Capítulo 155

85 7 0
                                    

CAPÍTULO 155

*narra Rocío*

Un señor de poblado bigote le coloca la mano en el cuello, buscándole el pulso y le abre ambos ojos.

- Está en parada. - informa.

Empiezo a desestabilizarme y noto que alguien me sujeta, es la madre de Lucas. Le colocan una placa en el pecho y se lo presionan con ambas manos.

- Nada. Nos lo llevamos a quirófano ahora mismo.

Arrastran su camilla y desaparece por una puerta.

Rocío: ¿Pero qué...? ¡Si estaba tan bien! - su madre me arropa. Ambas no podemos parar de sollozar.

Tic. Toc. Las horas se hacen eternas a la espera de noticias. Sentados en los bancos, su madre y yo todavía no nos hemos soltado las manos. Mendicuti está acurrucado en un rincón, con la cabeza escondida entre las rodillas. Levanto la vista. Hay dos mujeres más en la sala. En la misma situación que nosotros. Las miro con compasión y me devuelven la mirada. Esto no puede ser posible. Este dolor me remite a la semana anterior. Pensaba que se había terminado. Él estaba bien. Hablaba, con dificultad, pero hablaba. Me miraba. Se movía. Incluso bromeaba. Hasta nos hubiéramos besado. ¿Por qué estoy pensando en él en pasado? Fuera, expúlsalo. No puedes asumir eso, porque no, eso no ha pasado. Es otro susto. Lucas va a estar bien. Sin embargo, hasta que nadie me lo confirme, no puedo evitar sentir que una parte de mí ya ha abandonado.

El hombre del bigote sale de la puerta de quirófano. Una serie de papeles reposan entre sus manos. Lleva una mascarilla colgando del cuello. Su mirada es triste. Muy triste. Se acerca hacia nosotros y los cuatro nos levantamos rápidamente. Segundos antes de que abra la boca, siento que voy a desplomarme si no dice nada ahora mismo.

- No hemos podido hacer nada. - su grave voz impacta en mí como un cuchillo ardiendo - Ha tenido una hemorragia imposible de controlar. Ha... fallecido.

InvenciblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora