Adorablemente Estúpido [ Terminado]

¿Puedes abrazarme hasta que me duerma? [M]

Can POV

Nunca estuve en un jacuzzi antes, así que quería probarlo a lo grande. En cuanto recuperé fuerzas me zambullí y me salió mal, porque salpiqué agua, al mirar a Tin... Su cara era de pocos amigos y me asustó. Hundí mi cabeza y solo dejé mis ojitos afuera, a ver si se apiadaba de mi.

- Can... -Mierda... Eso fue una advertencia.

Volví hacia él de espaldas, a último momento me di vuelta y lo enfrenté. Abrí un poco sus piernas y en el pequeño espacio que quedó, posicioné mis manos y me empujé con fuerza hacia arriba para besar su mejilla. ¡Lo conseguí! Había sonreído. Inmediatamente puse a junior en mi boca y comencé a divertirme.

- Cantaloupe... -Me detuve extrañado-. Es un jacuzzi, no podemos dejar nuestras secreciones corporales. -Aclaró.

Sonreí landino. No dejé de mirarlo ni por un segundo, sería la última vez que podría deleitarme con mi novio en quien sabe cuánto... Volví a envolver a junior, pero lo succionaba lentamente. Amo las expresiones de Tin, es como si contuviera a una fiera salvaje. Me ayudé con una mano y lo lamía. Estaba jugando con él. Mi imbécil jadeaba y me miraba y yo comencé a sentir un tirón en campeón. Así que me ayudé con una mano y succioné con agilidad para que mi novio finalizara su orgasmo en mi boca. Aún no soy muy bueno, pero tendré tiempo de practicar y perfeccionarme.

Me relajé y comencé a sentir el agua haciéndome masajesitos en mi cuerpo. Pronto Tin también se metió en el jacuzzi pero me miró, puso expresión de que se olvidó de algo y salió. No suelo ver su trasero, pero hoy es una ocasión tan especial, que quiero sacarle fotos mentales de todos lados. Cuando regrese a Tailandia hablaré con Ley y le preguntaré sobre los mejores sitios para conseguir fotos de de él, voy a necesitar muchas.

Nos quedamos un rato disfrutando del jacuzzi. Frente a frente, sin hablar. Era una mezcla entre prepararse para el futuro y grabar en mi mente cada pequeño gesto de mi imbécil. Sonó el timbre de la suit.

- Salgamos bebé, es la cena.

Él se levantó rapidísimo y salió del jacuzzi. Me puse el pijama, él hizo lo mismo y comimos pizza y refresco. Mañana hay que estar fresco como una lechuga y espero que nadie me vea llorar... Digo, espero que no me vean las ojeras porque me toca levantarme a las cinco.

- Parece un sueño... -Dije incrédulo.

Me está pegando que realmente son mis últimas horas con Tin.

- ¿Qué cosa?
- Esto... Cómo sea que se le llame.
- ¿Lo que nos toca vivir? Se le llama pesadilla.

Ambos nos quedamos en silencio.

- ¿Puedes abrazarme hasta que me duerma?

Tin POV

Me estaba por meter al jacuzzi, pero pensé que lo mejor sería pedir comida. Tomé mi celular y tenía un mensaje de un número desconocido que me pasaba el link a una noticia:

De Desconocido:
"Amor de ricos: Nam Lasang y Tin Medthanan juntos ¿los nuevos dueños de Tailandia?"

De Desconocido:
COMO TE ATREVES A HACERLE ESTO A MI HERMANO?!!!!!! ERES UN MALDITO!

No tenía tiempo de lidiar con ella ni con nadie más, quería aprovechar cada preciado segundo con mi Cantaloupe. Aún no quería caer en la triste realidad...

Luego de pedir comida y avisar en el hotel, volví al baño y me metí en el jacuzzi. Estábamos frente a frente, relajándonos. Se vendrán momentos realmente difíciles y creo que este, es el punto exacto de la calma antes de la tormenta.

Cuando sonó la puerta, me pareció que sería adecuado salir del agua, sin mencionar que había llegado la comida.

- Salgamos bebé, es la cena.

Ya me había empezado a pegar la angustia y el miedo y se me cerraba el estómago.

- Parece un sueño... -Dijo mi chiquillo estúpido incrédulo.
- ¿Qué cosa?
- Esto... Cómo sea que se le llame.
- ¿Lo que nos toca vivir? Se le llama pesadilla.

Ambos nos quedamos en silencio.

- ¿Puedes abrazarme hasta que me duerma? -le pedí.

Cantaloupe solo asintió. Dejamos todo lo de la cena, nos lavamos los dientes, puso el despertador y nos acostamos. Can se quedó esperando que yo me posicionara.

- Aún no. -Le respondí al tiempo que acaricié su rostro.

A diferencia de cualquier otra vez, hoy parecía un perrito. Porque era más allá que derretirse bajo mi tacto o estremecerse... Hoy su rostro seguía a mi mano, como si no quisiera que se separaran.

- En el aeropuerto estará Nam. -solté.

Por supuesto que tiene que estar, sería nuestra primera foto que confirmaría el romance. A Cantaloupe lo molestó, pero no dijo nada, solo respiró hondo. Entrelacé nuestras manos.

- Aunque no pueda llamarte todos los dias y decirte que te amo hasta al cansancio, que eres lo mejor que me pudo pasar, que me haces feliz -sonrió y yo lo imité- y aunque no pueda besarte y abrazarte a diario -tomé su mano, la que estaba entrelazada a la mía y la besé- ¿Sabes que te amo, cierto?

Can asintió y se acercó para darme un tierno beso. Dolió, justo en mi pecho, se sintió como un beso de despedida. Era tierno y dulce... Pero tiene un algo que hace que se te quedará en tus labios y no dejará que olvides su sensación...

- Te amo, bebé.

Necesitaba decírselo, aunque mi voz sonó quebrada.

- Y yo también te amo, Tin, con todo mi corazón. -Me observó con pena-. Sabes que este corazoncito, late por tí
¿lo sabes, verdad?

Lo besé en la frente y me acomodé en su pecho. Yo apoyaba mi cabeza en el corazón de Can y él me abrazaba. Creo que sentir que su corazón aún late, es lo que me está manteniendo vivo en este preciso momento.

- Descansa Tin, mañana será un día... Único.