Como el asunto le dio curiosidad, Matty decidió preguntar.
— ¿A qué va Bryce a la tienda de tu familia?— preguntó con interés.
— A comprar pinturas— dijo ella.Él no sabía que Bryce todavía pintaba.
— Qué bien— dijo Matty fingiendo desinterés.
— Es una persona muy amable— dijo ella feliz—. Todos lo han sido desde que empecé a trabajar aquí.
— Aún así debe ser complicado.
— Mi trabajo es bastante sencillo— dijo ella feliz—. Además puedo estar aquí en esta casa con ustedes que son como la realeza...Matty no pudo evitar soltar una pequeña risita. La chica sólo lo miró un poco avergonzada.
— No somos reyes o príncipes para nada— le dijo de buen humor—. Aunque parezcamos unos.
En ese aspecto Matty no podía cuestionarlo, todos en su familia eran personas hermosas, hasta Bryce y eso que no le gustaba asearse. Es más, hasta Dylan era muy bello. Aún bajo la maldición seguían siendo una familia bonita. Caótica pero bella.
Matty decidió simplemente ir a la puerta. Entonces tuvo una idea. Miró a la joven.— Quiero recorrer el pueblo en estos días pero no quiero hacerlo yo solo y no conozco a nadie por aquí— le dijo—. Pensé que tal vez a ti te gustaría hacerlo conmigo. Cuando tengas tiempo. Entiendo que debes trabajar.
— ¡Me encantaría!— dijo ella con entusiasmo.
— Entonces te buscaré— le dijo Matty y salió de ahí.Se sintió más animado. Quería poder disfrutar su estancia ahí aunque fuera sólo un poco y esa chica parecía agradable. No sabía si era atractiva o no porque aunque trató de ver alguna cosa en ella que le llamara la atención, no encontró nada. No era ella, era él y lo sabía perfectamente. Le costaba ver de forma romántica a otra persona que no fuera Bryce.
Pero quería poder seguir adelante. Imaginó que si trataba de salir con personas quizá encontraría alguna que de verdad le pareciera atractiva. Incluso más que Bryce. Motivado por eso regresó a su habitación. Subió las escaleras con ánimo y llegó al pasillo. Entonces vio a Bryce nuevamente pero ya no estaba donde lo dejó. Se encontraba más adelante, en el suelo, dándole la espalda. Se acercó lentamente. Bryce trató de levantarse pero su brazo parecía débil y no pudo. No se estaba recargando en el brazo lastimado así que no tenía estabilidad para nada.
— ¿Te caíste cuando tratabas de levantarte?— le dijo Matty.
Bryce tensó su cuerpo al sólo ver una sombra detrás de él. Trató de arrastrarse por el suelo pero no pudo alejarse.
Matty suspiró. De verdad no quería involucrarse con Bryce más allá de lo que le dijo pero parecía que no podría evitarlo. No podía dejarlo ahí. Imaginó que realmente no le pasaría nada si lo cargaba hasta llevarlo a su habitación porque el día anterior ya lo había tocado y aunque Bryce parecía totalmente aterrado y temblaba, no le dio un infarto.— Quédate quieto, te llevaré a tu habitación— le dijo—. No prometo nada porque no soy muy fuerte pero sólo son unos cuantos metros así que creo que puedo hacerlo...
Bryce escuchó eso y entró en pánico inmediatamente. Significaba que lo tocaría y no quería que eso pasara así que se giró y se acercó lo más que pudo a la pared. Sus cabellos se revolvieron con esa acción y taparon su cara aunque podía ver a través de ellos la cara de Matty, que lo miraba pareciendo realmente preocupado.
— Sólo resiste por unos segundos— le dijo Matty y se acercó más—. Te llevaré a tu habitación...
— ¡Aléjate de mí!— le gritó Bryce en su desesperación.A Matty le dolió pero sólo un poco. Ya estaba demasiado acostumbrado a ese tipo de desprecio. Suspiró cansado.
— No puedo dejarte aquí, mi mamá se preocupará— le dijo él—. Así que deja que te lleve a tu cama.
Se acercó y tocó ligeramente el brazo de Bryce. Entonces él al sentir el tacto se asustó tanto que se movió como pudo para evitarlo y entre tantos movimientos al azar estiró su pierna y pateó a Matty en la cara. Fue sin intenciones y sin fuerza realmente pero aún así fue lo suficientemente poderoso como para empujar a Matty hasta el otro extremo del pasillo. Se golpeó contra la pared porque no pudo detenerse siquiera, no se esperaba algo así.
Matty se sintió brevemente desorientado pero no perdió el conocimiento. No sentía tanto dolor así que simplemente trató de quedarse sentado en el pasillo.
Bryce observó a su hermano tratar de sentarse mientras de su nariz salía un chorro de sangre que rápidamente manchó la parte posterior de su camisa.
Matty sintió algo caliente cubrir su pecho. Miró hacia abajo y vio que era sangre. Se llevó las manos a la nariz. Observó sus dedos.— Ah, es sangre— dijo y un poco se metió en su boca porque estaba sangrando bastante.
Bryce observó eso totalmente horrorizado. Su cuerpo temblaba y sentía mucho miedo, sus músculos se sentían muy tensos y casi no podía moverse pero algo dentro de él le decía que debía moverse. Matty sufría y no podía ignorar eso. Con mucha dificultad levantó la mano hacia Matty mientras sus dedos se sentían muy fríos y le temblaban. Iba a decirle que no llorara cuando apareció un hombre. Era parte del personal de la casa, probablemente iba a encender las chimeneas. Los miró así unos segundos antes de reaccionar.
— ¿Se encuentra bien?— le dijo a Matty mientras se acercaba a él.
— Estoy bien— dijo Matty y buscó en sus bolsillos un pañuelo. Lo puso en su nariz aunque quedó empapado de sangre de inmediato—. Por favor ayude a mi hermano. Necesita que lo lleven a su habitación.El hombre no quería porque Matty sangraba mucho pero se acercó a Bryce y lo tomó fácilmente porque no puso resistencia. Lo llevó lentamente entre sus brazos mientras Matty se levantaba. Los vio entrar en la habitación. El hombre dejó a Bryce sobre la cama. Después simplemente salió de ahí y cerró la puerta. Matty seguía ahí. Se acercó preocupado y buscó un pañuelo para dárselo.
— Muchas gracias, no tiene idea de cómo se lo agradezco— le dijo Matty.
El hombre sonrió. De todos en esa casa, Matty era su favorito. De hecho Matty era el favorito de todo el personal que laboraba ahí. Les parecía agradable y los trataba bien. El señor Bryce nunca interactuaba con nadie a menos que tuviera que dar una orden y Katrina sí pero generalmente no era tan agradable y parecía mirar a todos con mucha superioridad. Bryce ignoraba a todo el mundo y aunque Issac no iba nunca y no lo conocían, sabían por la forma en la que trataba a sus padres por videollamada que se trataba de alguien exigente y autoritario. En cambio Matty siempre saludaba y era genuinamente amable con todos, les sonreía como si fueran amigos.
— Descuide— le dijo el hombre—. Si hay algo más con lo que pueda ayudarlo, por favor dígame...
— Estoy bien— dijo Matty tratando de parecer bien—. El sangrado se detendrá pronto.
— ¿Qué le pasó? ¿Su hermano lo golpeó?— preguntó él con angustia.
— No, yo sólo resbalé cuando trataba de ayudarlo a levantarse— dijo Matty—. Soy muy torpe, en lugar de ayudar sólo me lastimé.
— Si se golpeó con fuerza debería ir a que lo revisen— le dijo—. Aunque las calles están tan llenas de nieve que no creo que ningún auto pueda llegar hasta el hospital.
— Estoy bien de verdad— le dijo Matty—. Iré a mi habitación y descansaré un poco.
— Si necesita algo búsqueme— le dijo—. Estaré por aquí revisando las chimeneas.
— De acuerdo, muchas gracias— dijo Matty de buen humor—. Es usted muy amable.Después se fue a su habitación.
Tenía que detener el sangrado. Mientras se limpiaba recordó que no le dijo al hombre que guardara el acontecimiento como secreto. Porque Issac lo usaría en su contra al saberlo. Imaginó que no lo diría porque Issac le daba miedo a todo el mundo. En ese aspecto estaba seguro. Lo que le preocupaba era Bryce. Probablemente estaba bien. Aún así quería verlo.A pesar de estar en esas condiciones por su culpa, Matty quería ver a Bryce con tantas ganas como antes. Matty comenzó a preguntarse si eso cambiaría algún día. Si existía alguna forma de que él pudiera odiar a su hermano mayor. Comenzó a pensar que quizá era imposible.
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El libro de los amores imposibles
Teen FictionSi tu nombre aparecía en el libro dorado junto al de otra persona, debían casarse o de lo contrario cosas terribles le pasarían a todo el pueblo. Dylan lo sabía, creció toda su vida sabiendo que un día debía casarse con Issac Cassell para salvar a s...