Capítulo 24

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CAPÍTULO 24

*narra Manuel*

Viernes. Once de la noche. Debería irme a dormir. Pero no puedo. Llevo desde el lunes sin columpiarme y tengo demasiado mono. Así que me dirijo a los columpios y, tal y como me esperaba, ella está ahí. Me acerco silenciosamente y me siento en el otro columpio, sin decir nada.

Ana: Ey. - me saluda.

Manuel: Ey.

Ana: No has venido a columpiarte en toda la semana...

Manuel: Me imaginaba que estarías tú y...

Ana: Y no te apetecía verme. - esquivo el comentario, no es que no me apeteciera, es que su presencia es como un puñal en mi estómago.

Manuel: ¿Cómo estás?

Ana: He tenido épocas mejores. - dice, con voz grave.

*narra Ana*

De repente, se levanta del columpio y se posa delante de mí.

Manuel: Ana, - traga saliva - ¿Qué nos ha pasado? Éramos invencibles...

•FLASHBACK•

Manuel viene escopeteado del salón y se encierra en el baño de un portazo.

Ana: Manuel, - lo llamo, aporreando la puerta - ¡Manuel! ¿Qué ha pasado?

Abre la puerta lentamente y me deja pasar. Se mete dentro de la bañera, vestido, y enciende el agua.

Manuel: Me están obligando a marcharme de aquí.

Sus padres han venido a hacernos una visita, por lo que parece, una visita en la que pretenden llevarse a Manuel.

Manuel: Dicen que ya está bien del cuento, que tú ya te has recuperado y que yo debo de estar con mi familia. Estúpidos... No pueden ni verse la cara desde que se separaron pero para esto sí que se ponen de acuerdo, ¿no? ¿Acaso no entienden que tú eres mi familia? ¿Acaso no entienden que si me separo de ti seré yo el que no se recuperará? - pega fuertes tortazos al agua, chapoteándolo todo. Entro en la bañera, cierro el grifo, ya tiene el agua suficiente, y me siento en frente de él.

Ana: ¿Y qué pasaría si te negaras a marcharte?

Manuel: Es lo que he hecho y han empezado a amenazarme con que dejarían de pagarme todos mis gastos aquí y que tendría que ser independiente y que luego cuando quiera volver ellos ya no querrán, que tú eres una simple novia y que ellos son mis padres y que te estoy anteponiendo a todo... Odio las amenazas sin fundamentos.

Ana: No quiero que tengas problemas con tus padres... Sé que no están siendo nada justos, pero somos muy pequeños como para hacer lo que nos dé la gana... - Manuel lucha por no llorar. Y yo también.

Manuel: Nos veremos todos los meses. Lo prometo. - se le resbala la primera lágrima - Ese será el trato que les propondré a mis padres a cambio de volver a Valencia. Y Fin de Año lo pasamos juntos.

Ana: Te quiero, bacalao. - ahora es mi mejilla la que está empapada de lágrimas.

Me aproximo a él y nos besamos con fuerza, sin querer pensar que son nuestros últimos momentos viviendo juntos. En un ataque de querer quitarle importancia al asunto, agarro el grifo y lo enciendo, mojando a Manuel, iniciando una divertida guerra de agua. El baño se inunda de nuestras risas mezcladas con amargas lágrimas. Pero lo que importa es que siempre estaremos juntos. Pase lo que pase. Invencibles.

•FIN DEL FLASHBACK•

Cumplimos nuestra promesa y nos vimos todos los meses. Hasta que llegó el segundo verano después de haber participado en Masterchef Junior.

Yo también me bajo del columpio y me acerco al Manuel del presente.

Ana: Tú y yo somos imposibles. - susurro.

Manuel: Tú y yo fuimos invencibles. - responde, también en un susurro.

Nos quedamos un rato escrutándonos con la mirada, ninguno de los dos se atreve a hacer ningún movimiento. Hasta que me tumbo en el suelo, boca arriba. Manuel, al cabo de un rato, hace lo mismo.

Manuel: ¿Qué vas a hacer este fin de semana?

Ana: No lo sé. Columpiarme. ¿Y tú?

Manuel: Lo mismo.

Ana: Bien.

Manuel: Bien.

Siento su agitada respiración hasta que se va pausando poco a poco, cuando creo que estoy a punto de caer en las redes de Morfeo, Manuel estira su brazo y me atrae hacia su cuerpo. Gracias a su contacto me quedo rápidamente dormida. Al día siguiente, al despertarme, me doy cuenta de que ha sido la primera noche que no sufro pesadillas desde que ocurrió lo del incendio.

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