No puedo evitar jadear mientras me acomodo la ropa, mi respiración sea agitado por culpa de mi novio, no puedo creer qué me haya dejado caer en sus encantos seductores, no pensé qué mi segunda vez seria en un sofa, pero fue tan excitante, los movimientos, las embestidas y sus besos en mis labios y en mi piel desnuda, me siento avergonzada de haber sufrido más de un orgasmo en tan solo 13 minutos de intimidad, debo tratar de calmarme, acomodar mi cabello y mi ropa antes de qué llegue Badulf, no quiero qué me vea, qué nos vea asi, no nos quitamos la ropa solo me la estoy acomodando.
Esta vez comparada con la primera vez, Tadeo se encontraba en un estado más controlado, no se encontraba en un estado tal impulsivo, la primera vez no me hablo con palabras, me hablo con su cuerpo, esta vez el me estuvo preguntando, ¿te duele?, ¿si queria hacerlo?, ¿más duro o más despacio?, siendo honesta disfrute más de está vez qué de la primera ya qué la presencia de Tadeo se sentia tan diferente, la primera vez fue por instintos y amor, está vez fue por amor puro, no se cómo explicarlo.Termino de acomodarme la blusa y el pantalón, me miro en un pequeño espejo de bolsillo para ver mi cabello, no se encuentra tan desordenado cómo yo lo pensé, por si acaso me lo recogi en una coleta de caballo, detrás de mi está mi pareja poniendose de nuevo su camisa, cuando nota mi mirada puesta en el o mejor dicho en su firme abdomen me sonrie de una forma coqueta y muy atrevida.
Brisia: No tenemos tiempo para una segunda ronda, tendrás qué quedarte con las ganas perrito.
Tadeo: ¿Perrito?, soy parte lobo no parte perrito, me haces ver debil he indefenso.
Brisia: Pero ante mis ojos eres un dulce y tierno perrito.
Me inclino para acercar nuestros rostros, cuando estamos ha pocos centimetros de distancia cerramos los ojos para finalizar todo con un último beso, un tierno y amoroso beso, al momento de separarnos escuchamos unos suaves golpes en la puerta, supongo qué Badulf ha terminado de despedirse de sus amigos, es hora de llevar al chico aun lugar seguro.
Estoy en uno de los pasillos del castillo caminando junto ha Ana, detrás de nosotros viene el pequeño niño, se me hace tierno verlo mirar todo lo qué lo rodea, las pinturas en las paredes, las esculturas y el diseño antiguo de las paredes, le dirigo parte de mi atención ha mi amiga, le doy una rápida explicación del origen del niño, también le pido el favor de cuidarlo mientras me ausento por unos días más.
Ana: No tienes qué decirmelo dos veces, cuidare ha Badulf hasta tú regreso, le enseñare las reglas y su codigo de conducta, por ahora le dare un baño, comida y haré qué les saquen sus medidas para un unirforme apropiado de un miembro del equipo del castillo.
Brisia: Gracias, en verdad te lo agradezco amigo, te voy ha deber una grande, me podrás pedir lo qué sea cuando regrese.
Ana: De hecho... Quisiera pedirte unos consejos.
Brisia: ¿Consejos de qué?.
Ana: (Apenada) Del corazón.
Me detengo en seco, mis ojos se abren en par en par rápidamente mientras giro mi cabeza para verla, ella me sonrie penosamente, está más qué ruborizada está roja por completo de la cara, no puedo creerlo, Ana... Mi amiga Ana sea enamorado, pero ¿en qué momento?, ¿y de quien?.
No tengo tiempo de hacerle más preguntas, del otro extremo del pasillo doblando la esquina aparece Tadeo junto con su hermano Arturo, lo está poniendo al corriendo de nuestros pequeños avances en nuestra misión y respecto ha nuestros proximo movimiento, un ataque sorpresa en la aldea del Clan De Los Hombres Gato.
Llego el momento de depedirme del pequeño, me arrodillo enfrente de el para darle un calido y amoroso abrazo de osito cariñosito, cuando nos separamos le doy un pequeño beso en la frente para decirle un hasta pronto.
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Amor De Ficción
FantasyTe ha pasado que cuando te lees un libro, te metes demasiado en la historia cómo si lo estuvieras viendo o viviendo, pues eso es lo que le pasa ha Brisia, no lo digo en el sentido figurado, si no literal. Brisia es una jóven estudiante de preparator...