Invencibles

Capítulo 195

CAPÍTULO 195

*narrador omnisciente*

Se siente como si el veneno de una picadura de un pez piedra hubiera empezado a surtir efecto en su cuerpo. Dificultad respiratoria. Frecuencia cardiaca irregular. Dolor de cabeza. Parálisis. En cambio, a Bruno la humillación le ha inyectado adrenalina, ya que se dirige con ímpetu hacia Xavier e Itziar.

Bruno: ¿Se puede saber qué acabáis de hacer? —les recrimina.

Xavier: ¡Algo que debería de haber hecho hace mucho tiempo!

Se abalanza sobre él, impactando el puño en toda la nariz, de la cual empieza a emanar sangre. Bruno lo agarra de la cadera y lo tira al suelo, iniciando un forcejeo sin fin.

Las dos Marías observan la pelea desde una distancia prudente, intentando mantenerse ajenas al asunto, pero sin un resultado altamente satisfactorio.

MaríaF: El lío que se ha montado... Ya le está bien a Xavi, por haberse enamorado de la adorable argentina, al final ha resultado más puta que bonita.

MaríaQ: Cómo te guardabas este rencor... —insinúa la rubia ceniza oscuro, siempre se empeña en matizar el color de su pelo.

MaríaF: ¿Sabes qué me ocurre? A veces Marco está ausente y sé que piensa en Ana, a veces yo estoy ausente y pienso en Xavi.

MaríaQ: ¿Sois un clavo mutuo?

MaríaF: Yo solo sé que no sé nada.

MaríaQ: Sócrates te ha cundido, ¿eh? —la castaña chocolate le da un cariñoso empujón— ¿Por qué no intentas acercarte ahora a Xavi? Después de lo que le ha pasado, agradecerá el apoyo de alguien.

MaríaF: No quiero traicionar a Marco, me ha tratado genial, él y sus suricatos eran lo que necesitaba. No pienso ir detrás de Xavi, quizás una parte de mí se siente todavía atada a él por el "qué hubiera pasado", pero si de verdad el destino nos tiene algo guardado, ya me lo encontraré.

MaríaQ: Sócrates hubiera admirado esa reflexión.

MaríaF: Qué tonta estás hoy —le saca la lengua—. ¿Y tú qué? ¿Nada nuevo?

MaríaQ: ¿Por qué tendría que haber novedades? —su mejor amiga le dedica una mirada cargada de obviedad— Bueno, ahora que Mauro ha dejado a Elena...

MaríaF: Prosigue...

MaríaQ: En ocasiones una idea un tanto extraña aparece en mis fantasías.

MaríaF: ¿Vas a relatarme un sueño erótico?

MaríaQ: ¡Idiota! —se sonroja, dándole un pequeño golpe en el hombro— Pues eso, ahora que Mauro y Elena no están juntos pienso en que... —baja la vista, avergonzada—¿por qué conformarme con un Mauro si puedo tener a los dos?

MaríaF: ¡Pero qué zorra! —bromea— La gran modelo dejándose llevar por acciones ilícitas.

MaríaQ: ¡Nada de acciones! ¡Son solo pensamientos y ahí se quedan! ¡Yo quiero mucho a mi Mauro!

MaríaF: ¿Cuál de los dos es tu Mauro?

MaríaQ: ¡Idiota! —repite— Pues Mauro, mi novio —ambas se miran y una sincera carcajada emerge de sendas gargantas. Por delante de ellas pasa Ana Luna, acompañada de Víctor—. ¿Y qué ha sido de Mario? —inquiere, intentando cambiar de tema.

MaríaF: A mí me llegó, a través de Marco, que había intentado hablar con Aina, pero que ella estaba demasiado ocupada con Álvaro como para prestarle atención.

MaríaQ: Hace tiempo que no le veo el pelo.

MaríaF: Normal, estará avergonzado.

MaríaQ: ¿Tú también hiciste trampa en el duelo final?

MaríaF: ¡Hoy estamos cubriendo el cupo de idioteces! —apunta ella, sin dejar de sonreír. Decide contestarle con un ataque de cosquillas, para después seguir la fiesta con la compañía de sus respectivos novios.