Capítulo 70

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CAPÍTULO 70

*narra Bruno*

Estoy temblando. Tengo tantas ganas de ver a Itzi que mi cuerpo reacciona así. No puede imaginarse la bonita sorpresa que le tengo preparada para mañana.

Estoy en la puerta de la residencia, a la espera de la llegada de su taxi. Me muerdo las uñas de manera ansiosa, lo que provoca que emane sangre de mi dedo índice, pero eso no me frena. Pasan unos minutos que parecen horas y por fin oigo el motor de un coche. Mi corazón se acelera peligrosamente cuando el coche se detiene en frente de mí, pero se para de sopetón, de la decepción al comprobar que dentro no está Itzi, sino que es nuestra profesora de lengua, Berta. Está hablando por teléfono con una expresión de enfado, pasa por mi lado y se coloca a tan solo unos metros. La escena me produce curiosidad e intento enterarme por qué está tan enojada, pero solo logro entender una frase: <<¿Cómo quieres que tenga paciencia? ¡Esto está siendo más largo de lo que me pensaba!>>. Estoy tan absorto en la conversación que me sobresalto cuando noto el tacto de unas manos encima de mis ojos. Ese aroma a lavanda...

Bruno: ¡Itzi! - exclamo, girándome emocionado y envolviéndola con mis brazos, empapándome de su presencia.

Itziar: Por fin... - susurra, visiblemente emocionada. Se separa lentamente y penetra en mi mirada durante unos segundos que me aíslan del mundo. Seguidamente, posa sus labios encima de los míos y siento que estoy volando en un cielo repleto de libertad y felicidad.

*narra Lukas*

Lukas: ¿Me dejas que mañana te invite a cenar? - le digo a la rubia que ha robado mi corazón. Ella baja la mirada tímidamente, apretando los labios, no sabe cuánto me gusta esta expresión.

Laura: Había quedado con Mauro... - reconoce. Ya. Su querido novio. Supéralo, me digo a mí mismo. Pero no puedo. Yo debería estar saliendo con ella. Pero no. Ella no me quiere a mí, tengo que admitirlo ya. Me peto los huesos de las manos, para intentar aplacar mi enfado. Y no digo nada. Ella se percata de mi actitud. - No hagas eso, sabes que me da repelús. - Sigo callado. - Vamos, me puedes invitar otro día... - suplica.

Lukas: No, no, se quedará sin catar mi excepcional menú. Le advierto que todas aquellas personas que lo han probado han caído rendidas a mis pies. - me hago el digno.

Laura: ¿Me quieres embaucar, truhan? - su tono es provocativo.

Lukas: Solo lo haría si crees que hay posibilidades de hacerlo. - ahora es ella la que se queda callada, inspeccionándome con la mirada.

Laura: Está bien, acepto tu invitación. Pero solo lo hago para no recibir una caja de bombones fabricados con una poción del amor. - recuerdo ese mítico momento en la saga de Harry Potter.

Lukas: Sabes que yo no necesito eso. - le guiño un ojo, seductor. Y ella me pega un pequeño puñetazo en el pecho. Se ha puesto roja. ¿Por qué me da la sensación de que hay tanta química entre nosotros como desde el primer día? ¿Por qué me da la sensación de que Laura tontea conmigo si en teoría tiene novio? ¿Por qué no puedo sacarme a esta chica de la cabeza? En realidad, sé la respuesta. No quiero sacármela de la cabeza y que nunca se vaya de mi vida. Estoy dispuesto a luchar. He decidido que no me conformo solo con su amistad cuando sé perfectamente que puede haber algo más.

*narra Chloe*

Observo cómo Bruno e Itzi se funden en un melancólico abrazo, seguido de unos repelentes besos. Llevan tanto rato pegados que parece que sean una sola persona. Esto es superior a mí y el amor saca lo peor de mi lado oscuro. Así que me he buscado un aliado.

Chloe: Tienes que ayudarme. Ya lo tengo todo pensado. Pero te necesito para que el plan sea redondo. - le digo a la persona que en este instante se encuentra a mi lado.

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