¿Me lavas el cabello?

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Hola gente

Ya lo he explicado antes. Si sale que actualicé pero entran y no ven nada vayan a ver mis mensajes que seguramente les explico si fue dedazo o lo estoy haciendo a propósito porque no pueden ver el último cap.

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Tin POV

Aún me sigue sorprendiendo cuando me abraza tan fuerte y me duele no poder devolverle el abrazo.

Pero tratamos de mantener una atmósfera de realidad. Así que estábamos cenando en el sofá, admirando la hermosa vista.

- ¿Y qué haremos ahora? -preguntó él.

No quiero decirle la verdad: que tarde o temprano volveremos a Tailandia y todo será como antes. Tul me prometió que luego del casamiento con Nam, podremos ser realmente libres y yo no soy de remar para morir en la orilla...

- Hablemos de eso mañana, mi vida. -lo miré y despeiné su cabello.

Me gusta que aunque sea solo esto, aún puedo tocarlo sin que se sobresalte.

Luego de comer vino el momento incómodo. Normalmente, si estamos comiendo en el sofá, al finalizar él se acercaría y nos abrazaríamos y besaríamos... Claro que eso no sucederá. Recogí todo y fui a lavar los platos.

- Me voy a bañar.
- Bien.

Lavé todo. Aproveché para comprarle un pijama a Can, ahora cuando salí; ropa nueva para acostarse en una cama nueva, se lo dejé encima de la cama.

- Bebé, te compré un pijama, está en la cama ¿quieres que lo deje en el baño?

No escuché respuesta y estaba al otro lado de la puerta pero si... Ruidos.

- ¿Can?

Can POV

Tin compró mucha comida rica. Estábamos comiendo en silencio y admirando la bella vista, cuando me picó el bichito de la realidad.

- ¿Y qué haremos ahora?
- Hablemos de eso mañana, mi vida.

Mi vida... En estos momentos él realmente es eso para mí porque mi vida depende mucho de él.

Terminamos de cenar y nos quedamos en silencio, del tipo de silencio incómodo... ¡Ni el clima ayudaba! Parecía que se iba a venir una tormenta.

Una parte de mi, realmente quería abrazarlo y dormir en el sillón juntos. Sería muy lindo poder estar así mientras se larga la tormenta... Pero otra parte de mi tiene miedo de acercarse demasiado a otro cuerpo... Aunque sea el de Tin.

- Me voy a bañar.
- Bien.

Debía cortar este silencio incómodo. Me levanté y me metí en el baño.

Era amplio, tenía bañera y jacuzzi. Pensé un poco lo del jacuzzi, porque realmente me quedaron los músculos agarrotados de cuando tuve mi "momento" pero terminé optando por la bañera. Comencé a abrir el grifo y ver la temperatura ideal. Me descalzé, me quité el suéter, las medias, los pantalones... Y cuando fui a sacarme la remera, mis manos se quedaron inmóviles. Cerré los ojos: es solo la remera, pensé y me la saqué. Con la ropa interior costó más, pero repetí el proceso. Cerré el grifo y respiré hondo. Me miré en el espejo: me veía muy pequeño e indefenso ¿siempre me vi así?

Me metí en el agua: se sentía bien. Me quedé unos minutos así, sin hacer nada. Hasta que llegó el momento de bañarme propiamente dicho... Tomé la esponja y la pasé por mi pecho, hacia abajo; las manos sobre mi cuerpo se sentían como si fueran de fuego. Me levanté y salí del agua, me volví a mirar en el espejo y veía marcas de manos rosadas en mi cuerpo. No... Puede... ser. Me observé por completo, en mis pompis, en mis piernas, mi abdomen, mi pecho... Estaban esas marcas de manos.

- ¿Can? ¿Qué ocurre? -Era la voz de Tin.

Me giré y había entrado al baño.

- ¡Mírame! ¡Estoy marcado! -le grité con dolor y me paré frente a él.

Tin estaba completamente desconcertado. Volví a verme en el espejo, pero las marcas de manos ya no estaban.

- Pero recién... Yo las vi... -me quedé como si estuviera loco, hablando solo.

Sentí calor. Tin colocó una toalla al rededor de mi cuerpo.

- Lo siento. -me disculpé- lo siento... Yo veo sus manos en mi cuerpo ¿entiendes? -le supliqué.
- Calma, mi vida, ya pasó. -me tomó de la mano.

Yo me aferré a eso, cerré los ojos y comencé a tranquilizarme: Tin es real, él está conmigo, los dos estamos en Japón... Y él me ama.

- Mi amor -le dije cuando me tranquilicé y lo miré a los ojos- ¿Me lavas el cabello? -él sonrió.
- Por supuesto.

Tin POV

Escuché unos ruidos extraños y entré al baño. Can estaba completamente desnudo, de frente al espejo.

- ¡Mírame! ¡Estoy marcado! -expresó con mucho dolor y se giró.

Pensé que quizás se había restregado con fuerza y su piel había quedado rosa, pero no, no tenía absolutamente nada... Nada visible para mi, seguramente en su imaginación se vería distinto.

- Pero recién... Yo las vi... -expresó implorando que le creyera.

Había una toalla a mi lado, me acerqué y lo envolví.

- Lo siento. -se disculpó- lo siento... Yo veo sus manos en mi cuerpo ¿entiendes? -me suplicó.
- Calma, mi vida, ya pasó.

Tomé su mano, entrelacé nuestros dedos y él cerró los ojos. Se ve que es alguna clase de proceso mental para regresar a la realidad y de ser así: lo admiro. Yo jamás podría tener su fuerza de voluntad. Si yo estuviera en su lugar sería una bolita en una cama.

- Mi amor -Dijo de pronto observándome- ¿Me lavas el cabello? -Sonreí.
- Por supuesto.

Él se quitó la toalla y se metió en la tina, cabeza incluída. Cuando salió del agua se sacudió como un perrito. No podía más que reírme.

- Can...

Él también disfrutó de su chapoteo y si él sonríe, no me importa más nada. Me hinqué al lado de la tina; Coloqué el shampoo y masajeé su cabeza.

- Bebé -le dije serio, mientras mis manos continuaban moviéndose-. Mañana debemos hablar ¿de acuerdo?

Él se tiró hacia adelante y se separó de mis manos, se giró y me miró asustado.

- Descuida, mi vida -le aseguré- Comunicación ¿recuerdas?

Asintió y volvió a mis manos. Al terminar, me levanté y comencé a irme.

- Te traeré el pijama que te compré ¿De acuerdo?
- Sí, gracias.
- Y recuerda, estoy del otro lado de la puerta. -Asintió.

Adorablemente Estúpido [ Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora