Adorablemente Estúpido [ Terminado]

Enloqueciendome [M]

Tin POV

Me bañé un poco lento. Moría de ganas por tener intimidad pero a la vez, moría de nervios. No de miedo, yo confío en mi novio y sé que si algo va mal, él se detendrá.

Él estaba acostado, apoyado de lado y me hizo seña para ir a su lado.

- ¿Me das permiso para hacerlo? -preguntó.
- Sí, bebé, hazlo.

Can se me acercó y comenzó a besarme. Poco a poco fue dominando y quedó encima mío. Ahora que él estaba arriba, con esa camisa que deja poco y nada la imaginación, la misma lo dejaba muy expuesto. Era tan marcado el escote y en esa posición se separaba de su cuerpo: notaba todo su pecho. Esta pieza de ropa, es fundamental en su vestuario.

- Bebé ¿puedes quitarte la camisa? -Lo hizo sin chistar y me sentí feliz por eso.

Apoyó sus rodillas a cada lado de mi cuerpo, quedó erguido y se quitó la camisa. Tengo que contenerme por no posar mis manos por toda su piel, porque es lo que tengo ganas de hacer. Y para colmo, se queda mirándome. Pero pegó su pecho contra el mío y sentí su respiración en mi oído:

- Sé que es muy difícil para tí... Así que puedes tocar mi torso.

No podía creer que dijera eso, menos cuando ví que se acostó a un lado mío.

Can POV

Le pedí permiso y comenzamos a besarnos. Notaba cómo me observaba cada vez que podía: con deseo. ¿Solo por una camisa? La cual me hizo sacar y lo hice. Lo admiré desde mi perspectiva y estaba a nada de babear... Luego recordé que si bien nos besamos y eso... Él nunca toca mí torso desnudo. Hoy, Tin va a entregarme mucho de sí y va a ser muy fuerte por mí, no puedo dejarlo solo. Respiré hondo. Me acerqué a su cuerpo y puse piel contra piel, eso era calor instantáneo.

- Sé que es muy difícil para tí... Así que puedes tocar mi torso.

Me tiré a un lado, para que se sacara las ganas y entrara en calor.

Tin se posicionó sobre mi y ambos nos admiramos. Contrario a todo lo que hubiese pensado, acarició mi cuerpo con sus manos. Yo siempre fui temeroso de tocarlo, pero él siempre era muy seguro y cada manoseo estaba cargado de calor y precisión. Sentí una sensación rara: no al punto de tener que moverme. Me sentía... ¿nervioso? Respiré hondo. Por un lado estaba batallando contra mi miedo a que me tocaran y por otro lado mis maripositas estaban con las hormonas muy alborotadas.

- Bebé ¿te encuentras bien? ¿quieres que me detenga?
- No. Continúa.

Tin sonrió y se agachó. Me dejaba pequeños y tiernos besos en mi torso. La sensación del calor apoderándose de mi cuerpo, era la más fuerte. Pero necesitaba detenerlo un poco. Lo tomé del cabello y lo jalé hacia mi. Comencé a besarlo con hambre; las manos de Tin estaban inmóviles, pero las tenía apoyadas en mi pecho.
Jalé de su cabello con fuerza y él me dejó todo su cuello expuesto: lo mordí y su apoyo se debilitó. Aproveché para posicionarlo en la cama y volví a quedar encima suyo.
Ataqué su boca y volví a chupar su lengua, como la otra vez. Aproveché ese momento para manosearlo descaradamente, al tiempo que no dejaba de jugar con su lengua. Él se retorcía un poco debajo de mí, así que junté sus manos con las mías y las entrelacé.

- Te amo tanto, Tin Medthanan. -me acerqué a su oído-. Eres el mejor. -lo escuché sonreír.

Nuestras manos seguían entrelazadas y me erguí para observarlo mejor.

- ¿No vas... a... Hacer nada? -era él.

No puedo bajar y envolverlo en mi boca, simplemente no puedo. Pero...
Me levanté sin decirle nada, tiré la bolsita en la cama, agarré una de sus corbatas y apagué la luz.

- ¿Can?

Me tiré encima de él con la corbata.

- Querías acción ¿o no?

Tomé sus manos, las junté y las até con la corbata. Las posicioné por encima de su cabeza y me acerqué a su oído.

- Ahora que estamos a oscuras me siento mejor -usaba mi índice y mayor como si fueran patitas y bajaba lentamente por su torso.

Tin POV

Cuando por fin tuve a Can, debajo de mí, sin ropa... No podía creerlo. Tenía que comenzar lento, por más que quisiera hacerle un montón de cosas. Lo acaricié con delicadeza y noté que él no lo disfrutaba al cien por ciento.

- Bebé ¿te encuentras bien? ¿quieres que me detenga?
- No. Continúa.

Volví a su cuerpo y lo dejé lleno de tiernos besos: su piel es deliciosa. Pero de pronto, enredó sus dedos en mi cabello y me jaló con fuerza hacia su cara. Me pone mucho cuando me jala del cabello en su faceta más bruta. Mi cabeza fue hacia arriba y tuve que presionar con mis manos en su pecho para tener algo de estabilidad. Pero no fue un simple beso, atrapó mi lengua en sus labios y me hizo perder la cabeza, no solo la estabilidad.

Aprovechó y volvió a quedar encima de mí. Volvió a abusar de mi lengua y a manosearme con descaro. Ya había entrado en calor, pero no lo suficiente.

- Te amo tanto, Tin Medthanan.

¿Cómo puede decirme eso, de esa manera tan sincera, cuando parece que su único objetivo es que pierda la cabeza? ¿Está bien que sienta tanto placer estando debajo de mi novio. Él se me acercó.

-Eres el mejor. -Y me robó una sonrisa. Tenía que salir a mí defensa.
- ¿No vas... a... Hacer nada? -estaba recuperando mi aliento.

Se levantó de un salto y me asusté, pensé que estuvo mal lo que le dije. Pero él solo fue a tomar la bolsa con lubricante y preservativos, una corbata y apagó las luces.

- ¿Can?

Se tiró encima de mí. Ahora sí estaba determinado.

- Querías acción ¿o no? -era una voz juguetona y más grave de lo habitual.

Ató mis manos a lo brutito (sus nudos son desprolijos y malos) pero a efectos prácticos, igual sirven.

- Ahora que estamos a oscuras me siento mejor -me confesó decidido.

Usaba su índice y mayor como si fueran piernas y bajaba lenta y sensualmente por mí torso hasta junior. Lo tomó con fuerza en su mano y a mí me tenía al borde de la locura.

-Ahora se viene lo mejor. -Me dijo al oído y sonrió.