Capitulo 10: Ataque Sorpresa

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Este lugar está lleno de cajas, he conseguido encontrar un palo de madera, enrolle un pañuelo en un extremo y con ayuda de un pequeño amigos con una cola muy flamante, consigo encender una antorcha improvisada, desde qué la luz ilumino la pequeña habitación nos dimos cuenta de la presencia de cómo unas 20 cajas de madera, al ponerme aun lado de ellas me consiguen llegar hasta mi cintura, meto una mano en la bolsa, sacando un frasco con un contenido verde, le quito el corcho, no es necesario usar toda la botella, con tres gotas debe ser nada más qué suficiente.

Alonso: ¿Acido?.

Brisia: Y del mejor.

Alonso: No lo desperdicies, sabes qué tengo espada cierto.

Brisia: Pues no te veo usarla, por uso decidí dar el primer paso.

Alonso: No las he abierto porque primero debo observar el sotano en busca de una amenaza, acaso no piensas.

Brisia: Si pienso, pero de una forma muy distinta ha ti idiota.

No le doy tiempo para contestar, veo la tapa de la caja de madera, tiene un lado quemado por el acido, así qué la abro para callarlo, extraño contenido, acerco la antorcha para iluminar su interior, de inmediato soy cegada por una luz celeste qué me pega en los ojos, en su interior están varios cristales, de diferentes colores, la luz de la antorcha sea reflejado en uno de ellos... Giro la cabeza para ver ha Alonso, esta sorprendido lo puedo ver, me tomo un momento en darme cuenta la razón de su sorpresa.
Los cuarzos son cristales... Bueno, los cuarzos se convierten en cristales, lo raro es qué ese procedimiento de transformación es muy largo, es cuestión de miles de años, también recuerdo qué Tadeo dijo qué los cuarzos magicos solamente existen en su reino, puedo sentir algo de poder en estos cristales.

Brisia: Son del reino verdad.

Alonso: Debemos volver, cerraremos el sotano con candado y pondremos la alfombra de nuevo, necesitamos qué Tadeo vea estó con sus propios ojos.

Creo qué me oculta algo, su comportamiento ha cambiado de un segundo para otro, está insistiendo mucho en darnos prisa para irnos.
Cuando cerramos la escotilla busca un candado en la pequeña casa, logra encontrar un candado con llave dentro de un cajon de un pequeño buro, mientras asegura la escotilla, permanezco ha su lado pensativa en todas las dudas qué tengo.

Brisia: Esto es malo verdad.

Alonso: Porque en vez de estar de preguntona haces algo productivo, ve por los caballo.

Brisia: ¡Oye ya basta!, normalmente soy una mujer muy paciente, pero pedazo de imbécil me la haz agotado por completo, si tienes algo en mi contra dimelo de una vez qué ya me tienes cansada de tus actitudes desinteresadas, acaso piensas qué yo no tengo sentimientos.

Alonso: (Se pone de pie) Bien, quieres sabelo lo qué siento, se me hace una gran estupidez qué Tadeo confie en una mujer qué apenas y ha visto 2 o 3 veces en su vida, quizás no está pensando con claridad porque eres hermosa pero vistes cómo una prostituta con esas ropas extrañas y tan reveladoras, algo me dice qué tú te dedicas ha otra cosa aparte de ser una cazadora de monstruos, ha lo mejor una casa fortunas.

Brisia: Alonso.

Alonso: Aun no termino, tú eras quien queria qué hablara sobre mis pensamientos sobre ti.

Brisia: ¡Alonso cuidado!

El no se había dado cuenta porque estaba dandole la espalda ha la puerta de la casa, mientras discutiamos una enorme bestia peluda, mucho más grande qué Alonso aparece detrás de el, levantando una de sus patas peludas, puedo ver unas enorme garras afiladas, fue solo un instinto, me inclino hacía adelante extendiendo mis manos para empujarlo consiguiendo qué caiga en el suelo.

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