CAPÍTULO 133
*narra Marta*
Camino por el pasillo que lleva a los vestuarios del gimnasio, ya que he decidido que es hora de practicar algo de deporte. Sin embargo, alguien tira de mí con mucha fuerza y casi sin darme cuenta, me encuentro dentro del cuartito del gimnasio, a oscuras y con los labios de Marcos encima de los míos.
Marta: No vuelvas a hacer eso. - susurro, clavándole mi dedo en su vientre.
Mendicuti: Vamos, si te ha encantado. - y vuelve a besarme con delicadeza.
Marta: Marcos, un momento. - me separo, aunque sin dejar de acariciarle el pelo - No puedo seguir viéndome a escondidas contigo hasta que no zanje lo de Víctor.
Mendicuti: ¿Marta Álvarez sintiendo compasión por los demás?
Marta: ¡Vete al Tártaro! - exclamo, zafándome de él - Quizás no puedes comprenderlo, pero Víctor me importa.
Mendicuti: Lo que no puedo comprender son las ganas locas que tengo de estar contigo, acariciarte, besarte...
Marta: No evites el tema. Quiero estar contigo, pero antes tengo que dejar a Víctor. No sé cómo va a tomárselo... - me pongo a temblar, pensando en que me dije que nunca me perdonaría si le hiciese daño y es justamente lo que estoy haciendo. Siempre voy a ser una persona perversa.
Mendicuti: Si te quiere de verdad, lo entenderá.
Marta: No voy a explicarle lo que nos pasa, sé que nunca me lo perdonaría. Déjame hacerlo a mi manera...
Mendicuti: Está bien. - hago amago de abrir la puerta, pero vuelve a atraerme hacia él - ¿No piensas darme un último beso?
Marta: Más quisieras. - le digo provocativamente, acercándome mucho a él, nuestras narices se rozan y justo cuando él se cree que voy a salvar la minúscula distancia que nos separa, me separo, yendo hacia el gimnasio y dejándolo con las ganas.
*narra Rocío*
Me acomodo en las butacas del teatro, presenciando el ensayo de Roger y sus compañeros. Cuando Roger canta, mirándome a los ojos, os juro que me siento infinita. Su voz es demasiado especial, incluso más que la de mi cantante favorito: Daniel Diges.
Roger desaparece tras el telón, preparándose para otra canción. Intento concentrarme en las canciones de los otros chicos, pero alguien muy cercano se sienta a mi lado.
Lucas: He de reconocer que tu novio canta muy bien.
Rocío: ¿Por qué pronuncias <<tu novio>> con desdén? - le saco la lengua.
Lucas: Por nada, por nada. Hacéis muy buena pareja.
Rocío: ¡Qué sarcástico estás hoy! - le doy una colleja.
Lucas: Oh, había olvidado lo dolorosas que son tus collejas. - dice, rascándose la nuca.
Rocío: Y yo lo lacio que eras. - bromeo.
Lucas: Un lacio que te conoce muy bien. - me tiende un sobre - Ábrelo.
Rocío: ¡No puede ser! ¿Otro regalo? ¡Te voy a matar!
Rasgo el sobre y ahogo un grito de emoción en cuanto me encuentro con dos entradas para un concierto de la gira "Calle Broadway" de Daniel Diges en Tarragona.
Lucas: Para ti y tu novio, para que mejore su canto. - vuelvo a pegarle otra colleja, estoy divirtiéndome con la situación.
Rocío: Ni hablar, te vienes conmigo, para que comprendas lo mágico que es Daniel Diges.
Lucas: En serio, no te lo estoy regalando para ponerte en un compromiso y tener que ir juntos.
Rocío: Da igual, quiero ir contigo. - no me importan las consecuencias que tengan esta decisión. Me apetece compartir ese momento con él, todo lo demás queda en segundo plano.
Lucas: Guay. - me sonríe, noto su mirada sincera y alegre.
Rocío: Guay. - le correspondo con la mirada.
Una mirada tan potente y verdadera que ni un cuchillo podría cortarla.
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Invencibles
Teen FictionHan pasado dos años desde que Manuel se proclamó ganador de Masterchef Junior 2. Los organizadores del programa y los padres de los concursantes acabaron decidiendo que no era muy viable seguir yendo a los colegios públicos de sus respectivas ciuda...