra de esas cosas a las que nunca podré resistirme. Llevo haciendo un trabajo muy duro de abstracción desde que la conocí, para evitar pensar en todo lo que siento por ella cuando estamos juntos, porque no quiero estropear nuestra amistad y porque sé que su corazón ya tiene otro dueño. ¿Llegará algún día en el que no pueda más y explote? Espero que no...

Seguimos hablando de tonterías, pero yo no puedo parar de fijarme en esa mancha de chocolate que le adorna la comisura izquierda.

Marco: Ana... - interrumpo su monólogo - Tienes... Estás manchada de Nutella. - intento parecer que me divierte la situación, pero es al contrario, no sabéis cuánto me atrae.

Ana: ¿Dónde?

Marco: Aquí. - se lo señalo, ella intenta limpiárselo pero sin éxito. - A ver... Aquí... - le susurro a la vez que paso mi dedo por su boca para limpiárselo. Me quedo mirándola a los ojos lo que parece una eternidad hasta que no puedo más y la beso. Ese beso que tanto necesitaba. Ana no se separa. Y sigo besándola, sintiendo un deseo irrefrenable de no separarme nunca más de ella, reafirmando lo enamorado que estoy y deseando que este momento sea eterno. Pero no lo es, porque al cabo de, no sé, para mí ha sido una vida entera, ella pone la mano en mi pecho y se separa de mí. Tiene lágrimas en los ojos.

Ana: Marco, sabes que esto no está bien...

Se levanta del sofá y me deja ahí, sin capacidad de mover ningún músculo, sin saber cómo reaccionar ni qué narices sentir ahora.

•FIN DEL FLASHBACK•

Desde ese día hemos seguido viéndonos, nunca voy a dejar de apoyar a Ana, pero huelga decir que nuestra relación ha cambiado. Porque Ana solo puede ofrecerme amistad y eso es algo que me está costando barbaridades asumir, nunca pensé que podría afectarme tanto...

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