Capitulo 127: Mi Secreto Más Oscuro

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Brisia: ¡Vuela más rápido Kovu!.

Kovu cierra sus alas pegandolas ha su cuerpo, cae en picada por el suelo, estamos encima de dos hombres murciélago, uno de ellos tiene entre sus patas ha un caballero desesperado por liberarse, salto caigo por el cielo hasta aterrizar encima de la espalda de uno de ellos, le clavo mi espada dorada en su espalda atravesando su corazón, saco de inmediato la espada y salto, le corto el ala al segundo hombre murciélago, consigo mi objectivo debido al dolor termina liberando al caballero Kovu pasa por mi lado cayendo ha alta velocidad se coloca debajo del caballero, lo hace montar su espalda y se lo lleva aun lugar seguro en tierra firme, doy una vuelta en el aire, clavo la espada en su corazón.
Los dos hombres murciélagos caen inconscientes por el aire, una luz dorada los envuelve, en segundos la luz desaparece revelando ha dos hombres semidesnudos dando vueltas mientras caen, silbo llamando ha mi compañero alado, guardo la espada dorada dentro de su funda, estiro mis brazos para tomar las muñecas de los dos hombres incoscientes, miro ha mi alrededor, no veo señales de Kovu y estoy apunto de tocar suelo duro, cierro los ojos llamando mis poderes de luz, mi aura magica crece rápidamente, en mi espalda salen dos luces qué van creciendo, toman la forma de dos enorme alas blancas, estiro las alas para detener la velocidad de la caida, aleteo un par de veces consiguiendo detenerme ha 15 metros del suelo, acuesto ha ambos hombres en el suelo dando un largo suspiro de alivio.

Arturo: (Detiene su caballo) Fue un gran aterrizaje, ¿y Kovu?.

Brisia: Llevo ha uno de los caballeros al suelo, debio de haber tenido un contratiempo porque no aparece y ya lo llame, agradecida de qué yo también puedo volar. (Señala ha los hombres qué están volviendo en si) ¿Te encargas?.

Ni siquiera me responde porque no le doy tiempo, me elevo en aire alejandome ha gran velocidad, está situación no va tan bien cómo lo esperabamos, tenemos más hombres caido o heridos qué en pie y listos para la segunda ronda, lo peor es qué los monstruos no dejan de salir de las sombras.
¡AHHH!, duele... ¿De donde han salido?, de la nada han salido dos hombres lobo, creo qué saltaron desde el techo de una de las casas cercanas, me han derribado al hacerme perder el equilibrio con tanto peso encima, me termino golpeando contra el techo de una de las casas, ruedo por el hasta terminar boca abajo contra el suelo.
Apesar del dolor me pongo de pie sin perder tiempo, no quiero qué esos lobos monstruosos tengan control sobre mi, lo extraño es qué cuando me pongo de pie observo ha mi alrededor, estoy en medio de un callejón sin salida, no veo ni un solo rastro de los hombres lobo qué me han estrellado contra el suelo, escucho un crujido de la madera, proviene del techo, tomo una de mis pociones guardadas entre mis ropas, lanzo la botella contra el techo liberando un polvo verde es veneno paralizador, la mirad de mi rostro está tapado por una tela no tengo de qué preocuparme, espero unos segundos cuando veo caer dos enormes cuerpos peludos al suelo ha unos metros de distancia de mi, me acerco cautelosamente, le doy un suave golpe con mi pierna ha uno de ellos en su brazo, no parece reaccionar, aprovecho ese momento para tomar la empuñadura dorada de mi espada para acabar con las criaturas.

Abro un portal cuando los hombres regresan en si para teletransportalos ha los tuneles bajo el castillo donde podran estar ha salvo, debo volver ha la acción, me volteo dandole la espalda ha la pared sin salida del callejón, apenas doy unos cuantos pasos cuando un brazo aparece por detrás de mi, me cubre los labios impidiendo qué grite, apoyo mi mano sobre la empuñadura de mi espada, tenia las intenciones de defenderme con ella, ha ira y la impotencia crece en mi cuando siento el filo de una hoja metalica sobre mi cuello, no necesito verlo ha la cara para saber de quien se trata, su presencia magica tan oscura lo delata.

Brisia: Hola Padre es un calido saludo lo esperaba de ti.

Shadow: Sabias qué era yo y aun asi intentaste herirme con tu espada, deseas tanto matar ha tu padre.

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