Capítulo 141

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CAPÍTULO 141

*narra Rocío*

Tras haberme hecho una foto con el gran Daniel Diges, ahora hay que dar paso al álgido momento de "fangirleo". El gélido viento golpea mi rostro al salir, aunque ahora no hay frío que me detenga. Rememoro algunos de los momentos más especiales de la noche. A Lucas entrelazando sus dedos con los míos antes de entrar al teatro. A Lucas mirándome con ternura cuando susurraba las letras de las canciones de mi cantante favorito. A Lucas tendiéndome un pañuelo para secarme las lágrimas. A Lucas tranquilizándome antes de hacerme la foto con él. No cambiaría ni un solo gesto de esta noche.

Rocío: Gracias. - le digo, mirándolo fijamente a sus ojos, una vez he apaciguado mi euforia.

Lucas: A ti por querer que te acompañe.

Vuelve a entrelazar sus dedos con los míos y un escalofrío recorre todo mi cuerpo. No me apetece separarme de él. Paseamos tranquilamente por las calles vacías de Tarragona.

Rocío: No quería romper la magia, pero es que no entiendo tu repentino cambio de actitud hacia mí. - comento, demasiado desconcertada conmigo mismo. - Nos conocemos, nos enamoramos aunque tú no quieras admitirlo, finalmente me dejas plantada. No te veo el pelo durante dos años y nos reencontramos en un instituto donde tú no tienes nada que ver. Cada día te enrollas con una chica diferente y pasas de mí. Un día, de repente, parece que estás arrepentido, justamente cuando yo estoy saliendo con alguien. Te acercas a mí y yo, ingenua, te vuelvo a permitir entrar en mi corazón.

Existe algo que no me permite dejar a Roger y darle una segunda oportunidad a Lucas. Él suelta su mano y se detiene de golpe.

Lucas: Acepté estudiar en este instituto por... ti. - murmura. Levanta la vista y aprieta los puños - Fuiste la primera persona que hizo que me diera cuenta de que tenía la capacidad de amar. Me asusté. - confiesa, alejándose de mí dando tres pasos hacia atrás, como si no pudiera soportar revelarme por fin sus sentimientos, como si necesitara separarse de mí para que no lo escuchara - Repelía la idea de tener que estar atado a nadie. - eleva la voz - ¡Te dejé plantada! ¡Te humillé, joder, te humillé! - grita, dando dos pasos más hacia atrás. - Me empeñé en liarme con todas las chicas que estuvieran a mi disposición, para convencerme de que lo nuestro tan solo había sido un desliz. - otro paso - ¿Cuál era el problema? Que todas me recordaban a ti. Todas me recordaban al amor que me perdí como un estúpido. - Otro paso. Se encuentra ya en el borde de la carretera. - No conseguía que te fueras de mi cabeza. - se planta en medio de la carretera desierta. - Ya era hora de que asumiera mis sentimientos. Todas mis reacciones fueron por miedo. Pero por fin lo he aceptado. Por fin puedo decirte que... - cierro los ojos, esperando que de su boca salgan de una vez esas palabras que nos separaban. - Te quie... - un golpe sordo corta su voz, abro los ojos alarmada y me encuentro con un coche impactando sobre el cuerpo de Lucas. Observo horrorizada cómo sale volando por los aires y me dirijo hacia él con las piernas flaqueando y mi interior más magullado que su cuerpo. Me arrodillo a su lado, fijándome en que el conductor está llamando a una ambulancia. Le acaricio la cabeza sin poder controlar el tembleque de mis manos, que se me llenan de sangre por su imponente herida craneal. Hundo mi cabeza en su pecho, sin sentir los latidos de su corazón, quizás es porque mis sollozos son mucho más fuertes.

Rocío: Lucas... Tienes que escucharme. Te quiero. No puedes morirte sin que sepas que te quiero. - levanto otra vez la cabeza, mojando todo su cuerpo con mis lágrimas - Te quiero. Siempre te he querido. - un aullido desesperado sale de mi garganta.

Miro hacia todos lados, conteniendo el impulso de machacar al tipo que lo ha atropellado, no puedo separarme de su lado, debo esperar a que llegue alguien para arreglar esta catástrofe.

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