Capitulo 106: Velas y Pétalos De Rosa

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He extrañado esto, sentir de cerca el calor irradia su cuerpo, puedo volver ha respirar su aroma, ese aroma qué he estado echando de menos durantes estos últimos días, por fin puedo sentir sus labios rozando los mios, su calido aliento acariciando mi piel, me enloquéce cada uno de sus toques.
Luego de mi reencuentro con mis amigoa y mi amado, armamos un pequeño campamento improvisado en medio de un bosque, una tiendas de tela y el acogedor calor de una fogata, mis amigos peludos se encuentran durmiento ha los pies de diferentes árboles ha un par de metros de nosotros, es pasadas de la media noche, no he podido conciliar el sueño, no me siento cansada, he descansado lo suficiente cómo para estár despierta por un largo tiempo, sin hacer ruido para no despertar ha nadie, me aleje del campamento unos 50 metros de distancia, vi una aguas termales cuando pasamos antes de qué se ocultara el sol, tenia tantas cosas en la mente qué pensé en darme un baño para despejar mi mente, Tadeo lo noto mi ausencia asi qué decidio hacerme compañia, por lo qué me dijo siguio mi aroma para poder seguirme el rastro, lo invite ha entrar conmigo después de todo no ahi nada qué no haya visto ya.
Lo extrañaba, por estár abrazada de el, besarlo, acariciarlo... Sin tener ha nadie cerca de nosotros qué nos pueda interrumpir, claro corremos la posibilidad de ser vistos por los chicos pero Tadeo tiene un buen sentido del oído si uno de ellos se nos aceca Tadeo será en primero en darse cuenta.
Estoy sentada entre las piernas de mi pareja, con mi espalda apoyada en su pecho, desde hace unos minutos comenzó ha darme un masaje en mis hombros para relajar los musculos, dice qué me veia tensa.

Brisia: Se siente tan bien. (Suspiro) Eres tan bueno dando masajes... 

Ahora qué me doy cuenta, desde mi reecuentro con Tadeo el casi no me ha dicho ni una sola palabra, sea estado expresando conmigo con sus acciones, ha sido muy dulce y cariñoso conmigo hasta ahora pero se qué algo anda mal con el, lo conozco cómo la palma de mi mano, no es capaz de engañarme... Hey... Me está abrazando con tanta fuerza, siento qué no puedo respirar...

Tadeo: (Unas lágrimas bajan por sus mejillas) Yo lo siento tanto, lo lamento en verdad lo lamento. (Su voz tiembla) Te amo, no era mi intención alejarte de mi, no quise ser grosero, mucho menor lastimarte.

Brisia: (Se le ahoga la voz) Tadeo.

Tadeo: Te aleje porque cada vez qué te tenia cerca ese sensación de saber qué no siempre podia mantenerte ha salvo me lastimaba, no puedo dejar de pensar en lo qué te paso en la aldea de los hombres gato.

Brisia: Nada de lo qué paso fue tú culpa, no te culpo solo al gato qué se atrevio ha tocarme, el ya pago el precio de sus actos con su vida.

Giro mi cuerpo para abrazarlo, incluso me las arreglo para rodear su cintura con mis piernas, apoyo mi cabeza sobre su pecho, mis brazos se aferran ha su espalda, puedo sentir los brazos de Tadeo acercandome ha el, me está protengiendo con sus fuertes y firmes brazos, los dos lloramo en silencio, nos lastimamos mutuamente, Tadeo me lastimo al alejarme de el sin darme alguna razón, yo lo lastime al verme ido sin decir nada ha nadie, solo por esconder nuestras emociones, cómo los sentiamos casi provoca una gran ructura entre nosotros, debemos aprender está lección, somos pareja no debemos esconder lo qué sentimos, sentimientos buenos o malos.

Para la tarde del día siguiente estamos de regreso en el castillo, soy bien recibida por mi amiga Ana y el pequeño Badulf, ha los dos los tenia bien preocupados por haberme ido sin decir nada, para mi fueron unas dos semanas, para ellos un mes y medio, ellos han sufrido más qué yo, no era mi intención hacerlo, los abrazo ha ambos.
Tengo un gran apetito no recuerdo cuando fue la última vez qué disfrute de una buena comida, anoche no quise comer me negue hacerlo porque solo queria aclarar mis pensamientos y estar en los brazos de mi amado hombre, estamos sentados en la sala de reuniones, un lugar privado en donde puedo hablar con mis amigos sobre lo qué ocurrio, no les contado nada sobre lo qué ocurrio en el bosque, por lo qué se Alex ya les conto sobre lo qué yo le dije qué ocurrio en la Montaña Aullido, Ana se ha llevado ha Badulf luego de qué el haya terminado de comer, la conversación qué está apunto de iniciar no es agradable para un niño de 10 años, ha mi lado se encuentra sentado Tadeo, las sillas están ha pocos centimetros de distancia, por debajo de la mesa nuestras manos están entrelazadas.

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