Te voy a marcar, gatito [M]

3.4K 374 92
                                    

Tin POV

Nunca había visto algo tan exitante en toda mi vida. Pasé de 1 a 1 millón en segundos. Me abalancé sobre Can, lo tiré contra la cama y lo besaba con hambre. El cascabel sonó solo cuando lo tiré contra la cama... íbamos a tener que movernos más si quería crear una melodía. Lo solté cuando yo necesitaba aire, él estaba muy agitado. Tomé las esposas y lo esposé con sus brazos por encima de su cabeza y puse mi mano para dejarlos ahí. Me acerqué para susurrarle:

- No sé si castigarte por volverme loco -chasqueé la lengua- O premiarte, porque me vuelves loco... Pero creo que haré la segunda.

Volvimos a besarnos y no sé cómo él se zafó de las esposas e invirtió nuestros lugares. Me aguanté estar debajo suyo y lo besaba a medida que comencé a acariciar sus muslos, subiendo y delineando preligrosamente sus nalgas. Sin previo aviso le quité el plug: Sonó un "plop" y un hermoso quejido escapó de sus labios.

- Hay muchas cosas para probar y disfrutar hoy... Can.

No quería perder demasiado tiempo con cosas que no fueran placenteras, sabía que teníamos minutos contados. Así que de antemano, le había pedido a Ice que me ayudara un poco. Hay cuerdas atadas a cada poste de la cama. Están a la altura del suelo y escondidas para que Can no las vea. También estuve toda la semana practicando un nudo para las manos. La idea es formar el diseño con las cuerda y solo ajustarlo el día que se usan; para sacarlas se cortan. Claramente esas esposas no servirían. Así que abrí una gaveta y le coloqué a Cantaloupe mi nudo de muñecas a medio hacer. Solo rezaba para que estuviera bien; tuve suerte. Tiré de una parte de la cuerda y se ajustó.

- ¿Duele?
- No. Está bien.
- Hoy daremos un paso más -expliqué. Él me observó interesado- te inmovilizaré las piernas. -Él asintió- bien gatito, ponte en posición.

Pensé que le costaría más moverse con sus manos atadas, pero no. Amarré el nudo al poste del medio de la cabecera, pero flojito: el podía tomar la cuerda con ambas manos y jalarla si fuera necesario.

- Bebé, tengo un separador ¿sabes lo que es eso? -negó.

Me paré y saqué la barra de metal de abajo de la cama. Se la mostré:

-Es una barra, que en sus extremos tiene ataduras; se ata cada pierna en cada extremo de la barra -toqué cada tobillo y luego su atadura- y la persona queda imposibilitada de mover sus piernas... O de cerrarlas. -Tragó saliva- Es más rápido que amarrarte. -Asintió.

Y así hice. Pronto tenía a mi gatito con sus manos atadas juntas a un poste y sus piernas abiertas sin posibilidad de cerrarlas. Ahora veía bien su vestimenta (lo poco que lleva). Tomé el elástico que divide su trasero y lo solté con fuerza. Can profirió un grito.

- Si te portas bien, seré bueno contigo... Hoy tengo algo increíble que quiero que pruebes.

Cantaloupe volteó para mirarme y asintió. Me tomé unos momentos para admirar la majestuosa vista. Acaricié su espalda con cuidado y me acerqué a su oído.

- Estás tan hermoso, eres el gatito más lindo del mundo. -Hizo un extraño sonido, como si acallara algo en su garganta- ¿Mi gatito ronronea?

Can acercó su cabeza a mi, como cuando un gato quiere un mimo y se acerca... Pero en el momento en que lo vas a tocar, se arrepiente y se aleja. Sí mi gatito buscaba atención, se la daría.

Comencé a nalguearlo, varias veces. Notaba que su cuerpo se tensaba, pero claro, no podía cerrar sus piernas.

- Es inútil que lo intentes, bebé. -Sonreí.

Sus sonidos me estaban llevando a la locura, por eso necesitaba una pequeña dosis ahora. Seguí nalgueándolo hasta obtener un bonito tono rosado. Claro que con cada golpe su cascabel sonaba. Normalmente, los golpes serían más frecuentes, pero hoy, esperaba hasta el último eco del cascabel para darle el siguiente; era como si pudiese contabilizar el tiempo que duraba el efecto de la palmada.

- Lo hiciste muy bien, bebé.

Fui besando su espalda con ternura, hasta llegar a su rostro para besarlo como recompensa. Volví a admirar su rostro sonrojado y ojos llorosos, con sus tiernas orejitas y su lindo cascabel. Hermoso.

Volví a mi posición original y comencé a jugar con el elástico, lo presionaba contra su entrada, él movía su pelvis hacia mi y yo en cambio, manoseé todo su trasero a mi antojo.

- Tin...
- ¿Que ocurre, bebé?
- No juegues más... -volteó a verme serio. Seguía completamente sonrojado y sus ojos me estaban suplicando.

Fui al minibar y saqué un hielo. Lo pasé por toda la zona rosa de su trasero y comencé a lamerlo. Notaba cómo se tensaba, pero no podía hacer mucho por el separador. Pronto moví mi lengua hasta su crisantemo.

- N-No no no -me decía él al borde de la desesperación- Ahí no.

- Descuida bebé, te va a encantar. -Le aseguré sonriendo.

Me resultaba sumamente tierno que le diera impresión o que sintiera que era malo... cuando ya hemos hecho muchas cosas peores...
Una vez comencé a lamer su aro con mi lengua, la sinfonía de gemidos y jadeos era increíble; pero yo ya no daba más.

- Mi-mi-mi-mierda T-T-Tin.

- Te voy a marcar, gatito. Así saben quién es tu dueño. -Yo ya estaba completamente fuera de mí; Can gatito fue demasiado. Mejor que en cualquier fantasía que haya tenido.

Me embadurné en lubricante y lo mismo hice en todo el trasero de Can. Probé meter no un dedo, sino dos y pude. Luego de unas pocas movidas coloqué el tercero.

Finalmente me posicioné y le hice saber que estaba listo. Entré lento y con cuidado, porque quería más rondas y Cantaloupe debía resistirlas. Cuando estuvo todo ok y él me dió el visto bueno, comencé a moverme. El cascabel volvió a hacerse presente, junto con insultos, jadeos, gemidos y medias frases. Me di cuenta que seguía el ritmo, no hacía lo que Can me pedía, sino que creaba mi propia melodía con el cascabel. Suelo ser un artista, pero hoy sería compositor. Ya estaba casi en mi compás final, cuando metí mi mano por dentro de la ropa interior de mi novio. Se la fui sacando. Ahí comencé a preocuparme por la sincronía de nuestros ritmos en vez del cascabel. Llegamos al orgasmo casi al mismo tiempo; yo terminé dentro de él y antes de que mi escencia se fuera, tapé el orificio con el plug.

- ¿Qué... haces? -Preguntó sin comprender entre jadeos.
- Te marqué. Ahora olerás a mí y todos sabrán quien es tu dueño.

Le quité el separador y lo dejé en el piso. Él juntó sus piernas lo más que pudo. Yo aproveché para recuperarme y prepararme para la ronda dos... Aunque ver a mi chiquillo estúpido de gatito... Me hace vivir listo para mí ronda dos.

Adorablemente Estúpido [ Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora