Capitulo 25: Polvo De Coco

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TADEO

Es una noche tranquila, bastante silenciosa de hecho, el único ruido qué puedo oír es el de la madera quemandose, pasa de la medianoche, he decidido tomar la segunda guardia, no podemos descuidarnos ni un segundo está noche estando en tierras desconocidas para nosotros, observo el interior de la cueva, puedo ver ha ese león alado durmiendo en el fondo dando la espalda, Brisia acostada sobre una cobija en posición fetal, usando una capa enrollada cómo almohada, me sigue dando la espalda, desde qué sea ido ha dormir no ha hecho ningún movimiento, Beltrán está acostado sobre el lomo de su caballo boca arriba, con los brazos cruzados detrás de la nuca, tiene la capucha de la capa puesta cubriendo sus ojos, Alonso acaba de quedarse dormido, el fue quien ha tomado la primera guardia ahora es mi turno, dentro de unas dos horas será turno de Beltrán, Alonso se duerme de una peculiar manera, está sentado, de brazos cruzados, con la espalda apoyada contra la pared, no se ve muy comodo pero si está descansando supongo qué esta bien...

¿Qué es ese ruido?, ¿un llanto?, ¿quien está llorando?, estoy de pie apoyado en el hueco de la entrada de la cueva, dirijo la mirada con mi equipo, puedo ver claramente qué los chicos están profundamente dormidos, en cambio Brisia... Puedo ver su cuerpo temblando, seguido de unos susurros ahogados.
De seguro debe de tener frío pero se está haciendo la fuerte y se lo está aguantando, me acerco ha mi maleta qué esta atado ha un costado de mi caballo, tengo una capa extra no es muy caliente pero al menos aliviara un poco el frio, me acerco ha ella y me arrodillo detrás de ella, estaba apunto de cubrirla con la capa hasta qué veo un pequeño brillo bajando por sus ojos, me inclino un poco sobre ella para poder mirar mejor su rostro.
Veo sus ojos llenos de lágrimas, tiene los ojos cerrados así que aun debe de estar dormida, no sabía qué era posible qué alguien pudiera llorar mientras duerme, puedo ver qué su respiración está un poco acelerada, sus manos están temblando, ¿una pesadilla?, ¿debería despertarla?.

Tadeo: (La sacude un poco) Brisia... Brisia... Despierta...

Su cuerpo se mueve, girando hacía mi, aun sigue estando en su profundo estado de sueño, seguia llorando, las lágrimas no dejaban de brotar de sus ojos, con cada segundo qué pasaba las lágrimas aumentaban.
No se qué hacer, he sacudido su cuerpo para llamarlo y despertarla pero no funcionaba hasta qué de repente se calma, no solo eso, siento un ligero apretón en mi mano, agacho la mirada para ver sus dedos entrelazados con los mios, me tomo por sorpresa pero esta funcionando, su cuerpo estaba dejando de temblar, sus lágrimas debajan de fluir, su respiración se fue calmando poco ha poco, así qué le correspondo su apretón de mano, sin pensarlo levanto su mano he inclino un poco la cabeza para acercar mis labios ha su dorso, mis labios entran en contacto con la suave y dulce piel de sus tibias manos.

Brisia: (Susurro) Madre... (Derrama su última lágrima) Siempre te recordare...

Pase dos horas sentado ha su lado, acariciando su cabello con mucho cuidado y gentileza, no quería despertarla, necesitaba descansar, por sus ojos hinchados empezó ha llorar mucho antes de qué yo me diera cuenta, durante todo ese tiempo nunca solté su mano, la estuve sosteniendo con mucha firmeza, no quería verla llorar de nuevo, no quería soltarla pero tenía qué despertar ha Beltrán para qué continuará con la guardia, con mucho cuidado fui liberando su mano y permanecio tranquila.

Eso fue lo qué sucedio anoche, es más qué obvió qué ella no recuerde nada ni siquiera lo qué estaba soñando dificilmente se recuerdar las pesadillas y más si deseas olvidarlas.
Brisia está de pie ha lado de la cama de su habitación, su expresión muestra confusión, no tiene la menor idea de lo qué estoy hablando, pero tampoco es momento de averiguar o hacerle recordar lo qué estaba soñando.

Tadeo: No debe ser fácil la muerte de Leo, antes de irte te quedaste un rato hablando con el, podía oír sus risas desde afuera de la habitación.

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