Capítulo 5

251 10 0
                                    

CAPÍTULO 5

*narra Víctor*

Irme a vivir a Berlín fue una de las mejores decisiones de mi vida. Hubiese renunciado a la proposición de este instituto privado si no fuera por las ganas que tengo de ver a cierta persona.

Llego a mi clase, tercero de la ESO D, y la diviso sentada ya en uno de los pupitres. Me acerco a ella por detrás y le tapo los ojos con mis manos.

Marta: Siri, ¿podrías decirme quién es la persona que se empeña en que no pueda ver? - empiezo a reír, esta ha sido nuestra broma privada estos últimos meses.

Víctor: Pues alguien que tiene muchas ganas de verte. - respondo, imitando la voz de Siri, la asistente personal de los aparatos Apple.

Aparto mis manos, ella se gira y me regala un bonito abrazo. Todas esas mariposas, a las que intenté matar yéndome a vivir lejos de ella, vuelven a renacer, esta vez con más fuerza que nunca, elevadas a la máxima potencia.

Marta: Llegaste ayer de Berlín, ¿verdad? - me pregunta, tras el abrazo. Y yo asiento, recordando todas las noches en vela que ambos hemos pasado a través de esas dos pantallas que nos comunicaban.

FLASHBACK

Marta: Hola, Siri, ¿puedes decirme qué tiempo hará mañana en Berlín? - oigo que le ordena a su móvil mientras la observo a través de la pantalla del ordenador. - Ya la has oído. Cómprate un paraguas porque predicen lluvias.

Víctor: Podría haberlo buscado yo por Internet.

Marta: Ordenárselo a Siri es más divertido.

Víctor: Claro, perdóneme, tener una criada y no saber hacer nada por ti mismo es lo más divertido que hay.

Marta: Siri, dile a Víctor que es un listillo.

Víctor: Ya no tienes la capacidad ni de decir las cosas a la cara, se lo encargas a tu querida Siri. - Marta murmura algo por lo bajo y me saca la lengua.

Marta: Son ya las cuatro de la madrugada. Tú estás empeñado en que no aproveche ninguna mañana de este verano.

Víctor: Ya aprovechas las noches.

Marta: No te lo voy a negar. - me guiña un ojo. No puedo creerme que, hace unos meses, esta fascinante chica de ojos azules me propusiera hacer Skype y que desde ese día no hayamos dejado de hablarnos hasta hoy. Todos mis intentos por olvidarla fueron anulados desde que retomamos el contacto.

Víctor: Tengo ganas de verte. - le confieso.

Marta: Y yo.

Víctor: ¿De veras? - abro mucho los ojos, no estoy acostumbrado al amor correspondido por su parte.

Marta: ¿Acaso no lo demuestro? - me sonrojo, no sé qué contestar a esa indirecta.

Víctor: Eh... Podrías demostrarlo mejor. - me hago el interesante.

Marta: ¿Sabes qué pasa? Que me gusta guardarme estas cosas para mí, pero voy a enseñarte algo. - coge su iPhone y lo pone delante de la cámara, es nuestra conversación de whatsapp.

Víctor: ¿Qué significa esto?

Marta: Fíjate en el fondo. - entrecierro los ojos para verlo bien y distingo nuestros rostros.

Víctor: Oh... ¿Tienes una foto nuestra de fondo de whatsapp?

Marta: Aja... Así puedo verte cada día.

Pasamos un rato más hablando y, en cuanto cierro sesión en Skype y apago el ordenador, una sensación de victoria recorre mi cuerpo. Esta vez creo de verdad que no está todo perdido, Marta y yo hemos vuelto a conectar. Hacía falta que me fuera del país para que se diera cuenta de lo mucho que podemos complementarnos. Me pregunto qué pasará el día que volvamos a vernos en persona...

InvenciblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora