Capitulo 120: Gigante De Piedra

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TADEO

¿Qué le sucede?, ¿la espada le está haciendo daño?, cuando llegamos ha la ubicacion de Brisia la encontramos en el último piso, está de pie frente ha una espada de empuñadura dora qué está flotando en el aire, ella tiene los ojos puestos en la espada, no desvia la mirada, no parpadea, le hablo pero ignora nuestra presencia por completo, Beltrán se paro enfrente de ella tratando de llamar su atención, aun asi tiene los ojos mirando hacia el frente, está en un especie de trance.

Alonso: ¿Movemos la espada?.

Tadeo: Será mejor no intentar moverla, no sabemos si ella va ha volver en si, pero no creo qué ella corra peligro.

Beltrán: (Hace unos movimientos con su mano enfrente de los ojos de Brisia) ¿Porque estás tan seguro?.

Tadeo: Yo también puedo sentir presencias magicas desde qué recibi mis poderes, la esencia magia qué emita la espada es similar ha la de Brisia, solo qué es mucho más fuerte.

Brisia: Beltrán deja de mover tu mano frente ha mis ojos qué me estás mareando.

Beltrán: ¿Ya volviste?, ¿estás bien?.

Brisia: Si, ¿por cuanto tiempo me fui?.

Alonso: Unos minutos no ha sido por mucho tiempo, ¿qué ha pasado contigo?.

Brisia: Estuve hablando con el creador de la perla dorada, lo estaba convenciendo de qué nos dejara usar la perla dorada, me saco del mundo magico en donde estabamos hablado diciendo qué lo pensaria.

Tadeo: ¿Y la espada?.

Brisia: Al parecer es la perla dorada la caballero qué uso la perla dorada para vengar ha su gente pidio de deseo usar sus poderes atraves de un arma, la perla dorada está frente ha nosotros usando la apariencia de una espada.

Todos nos quedamos en silencio al ver la espada liberar un resplandor dorado, al principio no están brillante pero de repente se volvio cegadora, todos cerramos los ojos nos cubrimos con nuestro antebrazo y desviamos la mirada, luego de unos segundos todo se vuelve ha aclarar, el resplandor va perdiendo intensidad, cuando vuelvo abrir los ojos dirijo la mirada hacia el frente, me quedo sin palabras y con la boca abierta al ver lo qué ha sucedido, la espada dorada sea dividido y ahora ahi cuatro espadas flotando frente de nosotros, las espadas se separan y se acercan ha cada uno de nosotros.

Beltrán: ¿Qué está pasando?.

Brisia: Ravi el mago creador de la perla dorada acepto mi petición, la perla posee mucho poder para una sola persona incliso para mi asi qué por eso sea dividido en cuatro pedazos iguales.

Tadeo: Cómo habiamos dicho al inicio, solo unidos podemos vencer la oscuridad.

Todos extendemos la mano y tomamos la empuñadura de las espadas, la magia no nos rechaza nos acepta, la espada deja de flotar, cuando están en nuestras manos sobre la hoja se va formando una funda para las espadas, colocamos las espadas en nuestra cintura gracias al cinturon, ahora hemos logrado nuestro objectivo, podemos volver ha casa, espadas doy un paso para irme cuando siento qué el suelo bajo mis pies, siento una presión sobre mi brazo, se trata de Brisia quien tuvo problemas para mantener el equilibrio, el suelo tiembla pero luego se detiene y vuelve ha temblar, parecen pisadas de una especie de criatura muy pero muy grande.

Por instinto tomo la mano de Brisia, la llevo hacia un escombro del techo de la mansión, nos arrodillamos para ocultarnos, la criatura dueña de las pisadas se está acercando hacia nosotros, lo se porque cada temblor se está volviendo más fuerte, Alonso y Beltrán se ocultan detrás de las columnas qué sostienen el techo, evitamos ser vistos desde el balcón, es el único lugar por donde nos podemos ver, guardamos silencio, Brisia permanece agachada, yo decido asomarme para ver la criatura qué nos está amenazando.

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