La rosa

2.5K 351 48
                                    


Can POV

Tin me tomó de la mano y comenzamos a ir a su apartamento. Pero en vez de bajar por el ascensor, me llevó por las escaleras. En el descanso de las mismas, me puso contra la pared y me besó, olió mi cuello y me susurró:

- Estás irresistible bebé.

Me encanta que diga ese tipo de cosas... Gracias Pete. Nos volvimos a besar, pero esta vez lo arrinconé yo.

- ¿Te vuelvo loco? -Le pregunté en el tono más sensual que pude.
- Siempre.

Eso fue lo que Can todopoderoso necesitó escuchar para despertarse. Lo jalé del cabello y lamí todo el hermoso contorno de su cuello.

- Can travieso, es el Can de la oscuridad... -le mordí el lóbulo de su oreja- Cuando lleguemos a tu apartamento, verás mi regalo y seré el novio más tierno del mundo -mi mano aún seguía jalando su cabello, mientras mi mano libre se metió en su pantalón y apretó con fuerza a junior- ¿Me oyes?

Lo solté. Hoy me sentí realmente poderoso. Le dije cuáles eran las reglas y esperé a ver qué hacía. Tin decidió volver a tomar el control y jugar conmigo. Me puso contra la pared y me manoseó por dentro de mi camisa cuanto quiso. Me besó y tocó hasta que gemí, ahí se detuvo; me tomó de la mano y fuimos a su apartamento.

- ¡Feliz cumpleaños! -Le dije al entrar, me giré y le regalé un ramo de rosas.

Tin se veía realmente sorprendido, las tomó y se enterneció. Lo tomé de la mano y lo llevé a recorrer su apartamento. Vio los pétalos de rosa en la cama, las velas en la bañera... y el peluche de dragón en el sofá.

- ¿Como sabes que amo los dragones?
- ¿Porque conozco a Junior?

Abrió la boca para replicar, pero sonó su celular.

- Ven bebé.

Me acerqué. Me tomó de la muñeca, me jaló y me besó.

- Te amo. Eres el mejor. -Me hacía muy feliz escuchar eso- ¿Podemos tomarnos una foto para enviársela a Tul que quiere saber si estoy pasando bien?
- Claro

Nos tomamos la foto. Él se quedó mandando el mensaje y yo fui al baño. Al volver, estaba recostado en el sillón... abrazando al peluche. En realidad se veía encantador, se ve que realmente le gustan los dragones.

- ¿Y yo? -Pregunté y me hice el indignado.
- ¿Tu qué?
- ¿Mi abrazo? -Me crucé de brazos e hice pucherito.

Tin se sentó en el sillón y abrazaba exageradamente al peluche. Recogí el ramo de rosas que estaba ahí y me puse a burlarme de él.

- Te podrías lastimar. -Me dijo volviendo a la seriedad- No puedes hacer lo mismo que yo con mi dragoncito.

Comenzó a besarlo y a restregárselo en el rostro ¿Estaba sintiendo celos de un dragón de peluche? No puedo estar tan mal. Sabía que podía correrme la camisa o directamente desvestirme... pero le prometí que sería romántico. Saqué una rosa del ramo y comencé a coquetear. Tin empezó a prestarme atención. Pasé la rosa con cuidado por mi pecho y para ese entonces, mi novio me miraba como hipnotizado. Pasé la rosa por su cuello y lo atraje; lo besé. No fue nada pecaminoso, fue un beso muy lindo. Él aprovechó para robarme la flor y pasármela por el cuello, pero me hizo cosquillas y es mi zona sensible, así que subí mis hombros para proteger mi cuello. Estábamos muy cerca.

- Te amo. -Me dijo al tiempo que me tomó por la cintura y me hizo sentarme encima suyo.

Luego me acomodó; estaba de costado, mis piernas, ambas, pasaban por el mismo lado. Me abrazó por la cintura y apoyó su rostro en mi espalda. Respiraba hondo. Yo me moví y cambiamos de posición: ahora él estaba apoyado en el sillón y yo apoyaba mi rostro en su pecho.

- Gracias, Tin.
- ¿Por qué? -Preguntó sin comprender.
- Por amarme.

Sonrió sin poder creerlo y me admiró, con esa mirada que pone a veces, como si yo fuera la cosa más hermosa, mágica y maravillosa del mundo. Volvimos a besarnos con ternura. Pasé mi pierna para el otro lado y quedé sentado encima suyo. Nos separamos y ahora estábamos frente a frente, él se me acercó y yo hice lo mismo hasta que nuestras narices se rozaron. Tin no dejaba de abrazarme. Al tenerlo tan cerca, no pude evitar sonreír; él también sonrió. De pronto se apoyó contra el respaldo y me acercó a su cuerpo. Sus manos subían y bajaban por mi espalda.

- Definitivamente es mi mejor cumpleaños. -Me dijo mirándome a los ojos y con una sonrisa en su rostro.

Nos quedamos abrazados hasta que me empecé a sentir incómodo en esa posición. No quería que me dejara de abrazar, pero comencé a moverme y se rozaban nuestras entrepiernas...

- ¿Bebé?
- Nada, quería acomodarme un poco.
- ¿Sabes? Me hace acuerdo a nuestra primera vez... -Extendió los brazos en el sillón- estábamos en este mismo sofá, en esta misma posición -me observó.
- Y con mucha menos experiencia. -Él sonrió travieso y yo me acerqué para besarlo.

Adorablemente Estúpido [ Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora