Adorablemente Estúpido [ Terminado]

Mio [M]

Holas!!!

Parecen adictos en abstinencia xD así que escribí este poco y pensé en subirlo y mañana seguramente continúo

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Tin POV

Lo llevé al cuarto y lo deposité en la cama. Él se soltó y comenzó a moverse hacia atrás, hacia la cabecera. Yo tomé sus pantalones deportivos desde abajo y los jalé. Pronto quedó en ropa interior.

— ¿Ti-Tin? —Se miró y luego me miró muy sorprendido.

Me quité los jeans, me descalcé y me abalancé sobre él. Ahora era mi turno.

Comencé a besarlo con hambre. Mis manos se mantenían a cada uno de sus lados, así tenía un apoyo y mi cuerpo no estaba tocando el suyo tan directamente. Pero pronto quité una, la cual usé para recorrer su cuerpo sin compasión, hasta que bajó y descansó dentro de su ropa interior. Me separé a tiempo para observarlo: maravilloso. Comencé a acariciar su miembro, ya hasta se me resbalaban los dedos por el líquido preseminal. Can soltó un gemido, y lo supe: me haré adicto a ese sonido. Él cerró los ojos; estaba rojo como un tomate. Yo apoyé mi codo en la cama y mi cara sobre mi mano. Mi otra mano seguía moviéndose dentro de la ropa interior de Cantaloupe. Era un espectáculo increíble. Sus expresiones, el rubor de sus mejillas, la contracción de sus músculos, el movimiento sin rumbo de sus manos, los pequeños espasmos de su cuerpo... una delicia.

— Can... —Detuve todo movimiento.

Seguía en mi pose de admiración. Él me observó pidiendo piedad, pero no dijo nada.

— Quiero que me mires.
— ¡Deja de enloquecerme! y quizás te mire. —Sonreí.

Me acerqué y quité mi mano de su entrepierna.

— Me encantas —Confesé.
— Y tú me vuelves loco. —Sonrió, sonreímos.

Volvimos a besarnos. Al principio era lento, pero ya luego se perdió todo el control, como siempre, porque mi chiquillo estúpido me hace perder los estribos. Y hablando de eso, me toma del cabello y me lo jala. Mordí el labio de Can y lo solté con lentitud. Ya era hora de atacar su cuello.

Comencé besándolo, pero Cantalopue y su reflejo en sus brazos de separarme y o pegarme, volvieron. Me separé y lo miré.

— No... yo solo... —trató de disculparse— Es que mi cuello es...
— Mío. —Respondí sin darle tiempo a reaccionar.

Besé sus labios una vez más y aproveché para tomar sus manos y llevárselas por encima de su cabeza. Una vez hecho el agarre, lo volví a besar en el cuello ¡Se estremecía de tal forma! Movía sus brazos, pero no podía liberarlos, así que decidí ir más allá y agarraba su piel entre mis dientes pero con cuidado, lo necesario para dejar una marca que todos vieran que este niño hermoso y maravilloso tiene dueño y ese dueño soy yo.

— Tin... —Mi nombre en sus temblorosos labios, será una de mis nuevas adicciones.
Volví a separarme y lo solté.
— Can. —Él parecía estar un poco desorientado pero igual me miró—. Recuerdas que este apartamento es nuevo ¿verdad? —Él asintió pero puso expresión de desconcierto— Mis vecinos no me conocen, hagamos que sepan quién vive aquí.

Sonreí y volví a acariciar su cuerpo, esta vez mis manos bajaron y no se detuvieron por nada: tomé su ropa interior y comencé a bajarla, él también ayudó moviendo sus piernas para facilitar el asunto.

— De ahora en más, si quieres gritar mi nombre, hazlo: que todos se enteren quién vive aquí.

Can POV

Tin me llevó al cuarto y me dejó en la cama. Me dio un poco de medio, porque parece que sí se enojó después de todo. Me fui arrinconando contra la cabecera pero él me tomó de los pantalones, a la altura de mis tobillos y comenzó a jalar de ellos hasta que se salieron y quedé en ropa interior. Él comenzó a sacarse sus pantalones y pronto también quedó en paños menores. Esto sí daba miedo porque se volvía peligroso muy rápidamente.

— ¿Ti-Tin? —Me miró y lo miré, definitivamente era muy peligroso tener tan poca tela.

Se me subió encima con una velocidad increíble. Me besaba salvajemente al punto de dejarme sin aire, era como si nada satisfaciera sus ganas de... bueno, sus ganas de Cantaloupe. No dejaba de abusar de mis labios cuando su mano recorrió todo mi cuerpo como si fuera alguna clase de mapa que tuviera que aprenderse mentalmente mediante el tacto. Yo no podía pensar con claridad, mucho menos cuando su mano bajó y comenzó a hacer muy feliz a campeón ¡Mierda! él sí que sabe lo que hace. Solo fui consciente de que se me escapó un gemido y quise que me tragara la tierra. Dejó de besarme, en algún momento, pero no me importó, no podía hacer nada, no reaccionaba a nada. Su mano en campeón era algo maravilloso.

— Can... —Detuvo todo movimiento.

No sé cuando, pero en algún momento cerré los ojos y no volví a abrirlos. Porque ahora que se detuvo todo y lo escuché nombrarme, los volví a abrir. ¡Mierda Tin Medthanan! ¿Cómo puede ser que me tengas en este estado?
Tin estaba recostado a mi lado, con el codo apoyado y su cara encima de su mano. Tranquilo, como quien va al parque a recostarse en el pasto a pasar un buen rato...

— Quiero que me mires. —Me exigió.
— ¡Deja de enloquecerme! y quizás te mire. —Me quejé ¡me está volviendo loco! ¿Qué no se da cuenta?

Y sonrió. Maldito, sí, lo sabe, lo sabe perfectamente y le debe encantar verme así: ver como pierdo la cabeza cada vez que me toca.

— Me encantas —Confesó sincero.
— Y tú me vuelves loco. —Le dije, al tiempo que me giré para verlo y sonreí, sonreímos.

Se acercó y nos besamos. Es increíble lo que estaba haciéndome un minuto atrás y ahora me besa con ternura: Tin es maravilloso, creo que es el chico perfecto.
Estaba en una posición incómoda, así que lo tomé del cuello y parte de su cabello para acercarlo más a mí. Pero enseguida comenzó a subir de tono el beso y él se me subió encima nuevamente. Dejó de besarme para moverse hasta mi cuello, pero antes de eso mordió mi labio y se alejó de mi lentamente. Me besó en el cuello. Tin no entiende, todo lo que él haga en mi cuello, va a parar directamente a campeón, hay algo mal conmigo, lo sé. Lo corrí con brusquedad, fue involuntario, mi cuello es muy sensible. Él se separó y me observó exigiendo una explicación... ay no...

— No... yo solo... —traté de explicarle— Es que mi cuello es...
— Mío. —Respondió con autoridad antes de que yo terminara de hablar.

Volvió a besarme pero esta vez tomó mis manos y las colocó encima de mi cabeza para que no pudiera moverlas. Luego bajó y comenzó a hacer lo que quiso en mi cuello. Yo me movía, no podía evitarlo, pero sentía que eso que me hacía, me debilitaba, me hacía perder la razón, una parte de mi estaba completamente ido...

— Tin... —Mis labios se movían sin sentido, no es como si pudiera decir una frase coherente...
— Can. —Al escuchar la voz de él fui volviendo a la realidad—. Recuerdas que este apartamento es nuevo ¿verdad? —Asentí, no podía hablarle— Mis vecinos no me conocen, hagamos que sepan quién vive aquí.

Volvió a tocar todo mi cuerpo sin pudor. Pero al llegar a mi ropa interior, la bajó; yo levanté mis piernas para que la pudiera quitar con facilidad.  

— De ahora en más, si quieres gritar mi nombre, hazlo: que todos se enteren quién vive aquí.