Capítulo 182

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CAPÍTULO 182

*narra Elena*

Salvada por la campana. He estado a punto de arrancarle los pelos a la zorra de Marta, pero por suerte se han tenido que ir alertados por algo que le ha pasado al chico que al parecer todos detestan. No me importaría conocerlo más, tiene dos cosas en común conmigo: está muy bueno y todos lo odian. De todos modos, necesito saciar mi sed de venganza, así que ya va siendo hora de que hable con la persona más implicada en mi plan.

Me asomo a la sala común, no encontrándolo a él, sino a su compañero de habitación. Divino. Seguro que está solo en su cuarto.

Llamo a la puerta y en cuanto me ve una expresión de terror invade su rostro. Me cuelo sin pedir permiso, me planto en medio de la sala y me pongo las manos en mis caderas.

Elena: No creo que esa sea una buena forma de recibirme.

Juan: Creía que me habías dejado en paz de una vez.

Elena: No sé si recuerdas que por culpa de tu inutilidad mi venganza todavía no se ha llevado a cabo. He tenido que implicarme de lleno en el modelaje para que me dejaran venir a este instituto y así supervisar tu trabajo. Ya es hora de que vuelvas con Cova.

Juan: No quiero seguir con esto.

Elena: ¿Estás seguro de lo que me acabas de decir? ¿Eres consciente de las consecuencias que puede acarrear que te niegues a ayudarme?

Juan: Maldito el día en que decidí ir a esos campamentos de verano. - murmura.

Elena: Bendito el día en que coincidimos ahí. Ya va siendo hora de que la bola pague por conseguir que me expulsaran de mi anterior instituto y hacerme quedar como una "looser".

Juan: Pues parece que tú tampoco estás muy pendiente de eso, ya que te estás encargando de divertirte con Mauro. - se atreve a atacar.

Elena: Lo que me traiga con Mauro no es asunto tuyo.

Juan: Acabará descubriendo lo pécora que eres.

Elena: ¿No entiendes que cómo termine con el ricitos me da completamente igual? Tan solo me sirve para no aburrirme tanto, además, besa muy bien. Pero en fin, ¿a ti esto qué más te da? ¡Yo solo quiero que la bola pague por lo que me hizo!

Juan: ¿Quieres dejar de llamarla "la bola"?

Elena: Ay, querido Juan, esto será lo más light que oirás a partir de ahora. Cúrratelo y vuelve de una vez con ella, te he allanado el terreno, para que luego te quejes. Cuando volváis a salir, seguirás mis indicaciones de nuevo y entre los dos la machacaremos. Si lo creo conveniente, pediré refuerzos. Ve con cuidado de no volver a decepcionarme, te juegas mucho y lo sabes.

*narra Xavier*

De mi garganta emergen verdaderas carcajadas en cuanto Bruno y Chloe se plantan en el escenario del karaoke, deleitándonos con Summer Nights, de Grease. Me fijo en cómo los mira Martu, embelesada, pero cambia la expresión en cuanto se percata de que la estoy observando.

Martu: Mi dolor de cabeza sigue sin desaparecer. - se queja.

Xavier: ¿Te voy a buscar un paracetamol?

Martu: Creo que será lo mejor...

Xavier: Yo me quedé sin, ¿tú tienes?

Martu: En el cajón de mi mesita de noche. - me informa mientras me tiende las llaves de su habitación.

Una vez ahí dentro y con el cajón abierto, empiezo a entender la actitud de mi novia y de mi mejor amigo. En ese cajón no están tan solo las pastillas, sino que encuentro una cinta de pelo negra, con un pequeño detalle blanco y un poco de tela deshilachada... Es la cinta de Bruno. ¿Por qué la tiene guardada y cómo ha llegado hasta aquí? 

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