Capitulo 52: Sin Rostro

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BRISIA

Mi corazón se va acelerando con cada paso qué doy en los escalones qué llevan ha las mazmorras subterraneas, nuestros pasos son acelerados para darnos prisa en llegar hasta abajo, es extraño no escucho voces o pasos aparte de los nuestros, en estás paredes se puede oír el eco de los ruidos de abajo, sin mencionar qué no he visto ningún guardia, ni en las escaleras o en la puerta qué conduce ha la escaleras, no se... Mi mal presentimiento está al maximo, tengo las sospechas de qué algo no va bien.

Sanadora: Señorita, ¿porque se detuvo?.

Me he detenido en seco en uno de los escalones, mis ojos se posan en la Sanadora, me atrevo ha usar mi visión magica, al momento de hacerlo puedo ver con claridad un aura magia rodeando su cuerpo, eso sería normal si ella fuera una Sanadora magica, lo cual no es, no solo eso... En mi visión magica me he dado cuenta de qué su rostro no es visible, es borroso... Cómo si la cara qué tiene en estos instantes fuera falsa o una mascara.

Brisia: Tadeo no está ahí abajo, es una mentira al igual qué tú rostro, dime ¿quien eres si no quieres resultar herida?.

Sanadora: Te haz dado cuenta, es una verdadera lastima, yo no queria hacerte daño pero no me dejas opción.

Doy unos pasos atrás, al darme cuenta de qué ella no se está alejando de mi, en cambio se me está acercando, en eso mi cerebro trata de procesar rápidamente las cosas, me alegro mucho de saber qué mi cerebro piensa ha una gran velocidad cada vez qué estoy metida en problemas, recuerdo qué Arturo y Alonso me comentaron sobre los camaleones, hombres o mujeres con la habilidad de cambiar su aspecto fisico, convirtiendose en cualquier persona qué desee, incluyendo sus habilidades o poderes.

La Sanadora levanta su brazo en un puño limpio, lanza el golpe hacía mi estómago, lo esquivo con un movimiento hacía un lado, alzo mi rodilla y le consigo dar una patada en el pecho, consigo hacer qué ella pierda el equilibrio ya qué la he empujado ha la orilla del escalon de piedra, pero antes de perder el equilibrio por completo toma mi pierna y me jala junto con ella, las dos terminamos rodando por las escaleras.

TADEO

Ahora qué sabemos quien el traidor debemos ir por el para conseguir respuestas de la posible ubicación de Shadow o detalles de sus posibles planes, no queremos levantar sospechas, haremos cómo si no sucediera nada, he mandado hablar ha la Sanadora con uno de los guardias, con la explicación de qué mi hermano Arturo ha caido enfermo, mi hermano está acostado en la cama cubierto por una cobija para disimular su enfermedad, mis amigos están de pie ha lado de las puertas esperando la llegada de la Sanadora, para asegurarno de qué no escape cerraran la puerta detrás de ella, mientras yo permanezco sentado en la orilla de la cama.

Arturo: Me está dando calor.

Beltrán: No creen qué se está tardando mucho la mandamos ha llamar hace unos 10 minutos, los Sanadores reales tienen la obligación de responder de inmediato ha su llamado.

Alonso: Y si lo sabe.

Antes de qué pudiera decir algo, las puertas de la habitación se abren, todos guardamos silencio de inmediato, pero nos sorprendemos de ver qué no es la persona ha quien estabamos esperando, vemos ha Brisia cruzar las puertas, en su rostro se puede ver la sorpresa de vernos ha todos reunidos aquí, en cuanto ve ha mi hermano acostado en la cama acelera sus pasos y se detiene ha lado de la cama, se ve preocupada por el, de inmediato me pongo de pie y la tomo de su antebrazo con cuidado, le doy una rápida explicación de lo qué está sucediendo y de nuestros descubrimientos.

Brisia: ¿Un camaleon?, debe ser broma cierto, pensé qué los camaleones no iban enserio.

Beltrán: Creeme son muy reales Brisia, no es nuestro primer encuentro con uno, son un dolor de cabeza porque sus transformaciones son casi perfectas qué no se puede notar qué no son los verdaderos.

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