Capítulo 79

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CAPÍTULO 79

*narra Martu*

Jordi: Bueno, chicos, os voy a mandar deberes para la semana que viene. Hemos estado trabajando la comida japonesa y ahora deberéis fusionar esta cocina con la española. Quiero que, por parejas, combinéis la esencia del sushi y el sabor de la cocina española. Es decir, que ideéis tres tipos de sushi diferentes: maki, nagiri y sashimi, pero que sus ingredientes principales sean españoles. Tenéis una semana para pensarlo y el viernes que viene os daré sesenta minutos para que lo cocinéis. Habrá una pareja ganadora y ya os debéis de imaginar el premio, es el mismo que recibieron vuestros compañeros de cuarto de la ESO, Marina y Jacobo, un menú degustación en mi restaurante.

Cristina se lleva la mano a la cabeza y resopla. Sin que Jordi diga nada más, todos empezamos a hablar y a concretar quién será nuestra pareja. Xavier y yo, aunque no estemos pasando por nuestro mejor momento, acordamos que no estaría mal intentarlo. Me hace ilusión.

Jordi: Eh, eh, ¡silencio! Las parejas las hago yo. - se oye alguna queja, pero nuestro profesor prosigue - María Querol y Mauro. - se miran tensos - María F y Xavier. - María no puede disimular su alegría y yo es como si recibiera una puñalada en el estómago. - Laura y Lukas. - sincero entusiasmo por parte de los dos - Bruno y Martu. - nos miramos y le levanto el pulgar. Me cae bien este chico, pero desde lo de Itziar está demasiado perdido. Jordi sigue enumerando las parejas restantes y se termina la clase.

Me quedo sentada en mi sitio, esperando a que se marchen todos y Xavier capta la indirecta, porque también se espera.

Martu: ¿Debería estar celosa? - le espeto, cuando estamos solas, realmente quemada por nuestras últimas discusiones.

Xavier: ¿Debería estarlo yo?

Martu: Tú siempre lo estás sin motivos, así que no me extrañaría que sintieras celos estúpidos por tu mejor amigo. Bueno, siguen siendo estúpidos también cuando los sientes por Marcos.

Xavier: ¿No entiendes que mis celos son por mi miedo a perderte? - responde, desesperado.

Martu: ¿No entiendes que si sigues comportándote así me perderás? - contraataco, acalorada. Xavier baja la vista, su pose de gallito ha desaparecido. - Xavier... ¿qué más dará cómo te llame? - digo, pensando en el día en que se enfadó porque a Mendicuti lo llamo Marcos - Para mí lo importante es que solamente tú eres mi pareja, solamente quiero compartir esta etapa de mi vida contigo de esta manera. - me acerco a él y le acaricio la mejilla. - Pero si quieres te llamo tarado. - a él se le escapa una sonrisilla y yo, dejándome llevar, lo beso en los labios. Pero tras el beso, siento que esto no está zanjado, que falta algo. - Solo necesito que me digas que confías en mí para solucionar todo esto, porque no creo que te haya demostrado lo contrario. - Sigue con su eterno silencio y toda la dulzura que había sentido se desvanece, dejando lugar a nuestras inseguridades. Xavier nunca podrá confiar en mí y si no lo hace, yo no puedo seguir con él.

Harta de su sigilo, recojo mis cosas y me dirijo hacia la puerta.

Xavier: ¡Martu, espera! - súplica - Confío en ti. - dice al fin.

Martu: Demasiado tarde. - contesto en tono duro desde la lejanía, decepcionada. Presa de un impulso, arranco la foto que tengo de los dos en mi agenda y la tiro a la basura. Y desaparezco de su vista.

*narra MaríaQ*

Mauro3: ¿Te importa si nos ponemos ahora con el trabajo? - se acerca a mí. Valoro mis posibilidades: mandarlo a la mierda o contenerme y avanzar la faena, porque en un momento u otro tendremos que hacerlo. Me decanto por la segunda, aunque la primera sea más llamativa.

Vamos a la sala de estudios, que está repleta de estudiantes de distintos cursos, ninguno que provenga de Masterchef. Hacemos un esfuerzo por hablar únicamente del sushi, pero todo esto me recuerda demasiado a cuando éramos amigos y tonteábamos, me recuerda demasiado a nuestra época feliz y nuestra situación actual solo hace que abrasar mis entrañas. No puedo soportarlo más, es tenerlo delante y recordar en bucle su última declaración, la cual provocó que quisiera estar con él, pero que su reciente e incomprensible relación con Laura me lo impide.

MaríaQ: No lo entiendo. - digo, tras la explicación de una de sus ideas. Pero sé que eso no es lo único que no entiendo y necesito averiguar mis inquietudes. - No entiendo por qué estás saliendo con Laura.

Mauro3: Esto no forma parte del trabajo. - responde, cortante.

MaríaQ: ¡Pero sí forma parte de nuestras vidas! - exclamo, en un intento de sacarle algo.

Mauro3: Bueno, pues el otro Mauro también forma parte de tu vida. - dice con desdén. Y noto algo más en su tono, ¿serán celos?

MaríaQ: Será que no te has dado cuenta de que ya no estoy con él.

Mauro3: Pues no, la verdad... - intenta disimular.

MaríaQ: No finjas, me has seguido la pista. Igual que yo a ti. No entiendo por qué un día me dices que me quieres y al cabo de poco estás saliendo con otra chica.

Mauro3: Pues sí, te lo dije porque es lo que sentía. Pero las cosas han cambiado. Tuviste tiempo para reaccionar y no hiciste nada, así que ahora no vengas a reclamarme nada.

MaríaQ: ¿Pero Laura y tú os queréis?

Mauro3: ¿Si no nos quisiéramos, qué sentido tendría salir con ella?

MaríaQ: Es que nadie logra entenderlo...

Mauro3: No lo intentéis, no vale la pena...

MaríaQ: No quiero estar mal contigo. ¿Es muy egoísta por mi parte si te digo que te echo de menos?

Mauro3: ¿Me echas de menos porque ya no tienes al otro Mauro?

MaríaQ: Te dije que eras mi Mauro favorito...

Mauro3: No lo sé, Mer. - hacía siglos que no me llamaba así y ese simple gesto expande en mi interior una sensación de gran bienestar - Podemos intentar que todo sea como antes, como cuando éramos amigos.

MaríaQ: Me parece bien. - le doy un beso en la mejilla, demasiado cerca de sus comisuras, para cerrar el trato. - ¿Continuamos con el trabajo? - le pregunto, él asiente. Estoy dispuesta a recuperarlo.

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