Cuando Matty era bebé y aprendió a caminar, era tan inquieto que una vez escapó de su casa. Se fue dando pasitos torpes lentamente aprovechando que había mucho caos en la mansión porque ahí celebraban la fiesta de cumpleaños de su padre. La niñera no vio que se fue, se distrajo un poco y el niño escapó. Entre tanta gente nadie lo vio irse. El niño salió de la mansión y fue a la calle. Un auto iba pasando a toda velocidad. Justo en ese momento al bebé le dio por correr y atravesar la calle. El auto no pudo frenar a tiempo. Sin embargo a Matty no le pasó nada. Salió totalmente ileso. Bryce por otro lado terminó con varias fracturas y en silla de ruedas. Porque él vio a su hermanito correr y se lanzó a salvarlo. Lo logró, pudo abrazarlo y recibir él mismo el impacto.
Matty era muy pequeño como para recordar todo eso. Sin embargo se lo habían contado sus padres cuando preguntó el por qué Bryce usaba silla de ruedas. Le dijeron cuando tenía 5 años. Sus padres lo consideraron lo suficientemente mayor como para entender lo que pasó. Así fue como Matty entendió dos cosas:
1. El por qué Bryce se la pasaba yendo a hospitales.
2. El por qué Bryce no lo quería.Porque desde que él recordaba, Bryce nunca le hablaba o era lindo con él. Para empezar no estaba en casa nunca. Se la vivía en hospitales. Cuando iba a la mansión sus padres le decían que no lo molestara porque debía dejarlo descansar. Él era demasiado pequeño para entender por qué debía alejarse y lo buscaba porque se suponía que era su hermano. Él era muy unido con Issac y pensaba que debía ser igual con su otro hermano. Se acercaba para querer hablarle pero Bryce siempre lo rechazó. Lo apartaba o pedía que se lo llevaran. En una ocasión fue su cumpleaños y Matty quería darle un abrazo porque todos los demás lo abrazaban puesto que le organizaron una fiesta sin embargo Bryce no quiso, incluso para alejarse de él y no tener que tocarlo se arrojó de la silla y cayó al suelo.
— ¡Dios mío, Bryce!— gritó Katrina cuando se dio cuenta.
— ¡Aléjalo de mí, tú prometiste que no lo dejarías acercarse!— gritó Bryce mientras se arrastraba en el suelo para alejarse lo más posible de Matty.El niño sólo se quedó ahí paradito viendo cómo su madre y otros se acercaban a Bryce para ayudarlo. Su padre en algún momento se acercó para llevárselo. También su hermano se fue, Matty lo miró irse de su propia fiesta de cumpleaños. Para ese entonces a pesar de ser pequeño, él ya sabía que Bryce no lo quería pero no entendía por qué. Esa misma tarde sus padres le explicaron lo que pasó después de que terminó esa fiesta. Así fue como Matty comprendió todo y le dio la razón a Bryce: él también odiaría a su hermano si por su culpa toda su vida se hubiera arruinado.
Porque eso pasó. Bryce se la pasaba en hospitales y sufría mucho todo por culpa de un estúpido bebé. Pudo no ir a salvarlo. Todos decían que posiblemente Matty hubiera muerto. Pero Bryce lo hizo y no murió pero quedó muy lastimado. Al día siguiente de que lo supo, Matty se sentía tan mal que pensó que debía disculparse. Fue al jardín por unas flores y le hizo un dibujito a Bryce. Lo buscó. Lo encontró afuera en el jardín delantero junto a sus padres y su enfermera. Estaban por subirlo al auto porque se iría al hospital. Matty se acercó. Bryce lo miró. Le ofreció las flores. Eran un puñito de margaritas. Iba a decirle que lamentaba todo eso cuando Bryce habló.
— ¿Por qué están dejando que esté cerca de mí?— dijo con enojo y miedo, alterado.
Katrina tomó a Matty de la mano y se lo llevó casi arrastrando de ahí. Matty soltó las flores. Ya en el suelo, Bryce con mucho trabajo movió su silla y las aplastó con ellas. Era en ese entonces un niño delgado, pálido y ojeroso por tanto vivir en hospitales pero aún así se esforzó por aplastarlas bien hasta que no quedó nada de ellas. Matty miró esa escena con lágrimas en los ojos mientras se lo llevaban.
Su madre se lo llevó adentro. Lo dejó sobre un sofá.
— Matty, no llores— le dijo ella angustiada—. No sé qué hacías ahí si te he dicho como mil veces que te alejes de tu hermano.
— Yo... quería darle flores— dijo el niño entre sollozos y mientras aplastaba el dibujito firmemente en su puño.
— Bryce se irá porque tiene programada una cirugía— le dijo—. Iré a despedirme de él. Tú quédate aquí, él no quiere verte.Ella salió de ahí. Entonces Isacc apareció. Al ver a Matty llorar fue para abrazarlo. El niño se dejó apapachar por su hermano.
— ¿Bryce me odia?— le preguntó Matty entre lágrimas.
— No lo sé— le dijo Issac con angustia.
— No quiere verme. Me odia— dijo Matty llorando.
— Tal vez— admitió Issac—. Pero muy pronto ya no te va a odiar. Le harán una cirugía y quedará tan bien que no necesitará la silla de ruedas. Entonces ya no estará triste y enojado. Te va a querer mucho como todos los demás que te amamos. Jugaremos entonces los tres.Matty se separó de él y lo miró con la carita llena de esperanza.
Se sintió mejor. Esa noche mientras rezaba en su habitación (porque su madre les había enseñado a hacerlo antes de dormir), le pidió a dios que su hermano saliera bien de esa cirugía. Guardó el dibujo que hizo en una cajita donde ponía cosas importantes. Prometió dárselo a Bryce cuando volviera a casa.La cirugía se hizo y Bryce salió favorablemente de ella. Sin embargo tardó meses en regresar a casa. Cuando lo hizo aún usaba la silla pero pronto la dejaría y usaría muletas. Después se suponía que ya no usaría nada porque sanaría bien.
A pesar de que todo sonaba tan bien, Bryce siguió tratando a Matty como siempre. Se mantenía en su habitación alejado y si él se acercaba pedía que se lo llevaran.
Pasó un año. Bryce comenzó a usar muletas. Seguía ignorando a Matty. Él trataba de pedir perdón y entregarle el dibujo pero nunca le dio oportunidad. Pasó otro año. Bryce dejó las muletas. Caminaba muy lentamente pero podía. Volvió a la escuela. Siguió ignorando a Matty. Él ya no se acercaba a su hermano. Había asimilado por completo que lo odiaban, tanto que incluso se alejaba de él intencionalmente. Si se encontraban en un pasillo él iba por otro o se pegaba a la pared para que Bryce no tuviera que tocarlo.No sabía si era por él pero Bryce pasaba muy poco tiempo en casa a pesar de no poder caminar bien. Tenía amigos y se iba con ellos. Regresaba muy noche. Nadie le decía nada.
Hasta que pasó el incidente del jardín. Su padre lo golpeó ahí frente a ellos. Matty nunca entendió por qué pasó eso. Bryce estaba en recuperación pero aún así su padre lo golpeó. Después lo mandaron a una escuela lejos de ahí. Hasta que por algo que pasó ahí tuvo que volver. Matty no preguntó, no quería involucrarse con cosas que tenían que ver con Bryce porque no quería ser una molestia. Ya era suficiente con que le hubiera arruinado la vida como para empeorar todo. Estaba seguro de que sin importar qué hiciera o dijera nunca lo perdonaría por eso. Ya no buscaba ser perdonado, buscaba no causar problemas.
Entonces su padre golpeó nuevamente a Bryce en medio del salón principal de la casa. Todos vieron eso. Y su hermano dio a entender que odiaba a todos en esa familia. Pero eso no significaba que Matty lo odiara. Él no sentía odio por Bryce. Por eso lloró mucho al ver cómo su hermano cayó al suelo y su padre aún así lo pateó en el estómago. Su madre se lo llevó y ya no supo que más pasó. Él quería ayudarle. Quería acercarse para limpiarle la sangre de la nariz pero no lo dejaron. Recordaba bien a Bryce doblado del dolor en el suelo mientras sangraba y cómo nadie lo ayudaba.
Su madre lo llevó a su habitación. Cerró la puerta. Él iba a preguntarle por qué pasó todo eso pero no pudo porque ella se puso a llorar. Y sintió tan feo al ver a su madre llorar que lloró más.
Al día siguiente supo gracias al chofer que quién heredaría el puesto de jefe de la familia sería Issac. Ese lugar se suponía que era para el primogénito pero su padre se lo otorgó a su otro hermano. Además lo envió a otro colegio muy lejos de ahí.Matty no sabía bien cómo pero sentía que todas esas cosas que le pasaban a su hermano eran su culpa. Y ya no sabía cómo vivir con tanta culpa.
No sabía qué hacer. Sólo se quedaba ahí quieto, existiendo, arrepintiéndose de no haber muerto aquel día del accidente. Deseando poder volver en el tiempo y evitar que Bryce hiciera algo así. No quería que lo salvaran. Quería no existir. Pero para no causar más problemas, fingía ser alguien alegre y feliz. Pero no lo era. De hecho Matty había sido infeliz casi toda su vida. No obstante no lo decía o pensarían que sería un malagradecido. Debía estar contento, se lo debía a Bryce.Sin embargo ya no soportaba vivir así.
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El libro de los amores imposibles
Novela JuvenilSi tu nombre aparecía en el libro dorado junto al de otra persona, debían casarse o de lo contrario cosas terribles le pasarían a todo el pueblo. Dylan lo sabía, creció toda su vida sabiendo que un día debía casarse con Issac Cassell para salvar a s...