Capitulo 48: Estrellas Brillantes

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Mareada... Tan mareada... No siento las piernas... Yo... ¿Qué me paso?, ¿porque lo hice?, ¿acaso no amo ha Alex?... Tanta preguntas en mi cabeza pero no he llegado ha ningún lado, siento qué la cabeza me va ha estallar pero no se si es por estar pensando mucho o por mi estado de shock.
Luego de darle un té ha Tadeo con algunas hiervas medicinales ha caido dormido de nuevo, no es nada fuerte solo dormira por una o dos horas más, estoy afuera del árbol preparando un pozo en la tierra con paredes de ladrillos, agradecida con Kovu quien ha hecho el hoyo del pozo yo solamente estoy usando la magia para crear los muros de ladrillos, cuando está todo hecho enciendo el carbon qué he puesto en el interior del pozo y encima en una reja de metal coloco el enorme cerdo salvaje qué mi querido león alado ha cazado, pongo unos largos palos de madera de los árboles, unas hojas encima y lo cubro de tierra para mantener el calor adentro del pozo, para qué funcione al igual qué un horno gigante y ha la antigua.

Solo es cuestión de esperar unas tres horas ha qué este listo el cerdo asado, veo cómo Kovu se tira en el suelo debajo de una sombra, parece qué quiero dormirse, se lo merece ha hecho mucho por hoy, calculo qué el cerdo va ha estar listo para la cena, voy ha volver ha entrar para seguir estudiando los libros se magia de sanación para ayudar ha los chicos.

Alonso: No me duele nada, el dolor sea ido.

Beltrán: Lo mismo digo (Alza su puño al aire) Soy capaz de cargar ha una vaca si me lo propongo.

Tadeo: (Se quita la venda de su cuello) Hemos sanado, el dolor sea ido, gracias Brisia por habernos sanado.

Brisia: Yo deberia de ser quien les de las gracias, por no haberse rendido o por no haber perdido la confianza en mi, ustedes me dieron la fuerza necesaria para recuperar la fuerza de voluntad para liberame de la manupulación de Shadow.

Beltrán: No solo haz conseguido hacerte más fuerte Brisia, dime qué lo qué vi no fue un sueño, estabas volando con la ayuda de tus enormes alas blancas.

Brisia: ¿Deseas ver una demostración?.

Pongo el libro en la mesa del comedor, miro la ventana abierta sin pensarlo me dirijo ha ella y doy un salto consiguiendo atravesar la ventana, mi cuerpo cae ha lado del grueso tronco del árbol, mi cuerpo irradia luz blanca y dorada, en mi espalda se forman unos enormes alas gracias ha la luz, cuando el brillo desaparece revela las preciosas plumas blancas cómo las nubes, doy un grito de emoción al elevarme mientras doy vueltas, me detengo en medio del aire y puedo ver ha los chicos asombrados mirandome desde la ventana del árbol, cuando toco el suelo veo ha los chicos saliendo del árbol usando las escaleras.

Beltrán: Siempre he dicho qué eres hemosa cómo un ángel, deberia volverme adivino, todo lo qué predigo se hace realidad.

Alonso: Fascinante, haz tenido una recarga de poder inmensa, no necesito ser experto en magia para saber qué tú aula o esencia magia han crecido.

Tadeo: Te vez cómo un ángel, una belleza rara y una fortaleza inigualable.

No puedo evitar ruborizarme por su halago, también Beltrán me ha halagado pero no causo gran impacto en mi cómo las palabras de Tadeo, ha mi mente viene de nuevo el beso, haciendome recordar la sensación de sus labios sobre los mios, me llevo unos dedos sobre mis labios y me cubro el rostro con una de mis alas, puedo escuchar las burlas de Beltrán y las risas de Alonso, por lo qué dicen piensan qué me he avergonzado por los comentarios de los tres, atraves de uno de los huecos de mis alas puedo ver el rostro de Tadeo, está sonriendo mientras sus mejillas se ponen rojas, es evidente qué el también está recordando de suceso de hace unas horas.

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