Can Todopoderoso [M]

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Can POV

Tin seguía sin comprender. Por un momento pensé en sentarme en sus piernas... Pero no era buena idea. Así que me puse en modo Can Todopoderoso.

- Ahora es mi turno. -Sonreí de medio lado- Quítate la ropa.

No estaba muy feliz, creo que seguía sintiéndose culpable, sintiéndose mal... Tensionado. Y Cancito le iba a sacar esa tensión.

Se quitó el saco y dudó un poco con el jean, pero lo miré "demandante" y lo hizo...

- Daddy no lleva ropa interior. -Me puse la manito en la boca como haciéndome el sorprendido.

Lo tomé de la mano y lo jalé para que se parara. Él hizo caso y seguía estoico. Yo me acerqué a su oído.

- Daddy es bueno y precavido... Y le va a dar a su bebé las cuerdas extra ¿verdad? -puse mi índice en su torso y caminé, girando a su alrededor: volví a hablarle al oído:- Porque hay cuerdas aquí. -puse voz "sexy".

Yo sé que Tin no se arriesgaría, dejando todo en un solo lugar. Yo jugaba con mis deditos por su cuerpo. Su expresión era de pocos amigos, pero me señaló su mochila.

- ¿En la mochila? -me volví a hacer el sorprendido. Tomé a junior entre mi mano y lo presioné un poco- Que Daddy tan pervertido -dije en la voz más sexy que pude.

Notaba que a él le empezaba a afectar y eso era lo que quería.

- Daddy, trae la silla del baño y las cuerdas.

Tin hizo caso.

- ¡Átame Daddy! -soné juguetón. Y puse mis muñecas juntas.

Tin comenzó a hacer el nudo. Es un nudo que lo hace en el aire, luego me coloca la cuerda por las muñecas y al tirar de uno de los extremos, se ajusta.

Le dejé que me pusiera el nudo en mis muñecas, así sabía de qué extremo tirar.

- Muy bien, muchas gracias Daddy.

Tin se extrañó. Me saqué el nudo, me lo puse en el hombro y lo fui llevando y arrinconando hasta que quedó sentado en la silla.

- ¿Bebé? -No estaba muy seguro de qué ocurría. Puse mi índice en su boca y lo silencié.
- Ponte cómodo, Daddy.

Él se acomodó en la silla y yo me paré detrás de él.

- Manos.

Tin colocó sus manos detrás de la sillas le coloqué el nudo y lo ajusté.

- Así me gusta. -Dije altanero- Daddy atado a una silla.

Comencé a sacarme mi ropa de a poco y en forma sensual. Cuando llegué a mis pantalones, me posicioné de frente a él y los bajé de un tirón.

- Mira Daddy, mira lo que tú bebé trajo para tí.

Me di vuelta, quedé de espaldas a Tin y comencé a agacharme y a caminar hasta estar cerca de él.

- ¡Mi-mierda Can!

Esa era su voz de que volvió a la acción. Me volví a levantar con un poco de dificultad. Fui a la habitación y traje lubricante y una tijera. Dejé todo al lado de la silla.

Me senté en su piernas y comencé a besarlo, mientras masajeaba a junior. Besé y mordí el cuerpo de mi imbécil. Luego lo lamí y me sentí con poder, así que me arrodillé en el suelo y metí a junior en mi boca.

- Bebé... -su voz era muy grave- Eres el mejor.

Lo sostuve con una mano y la otra sostenía al juguete que quería escapar de mí. Y dudé si dejar que se viniera... Pero yo no resistiría mucho más, así que cuando junior estuvo bien alto y erguido, lo dejé.

- ¿Bebé? -Se escuchaba decepcionado.

Eché mucho lubricante en junior, me quité el juguete de Daddy y me enterré de a poco. No me sentía nervioso ni nada de lo que pasaba cuando Tin quería penetrarme, aunque fuese con sus dedos: ahora estaba muy tranquilo. Dolió al principio, pero después recordé lo rico que era todo el resto... Pero lo rico que es con Daddy. ¡Mierda! Ahora me doy cuenta que ese juguete, me hizo deseoso de tener algo dentro mío que tapara ese vacío.

- Daddy... ¡Es Todo tan rico!

De igual modo, no iba a desaprovechar el estar tan unido a Tin, así que acerqué su rostro y lo besé hasta que nos quedamos sin aire. Pasé mis brazos sobre su cuello y lo observé, él me imitó.

- Te amo, Tin. Aunque me cortes la acción. -bromeé. Él sonrió.
- Te amo Can, por eso me dejo atar a una silla por tí -Se acercó y me besó.

Me levanté, tomé la tijera y corté las cuerdas: él se sorprendió mucho.

- Bebé está muy cansado. -le confesé mientras me dirigía al cuarto y él me seguía.

Me acosté en la cama. Pero él seguía parado... Ver a su padre me lo dejó bien imbécil. Me apoyé en el borde de la cama, bien frente a él y me puse en mi pose gatito: moví un poco el trasero.

- Mira cómo bebé se abrió para Daddy. ¡Móntame, Daddy! ¡Móntame!

Pensé que nos íbamos a acomodar de otro manera o... Nada. Me sujetó firme de la cadera y se introdujo, por suerte fue de a poco. Y una vez que entró... Bueno, Tin, no puede dejar de ser él. Arrancó a toda marcha. Mis brazos cedieron de inmediato y me puse un almohadón para apoyar mi rostro.

- ¡Demonios bebé! Eres el mejor.

Volvió todo a ser jadeos y gemidos.

- Mierda Can... como ex-trañaba... Esto.

Me acarició la espalda con su mano. Tomó a campeón con la otra y cuando estaba al borde del clímax... Paró todo.

- Vayamos... al baño... así ya estás más... cerca de la tina. -Tin jadeaba mucho.

Él levantó mi cuerpo y lo sostenía junto al suyo y mis últimas fuerzas estaban concentradas en mis piernas. Me apoyó contra la pared fría de la ducha y volvimos a lo nuestro. Hasta que sentí un líquido tibio dentro de mí y un sonido grave y prolongado. Tin tomó a campeón en su mano y también alcancé mi clímax.

Estaba destruído físicamente, pero feliz. Daddy me había mostrado cuanto amo todo esto.

Adorablemente Estúpido [ Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora