Adorablemente Estúpido [ Terminado]

Te lo buscaste

Hola gente!

De quienes comentaron, prefirieron cap hoy y dsps agua y ajo hasta el finde ^^'

Este es el capítulo más largo hasta ahora, espero que les guste n_____n

** Buzo

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Tin POV

Cuando ví a Can acercándose no lo dudé. Comenzamos a besarnos pero no sutilmente. Tenía hambre de Cantaloupe y no precisamente del melón... Me recosté contra el respaldo y lo acerqué más a mí. Él se sobresaltó un poco pero no dejábamos de besarnos. Mis manos pronto comenzaron a meterse por debajo del buzo de él y me sorprendí con lo que estaban tocando: necesitaba verlo. Noté que él se tensó. Me separé.

— Can, quítate el buzo.
— ¿Eh? —Estaba completamente rojo.
— O te lo quitas o te lo quito.

Pensé que era imposible que alguien pudiera ponerse más colorado, pero me equivoqué. Can miró tímidamente para otro lado. Comencé a mover mis manos con lentitud y no se quejó. Cuando llegué a su buzo, coloqué mi pulgar por fuera y mis dedos restantes contra su piel... Fui subiendo de a poco, a medida que se le iba levantando el buzo y yo iba admirando la sorprendente vista. Si, era sorprendente, porque parece que tantas horas de prácticas de fútbol, dieron sus resultados. No voy a decir que era un Adonis, pero francamente no esperaba encontrarme nada interesante bajo su ropa. No me aguanté: luego le saqué todo rápido.

— ¿Por qué me miras así? —Preguntó un poco asustado.

No tengo ni idea la cara que puedo tener en estos momentos, pero hace meses que sueño con esto, él debería entenderlo.

— Es como si me fueras a devorar. —Se encogió un poco de hombros.
— Y lo haré. —Sonreí de medio lado.

Can aún seguía sentado sobre mí, pero sus piernas, ambas, pasaban por el mismo lado.

— Siéntate sobre mí, Can.
— Que, que, que ¿qué?

Palmeé el lado por el que tenía que pasar su pierna.

— Es para... que estés más cómodo.

Se veía muy nervioso y avergonzado.

— Cantaloupe. Estamos vestidos. —Le recordé.
— ¡Tu si! ¡Yo no!
— Ah ¿quieres que me la quite? — me señalé la camisa.

Antes de que dijera algo. Comencé a desabrocharla lentamente. Él me miraba expectante, sentía su respiración fuerte y lo observaba contraer sus músculos con cada inhalación. Lo miré fijamente, nos quedamos así unos segundos; ninguno se movía. Seguí y desabroché los botones restantes con ligereza. Cantaloupe seguía observándome con lujuria, yo creo que en cualquier momento se le caería la baba.

— ¿Te gusta lo que ves? —Pregunté arrogante.
— Me encanta. —Respondió de inmediato— ¿Cómo puedes ser tan jodidamente hermoso?

Me sorprendí. Fue la primera vez que me dijo eso. Sonreí. No creo que Can se haya percatado, él seguía como hipnotizado mirándome... admirándome.