Dylan no estaba muy acostumbrado a caminar porque rara vez salía y porque los Cassell le habían puesto un chofer personal. Pero de verdad estaba disfrutando caminar por las montañas con Marie. Llegaron a la carretera.
— Aquí casi no hay nieve— dijo Marie—. Qué raro. Deben haber mandado barredoras recientemente.
Dylan también notó todo eso. Siguieron caminando siguiendo la carretera. Estuvieron en silencio por un momento. Después se detuvieron. La nieve había cesado cuando salieron pero al parecer ya empezaba de nuevo.
— Deberías usar la capucha de tu abrigo— le dijo ella mientras lo miraba y trataba de ponérsela.
— Me va a dar calor— dijo Dylan.
— Está nevando, ¿Cómo te va a dar calor?Entonces un auto se detuvo enfrente de ellos. Los dos se quedaron mirándolo atónitos sin saber qué hacer. La puerta de atrás se abrió. De ahí salió Issac Cassell usando uno de esos abrigos oscuros elegantes que siempre llevaba cuando estaba por el pueblo.
Dylan hasta saltó del susto cuando lo vio salir. Se quedó petrificado sin saber qué hacer. Después su corazón comenzó a latir rápidamente.Issac vio que Dylan y Marie parecían haber visto a un fantasma.
— ¿A dónde van?— preguntó—, está nevando...
Marie tardó unos segundos en salir del shock mental en el que entró cuando vio a Issac y notó que Dylan se veía totalmente perdido. Se apresuró a acercarse a él y tomar su mano.
— Paseábamos— le dijo ella—. Nos iremos a mi casa. Usted puede seguir su camino...
— No, eso no pasará— dijo Issac con seriedad—. Suban al auto.Marie se sintió repentinamente intimidada. No recordaba que Issac le diera miedo pero quizá era porque antes le gustaba. En ese momento sólo sentía miedo.
— Está nevando y seguramente se pondrá peor— dijo Issac—. Hay que darnos prisa para llegar a mi casa.
— Nosotros iremos a mi casa— dijo Marie.
— ¿Podrías darnos un momento?— le dijo él a Marie.Ella miró a Dylan. Él seguía tan absorto en su mente que no parecía querer decir nada. Aún así ella se alejó un poco.
Issac se acercó a Dylan. Él retrocedió por instinto en cuando Issac camino en su dirección. Él notó esto y se detuvo. No quería asustarlo.— Dylan, sube al auto— le dijo—, tenemos que hablar.
Dylan sólo lo miró sin poder creer que todo eso de verdad estaba pasando.
— Está nevando, el auto no podrá continuar si esperamos más— le dijo Issac—. Sube ahora.
Pero Dylan no podía mirarlo siquiera a la cara. Sentía muchas cosas dentro y no sabía cómo expresarse.
Issac estaba tan estresado que ya no podía soportarlo más. Se acercó a Dylan y tomó su brazo, cosa que obligó al muchacho a mirarlo. Sus ojos se encontraron.— Soy tu esposo y te pido por favor que vayas al auto— le dijo Issac con tono autoritario.
Dylan lo miró con sorpresa y por unos segundos no se movió. Issac soltó su brazo. Entonces Dylan caminó al auto. Marie vio esto y se acercó. No podía creer que Dylan estaba haciendo lo que Issac quería. Fue con él. Entonces Dylan se detuvo en la puerta antes de entrar al vehículo. Vio que la mujer de antes estaba ahí. No pudo hacer otra cosa más que observarla totalmente atónito.
— Hola— le dijo ella tratando de parecer amable.
Dylan se detuvo y estaba por girarse cuando Issac lo tomó de los hombros.
— No tengo tiempo para esto, sube o te obligaré a hacerlo— le dijo molesto—. La nieve se acumula.
Dylan no quería pero le dio miedo así que subió rápidamente. Después Issac miró a Marie.
ESTÁS LEYENDO
El libro de los amores imposibles
Teen FictionSi tu nombre aparecía en el libro dorado junto al de otra persona, debían casarse o de lo contrario cosas terribles le pasarían a todo el pueblo. Dylan lo sabía, creció toda su vida sabiendo que un día debía casarse con Issac Cassell para salvar a s...