Capitulo 98: Siguiente Paso

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Brisia: Gracias por acompañarme en este viaje Ana, no sabes lo agradecida qué estoy contigo.

Ana: No ahi problema, aunque me siento mal por no haber traido ha Badulf con nosotras, pero me encuentro segura de qué se va ha divertir mucho con Beltrán, ni siquiera se lo tuve qué pedir dos veces, acepto inmediatamente.

Luego de haber conseguido el mapa de la isla junto con un pequeño informe de lugar, analice la información detalladamente para saber si la isla se trataba de un lugar peligroso, afortunadamente es una isla muy tranquila, el único peligro qué ahi son las serpientes venenosas, me he tomado mis preocupaciones apesar de qué mis poderes están dañados, tuve razón mis poderes de desbloquearon luego de tres anoches, lo malo es qué no han regresado al 100%, me siento debil al usar los poderes, también no soy capaz de liberar mi capacidad maxima, he estado entrenando pero me duele el cuerpo cada vez qué intento elevar mi poder, hasta ahora soy capaz de usar el 35% de mi capacidad total.

Me estoy dirigiendo ha las isla en barco, estoy acostada en la cama de mi camarote en el barco, es un viaje de 12 horas, estoy compartiendo camarote con Ana, apenas llevamos la mitad de nuestro viaje, mañana ha primera hora abremos llegado ha nuestro destino, el otro lado del camarote está mi amiga sentada en la cama, está mirando el cielo estrellado atravez de la ventana, se ve qué le está dando vueltas ha algo en su mente, algo debe de estarla molestando de hecho ahora qué lo recuerdo, nunca hablamos luego de haber vuelto de las montañas, me sentia tan mal qué no tenia ganas de hablar con nadie, solo queria mantener distraida mi mente, ese pequeño me ayudo con eso, incluso me hizo olvidarme de mi tristeza, Ana menciono sobre necesitar un consejo, relacionado con el corazón.

Brisia: Conozco esa mirada.

Ana: (Confundida) ¿Qué?, ¿cual mirada?.

Brisia: Esa mirada qué tienes en este preciso momento, tienes ese brillo en la mirada, estás dando suspiros mientras miradas las estrellas, además haz estado sonriendo ocasionalmente, estás pensando en alguien, ¿cierto?, ¿un hombre en tú vida?.

Ana: (Se ruboriza) Sip... Yo me he estado enamorando, me he enamorado de el sin darme cuenta, cuando no está conmigo no puedo evitar pensar en el, cada vez qué dice mi nombre siento mi corazón acelerarse, se me entrecorta la respiración cada vez qué me toca, me ruborizo y me tiembra la voz, las rodillas, todo mi ser al sentir el calor de su cuerpo.

Brisia: Ya dilo, ¿quien es el misterioso hombre, qué ha cautivado tú corazón?.

Ana: (Ruborizada) El... Es... (Se lleva las manos ha la cara, cubriendo su rostro debido ha lo avergonzada qué está) Beltrán.

Mi boca se abre, mi mandibula se deja caer por completo, mis ojos se abren en par en par, no puedo creer lo qué mis oídos acaban de escuchar, no tengo palabras simplemente me he quedado sin habla, Beltrán y Ana... Guau... No lo vi venir, bueno en realidad desde hace tiempo en notado qué se han ido acercando, cada vez qué paseo por los pasillos del castillo por accidente me he cruzado con ellos, Ana se rie ha carcajadas mientras Beltrán le contaba una historia, además los he visto comer estos últimos días en un balcón del castillo, en donde pueden tener mucha privacidad... ¡Dios mio!, estuvo enfrente de mi durante todo esté tiempo.

Ana: Veras... Todo inicio en la fiesta secreta de tú cumpleaños, recuerdas qué yo habia bebido un poco de más de mi limite

Brisia: Si lo recuerdo, Beltrán te acompaño ha tú habitación. (Sonrie de un modo atrevido) Hizo algo más qué llevarte ha tú habitación.

Ana: No mal interpretes la situación, mira fue por el trago, cuando me dejo en la puerta de mi habitación, yo me despedi de el, lo hice dandole un beso en los labios, un beso muy ardiente he intenso, lo atraje hacia mis labios rodean su cuello con mis brazos, cerre los ojos para disfrutar del beso, pensé qué iba ha rechazarme, qué iba ha empujarme o alejarme.

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