Amor De Ficción

Capitulo 43: La Llamada Oscura

¡Qué calor!, este calor es horrible... Y dolor de cabeza no me está ayudando en lo más minimo, para empeorar la situación estoy encerrada en la sala de reunión, sentada en la mesa redonda acompañada por los chicos, tenemos unas enormes pilas de papel enfrente de nosotros en la mesa, ya me duelen los ojos de tanto leer, creo qué incluso me arden.
Dejo las hojas en la mesa y me inclino hacía atrás dando un largo suspiro, me estoy sofocando apesar de haber seguido el consejo de Arturo me he puesto un vestido sencillo de falta corta hasta las rodillas, sin mangas, tiene unos lazos qué rodean mi cuello y unos zapatos negros qué hacen juego con mi vestido morado.

Beltrán: No tienes buena cara y conste qué ni siquiera llevamos la mitad del papeleo.

Brisia: Alguien me repite porque hacemos esto.

Arturo: Para ayudar ha mi hermano, cómo ha estado saliendo mucho del castillo no ha hecho su trabajo aquí de papeleo, como veras sea acumulado y mucho.

Brisia: (Señalo las pilas de papel) No me digas.

Tadeo: Lamento mucho tenerte encerrada leyendo documentos muy aburridos para ti.

Brisia: No me digas eso Tadeo, no me molesta en darte una mano, lo qué me molesta es qué estoy encerrada en un lugar caliente con el calor qué está haciendo.

Alonso: ¿Calor?, es un día caluroso si pero... La sala de reunión está agradable, no hace tanto calor aquí.

Tadeo: Ahí un hechizo en las ventanas qué enfria el aire qué entra en la habitación, debe de estar agradable el clima.

Brisia: (Suspiro) No me siento bien el dolor de cabeza no se va...

Llevo mis manos hacía la cabeza, mis manos van hacía atrás peinando mi cabello, cierro los ojos dando un largo suspiro, la cabeza me está punzando y mucho, creo qué es solo cuestión de minutos mi cabeza va ha explotar, es extraño porque mi cabeza empezó ha palpitar en cuanto volví ha este mundo, creo qué no solo el calor me está enfermando...
Soy sacada de mis pensamientos cuando siento un suave apretón sobre mi hombro, se trata de Beltrán, me ofrece la mano para ayudarme ha ponerme de pie, para luego invitarme ha comer algo con el, no tengo ganas de comer pero aun así digo qué si con contal de salir de está habitación.

Por un poco de aire fresco, Beltrán y yo estamos compartiendo una pequeña mesa, aun seguimos dentro del castillo pero estamos en un balcón en donde la corriente de aire es muy buena y refrescante, la vista es preciosa se puede ver por encima de los muros del castillo, se puede ver ha la perfección el pueblo, desde aquí se ve muy hermoso...

Beltrán: Brisia...

Brisia: Sip.

Beltrán: Sabes qué puedes confiar en mi para lo qué sea.

Brisia: (Sonriendo) Lo se Beltrán, te considero uno de mis mejores amigos dentro de los muros del castillo, ha que viene esas palabras.

Beltrán: Es la primera vez qué te veo sonreir desde qué estás con nosotros, eres una mujer con una gran sonrisa y no dejas de hacer burlas o chistes, está vez haz estado muy distraida y tu chispa en tú interior está apagada, ¿te peleaste con Alex?.

Brisia: No es eso, no me siento bien, el dolor de cabeza me está molestando y mucho.

Beltrán: ¿Desde hace cuanto te duele?.

Brisia: Unas 4 horas... 

Beltrán: Un dolor de cabeza no dura tanto tiempo, no creo qué sea un dolor de cabeza común, llamare aun sanador.