Capitulo 95: Lealtad Entre Amigos

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Brisia: Vamos... Vamos... Vamos... Cierrate de una buena vez.

Debido ha la debilidad de mis poderes la herida de Alonso se está tardando mucho tiempo en sanar, mis poderes funcionan pero no con la misma velocidad con la qué solia funcionar antes, me pongo nerviosa y ansiosa al oir en el viento los rugidos de los hombres gato acercandose cada vez más ha nuestra pocisión, le dedico una mirada ha la herida, retiro mis manos para ver con mayor claridad la herida, noto de inmediato qué el sangrado intenso ha dejado de brotar de su herida, sin embargo no está fuera de peligro, la herida aun sigue abierta, tal vez corre el riesgo de volver ha tener la hemorragia, no lo voy ha lograr... No lo vamos ha lograr...
No puedo sanar la herida de Alonso ha tiempo, ni tampoco puedo llevarlo ha otra parte, se nos está acabando el tiempo y no tengo ningún plan en mi mente, escucho unos pasos acelerados qué vienen directo hacia nosotros, son varias pisadas, me estiro tomando la empuñadura de la espada, me muevo cambiando de posición, me arrodillo detrás de mi amigo, colocando su cabeza sobre mi regazo, con mi mano libre entrelazo mis dedos con los de Alonso mientras alzo la espada.

De los arbutos y de entre la sombra de los árboles aparecen unas enorme criaturas felinas, no dejan de salir de entre las sombras, me encuentro rodea en cuestión de segundos, no tengo salida, los hombres gato me rodean mientras me gruñen, caminan ha mi alrededor usando sus cuatro patas, sus movimientos son lentos y seguros, cómo un animal acechando ha su presa, estás jugando conmigo, es cuestión de segundos para qué se lanzen sobre mi.

Alonso: (Escupe sangre) No se haz terca... Moriras si te quedas...

Brisia: Moriras si te dejo atrás, no voy ha irme y no me insistas, prefiero morir ha tu lado intentando salvar nuestras vidas qué dejarte atrás, si es mi destino morir ha tu lado intentando sobrevivir lo acepto.

Maurin: La lealtad entre amigos, es tan ridiculo ese sentimiento de amistad.

Cuando levanto la mirada puedo ver ha Maurin caminando sobre sus cuatro patas, dirigiendose peligrosamente hacia mi, gruñe mientras se abre paso entre su gente, se me eriza la piel pero hago lo posible para mantener la calma, en especial por la seguridad de Alonso, apesar de las circunstancias debo mantener mi mente fresca y calma, la situación no pinta nada bien pero siempre puede haber una luz de esperanza, aun ahi oportunidad y es ahi cuando la veo, sobre la rama de un árbol ha pocos metros de distancia de mi, Aiden... 

Maurin: Te consideraba una mujer astuta, me he equivocado, eres estupida por no haber aprovechado la oportunidad de salvarte, tú misma te haz llevado la soga al cuello por haberte quedado con tú amigo.

Brisia: No es estupides, es lealtad entre amigos, algo qué de seguro tú no debes de conocer, ya qué ni siquiera tienes amigos, eres un gato callejero solitario.

Maurin: Gato solitario, si fuera un gato solitario porque gran parte de mi clan está aquí, conmigo apoyando en mi caceria.

Brisia: No te están apoyando, les haz ordenado qué me cazaran, abre los ojos gato idiota, estos gatos no están de tú lado por lealtad hacia ti, lo hacen por temor hacia ti, no eres un lider para ellos, eres un tirano qué solo piensa en su legado familiar y no en lo qué en verdad importa, no piensas ni te preocupas por tú gente, algo qué un verdadero liber debe de hacer.

Maurin da un gran rugido, no se si es mi imaginación pero juraria qué sus colmillos se han alargado más, al igual qué sus garras, lo he molestado y hasta el punto de qué el pelo de su pelaje se eriza por la rabia.
Soy honesto con el, hablo con la verdad, el lo sabe porque sus ojos se posan en su gente, al sentir la mirada de su lider desvian rápidamente la mirada con algo de nerviocismo, dandole razón ha mis palabras.
El Jefe gato da un rugido mucho más fuerte qué el anterior, da unos pasos acelerados hacia mi, sus intenciones son muy claras, sus garras se ven listas para cortar algo, es ahi cuando hago la señal con los dedos de mi mano, una pequeña bola de fuego desciende de entre los árboles, va directo hacia Maurin, su grito de dolor se esparce por todos los rincones del bosque, Aiden ha encendido su cuerpo en llamas y se ha lanzado encima de Jefe gato provocando una profunda herida en su rostro, tiene la marca de tres garras en su ojos izquierdo, seguido de una quemada, el pelaje del lado izquierdo de su rostro sea caido debido ha las quemaduras.

Aiden toca el suelo con sus pequeñas patas he intenta volver ha lanzarse sobre el de nuevo, es golpeado por las garras de Maurin, el pequeño zorro rueda en el suelo varios metros hasta llegar ha mi lado, sus flamas se van apagando, aun asi consigue ponerse de pie, da un pequeño gruñido mientras las llamas regresan ha el, puede qué sea pequeño pero los pequeños siempre son los animales más rudos qué existen, el resto de los hombres gato nos miran y empiezan ha lanzarse sobre nosotros, levanto la hoja de mi espada para protegernos.

Tadeo: ¡No la toquen!.

Brisia: ¡Tadeo!.

Escucho la voz de mi amado proveniendo detrás de nosotros, giro mi cabeza para verle, no consigo verlo porque aparece una luz carmesí cegadora, cierro los ojos sin dejar de abrazar ha mi amigo, agacho la cabeza al escuchar unas pasos acelerados de una criatura grande, no me asusto, ni intento protegerme, reconozco la esencia magica qué se está acercando, cuando abro los ojos veo una figura oscura pasando por encima de mi cabeza, un enorme lobo de pelaje negro aterriza enfrente de mi, da un largo gruñido mostrando sus colmillos para luego iniciar su ataque.

Beltrán: ¡Brisia!.

Brisia: (Gira la cebeza) ¡Beltrán!, ¡Por aquí!.

Detrás de mi, veo varias figuras con antorchas y espadas corriendo por el bosque, se están acercando, de inmediato los identifico ha cada uno de ellos, son los hombres y mujeres del pueblo en donde nos estuvimos quedando, por delante de ellos viene Beltrán, se deja caer de rodillas ha lado del cuerpo de Alonso, los personas pasan corriendo por nuestro lado dando gritos de lucha, la pelea entre humanos y hombres gato ha tomado inicio.
Ya estamos ha salvo, Alonso y yo ya no tenemos nada de qué temer porque hemos logrado escapar de nuestra prisión, mis ojos se fijan de nuevo en Alonso, su estado está volviendo ha ser critico, vuelvo ha pone una de mis manos sobre la otra, haciendo presión sobre la herida, las palmas de mis manos empiezan ha brillar, pero la luz es muy debil, mis poderes son debiles, no voy ha conseguir sanar su herida, pero haré lo posible para ponerlo estable para qué sea más seguro moverlo de lugar.

Brisia: Bloquearon mis poderes, estoy usando la poca esencia magia qué me queda para intentar cerrar la herida, no lo sanare por completo pero saldra con vida.

Beltrán: Brisia... Tú también estás herida, deja qué yo me encargue de Alonso.

Brisia: No me importa lo qué me digas Beltrán, me han estado torturando estás tres últimas noches pero fui capaz de resistir y de salir con vida gracias ha Alonso, no lo voy abandonar ahora qué el necesita de mi ayuda.

La luz de mi esencia magica aumenta de repente, mi preocupación por Alonso está reaccionando con mis poderes, no voy ha permitir qué el muera, la luz entra en la piel de Alonso, veo cómo la herida se va cerrando lentamente dejando una cicatriz de la herida, retiro mis manos de su estómago, doy un largo suspiro de alivio, mi felicidad aumenta cuando veo sus ojos abrirse poco ha poco.

Brisia: Hey bello durmiente, haz disfrutado de tú siesta.

Alonso: ¿Brisia?... ¿Beltrán?...

Beltrán: Hey amigo, no sabes el susto de muerte qué me haz dado, ¿cómo te sientes?.

Alonso: Cómo si una estampida de caballos me hubiera pasado encima.

Beltrán le ayuda ha Alonso ha sentarse, ya qué le estaba costando trabajo hacerlo por su cuenta, me pongo de pie, de inmediato Aiden mi bola de pelos sube ha hombro, le rasco la cabeza antes de qué vuelva ha bajar, cuando toca el suelo sus llamas se vuelven ha iluminar, corre hacia un hombre gato, da un salto y muerde su espalda, con cada dia qué pasa me sorprende ese pequeño zorro de fuego.

Mis ojos se desvian hacia la pelea ha pocos metros de mi, Tadeo está en su forma de lobo, peleando cuerpo ha cuerpo contra el Jefe de los hombres gato, me asusto al ver ha Maurin derribar ha Tadeo en el suelo, se coloca sobre el, colocando sus garras sobre su cuello, los latidos de mi corazón se van acelerando, me llevo las manos sobre mi pecho, intentando ser fuerte por el, por mi amado.



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