Capítulo 27

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CAPÍTULO 27

*narra Cova*

Cova: Ughhh, ¡odio al señor Manzana y sus deberes! - exclamo - ¡También odio los lunes! - estampo el bolígrafo contra la pared de mi habitación y me reprimo para no arrugar las fichas de sociales.

Chloe: ¿A Juan también lo odias? - me pregunta mi compañera, tumbada en la cama y leyéndose un texto de lengua.

Cova: ¿Qué? - mi confusa reacción provoca que se siente en la punta de la cama, para poder vernos mejor.

Chloe: ¿Qué pasó ayer con él? - levanta las cejas de manera provocativa.

Cova: Pues que empezamos a hacer una bonita bufanda. Hemos quedado otro día para terminarla.

Chloe: ¿Y nada más? - sigue adoptando esa expresión de doble intención.

Cova: ¡Que no! ¿Qué tendría que pasar?

Chloe: Bueno, un chico y una chica, que aparentemente se gustan...

Cova: ¿De dónde has sacado que me gusta Juan? ¿En serio? - me hago la ofendida.

Chloe: ¿Entonces no?

Cova: Bueno... - creo que se me están enrojeciendo las mejillas - No lo sé... Tampoco me lo había planteado. Por cierto, la próxima vez que le eches maldiciones gitanas verbales a Itziar, procura que esté dormida. Me asustaste. - ahora es ella la que se enrojece, me enseña el dedo corazón y vuelve a sus tareas. Ha bastado este comentario para aparcar el tema. Ayer, cuando intentaba dormirme, Chloe empezó a murmurar palabras en inglés y lo único que supe distinguir fue "Itziar". Pero se me quedó la melodía clavada en el cerebro y me costó muchísimo conciliar el sueño. tenía que recriminárselo.

*narra Mario*

Golpeo la puerta, sin poder controlar los nervios.

Mario: Hola. - intento mostrar indiferencia cuando Remei me abre, pero mi pierna se mueve involuntariamente.

Remei: Hola. - sin embargo, ella me sonríe. - Estamos solos, Marta se acaba de ir con Víctor.

Mario: Perfecto... - Remei levanta una ceja - ¡Perfecto porque Marta está con Víctor! ¡No porque estemos solos! Es decir... - me lío - Es igual...

Remei suelta una bonita carcajada.

Remei: Pensaba que los años te habrían ayudado a no ponerte nervioso en mi presencia.

Mario: Pues ya ves que no...

Remei: Anda, pasa. - dice, con un tono de voz que intenta quitarle hierro al asunto. Se acomoda en la cama y me invita a que me ponga a su lado, pero yo, en cambio, me siento en el suelo, evitando el contacto. - No muerdo, ¿eh?

Mario: Estoy cómodo aquí. - desvío la mirada - Mira... Me gustaría que nuestro cacahuete llevase crema de plato. - ella empieza a reírse. Otra vez.

Remei: Vale, crema de cacahuetes, me lo apunto.

Mario: ¡Ostras! - me pego con mi mano en la frente, sintiéndome inútil.

Remei: Nuestro cacahuete... - sigue riendo - Podríamos adoptar a uno. ¿Cómo le llamaríamos?

Mario: Metepatas. - estoy rojo como un tomate. ¿Por qué siempre tengo que parecer un estúpido delante de Remei?

Remei: No me desagrada. - sonríe, pero de golpe, su expresión se torna seria y me mira fijamente - En serio, creía que lo habías superado. - su mirada esconde tristeza, imagino por qué.

Mario: Pues no. Nunca superé tu rechazo.  

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