Capítulo 113

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 CAPÍTULO 113
*narra Claudia*
Salgo de mi habitación, después de haber deshecho la maleta y me dirijo hacia la sala común.
No puedo evitar pensar que mi vida últimamente está muy vacía.
Por el pasillo me topo con una chica desconocida, con todas sus bolsas por el suelo. Será ese top tan moderno que lleva, o ese pelo lacio y negro que le cae como una cortina por la espalda, o ese enorme collar con la letra E, pero algo me dice que tengo que ayudar a esta chica. Me uno sin decirle nada y en un santiamén ya lo tiene todo recogido.
- Una rubia con muy mala leche me ha arrollado. - me explica.
Claudia: Ah, no me digas más. Seguro que es Marta. Se cree que es una diva.
- Esa no me llega ni a la suela de los zapatos. Yo soy divina. - levanto una ceja ante su falta de humildad.
Claudia: ¿Tú de qué programa has salido?
- Yo no formo parte de esas ordinarieces, yo soy modelo. Elena, encantada.
Claudia: Claudia. - respondo de mala gana. Se acerca a mí y me da dos besos.
Elena: No me mires así. Me da la sensación de que siempre has estado a la sombra de alguien, conmigo no te pasaría eso. Si estamos unidas, mejor.
Claudia: Qué lanzada, si acabas de conocerme.
Elena: Pero no necesito mucho más. Tienes esa mirada malvada que me encanta. - su comentario provoca que le sonría maliciosamente. Me ha calado - La que también tiene una mirada malvada es Martina Pueyo, a esa arpía más vale no tenerla como enemiga. Me han asignado como compañera de su habitación, pero ni siquiera me ha dejado entrar, me ha echado a patadas diciéndome que ella tiene acordado que vivirá sola todo el año. Estaba con un chico con flequillo. No estaba nada mal, por cierto. Mi pregunta es qué hacía con ella.
Claudia: Eso se lo está preguntando todo el instituto.
Elena: En fin. Que no se dónde voy a meterme ahora.
De repente pasan Mendicuti y Mauro2 por delante de nosotras y a Elena se le desvían los ojos.
Elena: ¿Y estos bombones de dónde han salido? Entre el chico del flequillo y ahora estos dos, no me voy a aburrir. Tenéis buen material aquí. - afirma con voz empalagosa, dándose aires. No sé por qué me está dando la sensación de que ya estoy a su sombra. - Sobre todo el de rizos.
Claudia: Pierdes el tiempo con ellos. El más alto está colado por la que te ha arrollado y el de rizos pues...
Elena: ¿Que te gusta?
Claudia: Déjalo. Se ha encaprichado de María Querol. Seguro que te suena, ella también es modelo.
Elena: Ah, sí, - asiente con cara de asco - esa tiene mucha fama. No sé qué le ven. Mira, para demostrarte que soy divina, voy a conseguir que estos dos amigos se peleen por mí.
Claudia: Imposible. No lo ha conseguido nadie, no lo vas a conseguir tú. Son más que amigos. Te lo aseguro.
Elena: Siempre hay una primera vez para todo. - afirma con remilgo. - Hagamos una apuesta. Si lo consigo, tú me ayudas con algo muy importante que todavía no puedo contarte ya que no se si eres de fiar.
Claudia: No soy de fiar. Haces bien. - le guiño un ojo.
Elena: Me gustas. - me sonríe con suficiencia.
Claudia: ¿Y si no lo logras?
Elena: Lo voy a lograr. Pero si estás más tranquila, si no lo consigo prometo no mirar más al chico de rizos y hacer todo lo posible para que salgas con él.
Claudia: Me has convencido. - esbozo una de mis elaboradas sonrisas falsas.
Es lo que tiene con estas amistades, que nunca son verdaderas. Pero me alegro de haberla conocido y haber tenido este primer contacto. A mí este estilo me gusta. Ya tengo algo que hacer con mi vida, ya no me siento tan vacía. Confieso que tengo ganas de conspirar junto a Elena.

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